DISCLAIMER ~ Estos personajes no me pertenecen, son de su respectivo creador Isayama Hajime. Los pido prestados para placer y sin fines de lucro.

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Era la primera cita que tenias en tu vida. Nunca habías sido de las chicas que solieran andar de aquí para allá en fiestas. Así que, por qué no.

Era tu cumpleaños después de todo. Cero planes, sin nada más que hacer. Algo tan sumamente normal, que esta salida a pasear fue realmente algo extraordinario.

Aquel chico era alto y de cabellos negros, ojos grisáceos y un toque de diversión, que le parecía algo chistoso, más que sorprendente.

Un vestido negro de encaje con un forro a color beige. Tenía un escote pronunciado a pesar de tus pocas cualidades frontales, pero te iba bien. El largo también era bastante elegante, con una pequeña cauda. Unos pendientes y una fina gargantilla que hacían juego con la pulsera en tu mano izquierda. Estabas lista, brillante. Sin duda te veías bien aunque llevaras el cabello recogido como siempre, y esos lentes de pasta que sin duda te daban personalidad. Definitivamente, era tu estilo y no podías cambiarlo. Muy dentro de ti, eras la chica descuidada de siempre, en cuanto a tu imagen se refería. Aunque los dioses fueron grandes al darte idea de que zapatillas llevar.

Pasaron quince minutos de la hora pactada. Odiabas los retrasos. Suspiraste pesado cuando viste que ya eran tres horas. Pero no era que te sintieras triste, tenías la extraña sensación de que eso pasaría. Lo intuías.

–Me he puesto guapa –. Era verdad –Vamos a salir solo tú y yo –. Te dijiste frente al espejo, nadie arruinaría tu tiempo, ni mucho menos tu cumpleaños. Tomaste las llaves del auto que estaban sobre la mesilla de la entrada. Subiste a tu viejo Golf, que no estabas segura si quiera si te llevaría más allá del garaje.

–No pensaras ir en eso ¿O sí? –El pequeño enano que vivía frente a tu departamento estaba junto a ti en el estacionamiento. ¿A qué hora había llegado? No lo notaste, era normal que aquel chico pelinegro y de ojos azules, hiciera aquello. Siempre sorprendiéndote.

–Ah… Voy a… –. Bajaste la mirada, era vergonzoso cuando lo pensaste frente al espejo –Iré a festejar mi cumpleaños yo sola.

–Tú sola. Parece divertido ¿Puedo acompañarte? No tengo nada que hacer.

Sus palabras fueron acertadas. Casi siempre lo eran.

Subiste a su coche. Si, uno mejor que el tuyo por supuesto. Por sus ropas, parecía que el venia de alguna fiesta o algo parecido. Bajaste la mirada un poco nerviosa cuando ya iban al lugar que le mencionaste. Por dentro, estabas devastada.

–El lugar que me has dicho… es un bar de mujeres. ¿Eres lesbiana?

La pregunta te hizo enarcar la ceja y al instante, te viste soltando una carcajada, riendo como no tenías idea ante aquella pregunta. Era el primero que hacia ese cuestionamiento de frente. Solo habías escuchado rumores, pero nada concreto. Él sí que era directo.

–Te dije que iba a festejar mi cumpleaños.

–Entonces, déjame llevarte a un mejor lugar.

Desvió el coche sin esperar tu respuesta, igual sabía que dirías que si.

De la ciudad paso a no haber nada en el camino y nuevamente la ciudad.

–Espero que no tengas nada que hacer mañana.

Negaste con la cabeza. Si aquella noche morirías a manos de ese pequeño hombre, bueno, al menos habría sido un cumpleaños diferente. Eso ya era una ganancia.

El coche se detuvo frente a una casa en la playa. "Que lugar". Pensaste.

– ¿Tu vives aquí?

–Sí, aquí es donde realmente vivo.

Su casa era grande, aun más que el departamento donde vivían. Te invitó a pasar con una pequeña sonrisilla. Eso ya era sospechoso.

Entraste y giraste sobre tu eje viendo lo maravilloso de aquel departamento. El iba tras de ti e incluso, para bajar un poco la tensión te invito una copa. Cuidadoso sirvió aquel trago de alcohol, lo que fuera que había visto en ti, estaba seguro que aquella bebida te ayudaría un poco a bajar el dolor.

– ¿Sabes? –. Menciono –Te verías mejor si te… –Se acerco a ti para soltar tu cabello, quitarte las gafas y mirarte fijamente –Sin duda, eres hermosa.

Un calor invadió tu rostro. Estabas sonrojada. La velocidad en que la sangre se acumulo en tus mejillas, dándole aquel color carmesí, fue impresionante. No esperabas que nadie dijera un cumplido hacía tu persona aquel día.

La distancia la elimino aun mas rápido, no te dio tiempo de pensar siquiera. Un beso, aquello termino en un dulce beso, pequeño y corto. Llevaste tus manos a tus labios, no podías creer aquello. Él, solo se dio vuelta y tomó la bebida que se había servido. ¿Por qué había hecho aquello? El resto de la noche paso normal, no preguntaste el motivo de aquello, ni una sola pregunta o cuestión.

Cuando despertaste por la mañana, estabas en una cama diferente. Una vista al mar impresionante y por las ventanas abiertas, se filtraba un agradable aroma natural. Te sentaste en el colchón y notaste que estabas desnuda. ¿Cuánto habías bebido? Más importante ¿Habías hecho algo "impropio" durante ese lapso que no recuerdas?

–Buen día –. La voz familiar te llevo a dirigir la vista hacia la puerta.

–Levi…

–Feliz… no cumpleaños… –Había preparado un pequeño pastel, junto con un desayuno que él había hecho especialmente para ti. Te dejo sin palabras una vez más –No sé si te guste… espero no haberme equivocado… disfrútalo.

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Muchas gracias por leer.

Espero les haya gustado, espero sus REV. Critica, comentario o sugerencia. Gracias.

Esto es para una chica que recién he conocido y hoy es su cumpleaños. Muchas felicidades y te deseo un día super bonito y chevere.