Feliz. Tony Stark era feliz.

No se alegraba por él, porque lo necesitaba. Egoístamente lo quería con él y en su vida. No con Pepper y Morgan, quería tener un futuro hermoso, uno donde Tony y él se amaran. Sin embargo, el genio le había gritado tantas cosas una vez bajó de la nave hace 5 años, que después que lo sedaron, no pensó que lo volvería a ver.

-No cambies el futuro de Stark, ¿por qué usted lo haría más feliz que este tiempo? Realmente ¿cree que algo así suceda? No sea ignorante y hágame caso.

-Strange, hace mucho que deje de hacer lo que me decían-susurro suave y sin soltar la última gema que devolvería, porque Tony había sido feliz y ahora estaba muerto. Necesitaba recuperarlo.

-Hágalo por él.

-Le daré otro futuro. Será mejor que todo esto y estaremos juntos-dijo entregando la última gema a su sitio y quedándose en la época en la que sucedieron los acuerdos.

Al fin haría las cosas bien, por él y Tony. Lo amaba y bajo su egoísmo tomó una decisión que definitivamente cambiaría el futuro, pero quizás, eso era lo más correcto.

-¿Qué harás cuando debas firmar los tratados? ¿Vas a matar a tu yo de este tiempo? Porque no pueden convivir dos Steve Rogers en la misma línea temporal, se crearía una anomalía que no podríamos detener, incluso el que te hayas quedado ya es un problema.

Lo que Strange no sabía, era que él ya había preguntado a Viernes cómo podría matar al Capitán América, cómo anular el suero y permitirse envejecer junto a Tony, llevar una vida juntos. La respuesta fue simple: no lo haga, pero si necesita saber, ni todo el suero del mundo ayudará si hiere su corazón o cerebro, es el único modo de eliminarlo.

-Quiero arreglar las cosas, hacer lo que Tony tanto nos insistió, quizás él no estaría muerto y hubiéramos previsto lo de Thanos.

-No estás actuando con cordura, Capitán. Alteraras irreparablemente la línea de tiempo. Te recomiendo salir de aquí, por favor-ambos habían avanzado hasta la entrada del edificio del gobierno.

-Strange, si quisieras sacarme de esto, ya lo habrías hecho.

-¡No puedo! No puedo interferir en tus decisiones, y realmente puedes destruir más que ayudar.

-Eso ni tu lo sabes ¿cierto?

Ya tenía la forma, ahora solo necesitaba el momento. Y él sabía cuál era.

Asesinando a Steve, no desaparecería, porque se trataba de otra línea temporal, pero sí crearía una anomalía al seguir vivo luego de haber eliminado a su yo del pasado. Algo que, probablemente, lamentaría más adelante.