¿A Qué Huele La Amortentia?
Este fic participa en el reto "Olores de Amortentia" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Disclaimer: Si fuera J. K. Rowling estaría en Inglaterra ganando millones de euros y no en Argentina escribiendo sin fines de lucro. Todo es de Jotaká.
Libro
Slughorn entró al aula de Pociones con su habitual sonrisa y saludando a sus alumnos predilectos.
De sexto año estos eran, por supuesto, Albus Severus Potter, Rose Weasley, Lorcan Scamander (Lysander no era tan bueno) y Scorpius Malfoy.
—Damas y caballeros, bienvenidos a un nuevo año. Como sabrán, este año estudiaremos pociones más avanzadas que las del año pasado, así que... Señorita Weasley —dijo el profesor dirigiéndose a Rose, mientras señalaba un caldero—, ¿podría decirme que poción es esta?
—Es… Filtro de los muertos, señor. Una poción para dormir muy potente.
—Muy bien, señorita Weasley, cinco puntos para Ravenclaw. Quizás podría decirme cuál es esta —exclamó Slughorn, complacido, señalando una poción amarillenta.
—Es la poción de odio*. Sus efectos son odiar y descubrir las peores cosas de la persona que le dio la poción.
—Otros cinco puntos, señorita. Ahora dejemos que otros alumnos respondan.
Slughorn se paseó por la mazmorra y se detuvo en Scorpius Malfoy.
—Quizás el señor Malfoy pueda decirnos cual es esta última poción.
Scorpius se acercó al caldero. La poción tenía un brillo nacarado y el vapor ascendía alegremente, formando unos espirales.
—Es Amortentia, señor. La poción de amor más potente que existe.
—Muy bien, cinco puntos para Slytherin. Ahora dime, ¿por qué te das cuenta que es Amortentia?
—Por su brillo nacarado y porque su vapor asciende en espirales.
—Y… —lo instó el profesor.
—Y porque se supone que tiene un olor determinado para cada persona, de acuerdo a nuestras preferencias amorosas.
—Otros cinco puntos, señor Malfoy. Ahora, hoy prepararemos el Elixir para provocar euforia, una poción que…
Pero Scorpius ya no escuchaba. Se había acercado a la poción y la había olfateado. Un fuerte olor a libros lo invadió, opacando los olores de palo de escoba y chocolate, que también salían del caldero. Su cara se transformó y una sonrisa algo idiota se asomó por su cara.
Sí, esa poción olía a alguien especial.
La clase transcurrió bastante más rápido de lo habitual y cuando salieron, Scorpius se dirigió a la biblioteca, ya que, aunque no le gustaba estudiar, el mismo se obligaba a ser un excelente alumno. Detrás de él, Rose y Albus hablaban:
—¿Has visto su cara? Era como si lo hubieran hechizado con un Confundus —se reía Albus.
—No te rías, tú pusiste la misma cara, si no es que era peor —lo silenció Rose.
—Bueno, ¿y tú? ¿Qué oliste? —replicó Albus, avergonzado.
—No te lo voy a decir —Rose nunca le diría que olía a galletitas de limón, madera de varita y al pelo de Lorcan, porque esto último la delataba.
Mientras ellos se alejaban, Scorpius entró a la biblioteca. Lo primero que vio fue a varios alumnos de Hufflepuff con libros de Encantamientos, practicando hechizos para la próxima clase.
Malfoy necesitaba el libro de Transformaciones Teorías de la transformación transustancial. Buscó por las estanterías hasta que lo encontró y se puso a buscar una mesa libre.
Solo, al fondo de la biblioteca, Scorpius encontró una mesa. Solo estaba ocupada por una persona. Una chica de pelo rojo oscuro y ojos marrones.
Lily Luna Potter estaba sentada, sola, en la mesa, con un libro de Aritmancia. No era una chica con muchos amigos y los amigos que tenía no estudiaban Aritmancia como ella, así que por eso estaba sola.
Scorpius se sentó al lado de ella y comenzó a leer.
—¿No hay otro lugar, Malfoy, para que te vayas a sentar? Quizás, ¿en otro continente? —murmuró la pelirroja, sin apartar la vista del libro.
Era sabido que Lily no soportaba a Scorpius. No desde que este la había mandado a la enfermería, por error, en un partido de Quidditch.
—Pues no, Potter. Créeme que si hubiera otro lugar, me sentaría, pero por desgracia, necesito estudiar —replicó él, poniendo una mueca de desagrado.
—Bueno, pero no molestes. El único lugar donde puedo estar tranquila haciendo algo que adoro y tenías que llegar, Dios, que vida triste…
—Espera, espera… ¿Dijiste que adoras leer? —preguntó Scorpius, con el recuerdo de los olores de la Amortentia en la mente. Leer, libros, olor a libros, Amortentia.
—Sí, eso dije. Mi madre y mi tía me han hecho leer desde chica. No sé qué tanto te interesa —respondió irritada la pelirroja.
—Está bien, está bien. No te enojes, sólo quería saber —dijo él, algo pálido por la locura que le había venido a la mente.
Se quedaron en silencio. Lily leía tarareando y Scorpius intentaba concentrarse en su libro. Pero no podía. No con alguien que le gustaban los libros, adoraba las escobas voladoras y amaba el chocolate, al lado suyo.
¿Podía ser? ¿Podía ser que Lily Luna Potter, la hija del salvador del mundo mágico, la golpeadora del equipo de Gryffindor, la bromista nata, fuera la persona que Scorpius Malfoy olía en la Amortentia?
Parecía que Scorpius había encontrado a su chica indicada. Con el pequeño, pequeñísimo, problema de que ésta no lo soportaba.
*La poción de Odio si existe compruébenlo en el diccionario . org Está ahí. Existe.
Bueno, es mi pareja favorita, hubiera hecho algo canon, pero no tenía muchas ganas de ponerme a averiguar, así que Lily y Scorpius me salvan :D
Espero que les guste tanto como me gustó escribir a mi esta historia. Juli.
