Disclaimer: Ni los personajes, ni Dragon Ball no me pertenecen son de Akira Toriyama.

"Memorias"

¡Ya no me queda más energía para poder continuar!

¡Te darás por vencido tan fácilmente, no que tanto querías vengar mi muerte! ―le reprocha.

Pero papá…

¡No te rindas Gohan! ―anima Goku― ¡El destino de la tierra está en tus manos no permitas que acabe con todo lo que amas!

Tenía razón su padre. No era momento de lamentarse, no dejaría que ese cretino se salga con la suya. Alguien debía salir victorioso y no precisamente el ser humanoide perfecto llamado Cell sino que debía ser él, Son Gohan. Y nadie más.

La esperanza seguía ahí intacta esperando a que se lograra el cometido. Una nueva energía renovada empezaba a nacer en el joven saiyajin. Expulsando todo su ki dando su último esfuerzo― ¡No permitiré que ganes, Cell! ―Gohan de un golpe expulsa toda su energía que emanaba de su único brazo― ¡Ahhhhhh!

El lugar temblaba por la gran energía que provenía de los dos peleadores. Sin embargo; Cell no podía hacerle frente al gran guerrero que tenía a metros de distancia.

Una luz brillante encegueció a todo que mirase el espectáculo con asombro.

El ki de Cell desapareció de la faz de la tierra.

Sobresaltado y con respiración agitada, no podía creer que aquel recuerdo nuevamente hacía de las suyas. Ese recuerdo seguía presente en su memoria que a pesar del tiempo lo estremecía como si hubiera pasado ayer.

Nuevamente aquella adrenalina que lo embargaba en todo su ser.

Nuevamente todo ese poder que recorría todas sus terminales nerviosas.

Nuevamente ese temor de perder la batalla ante un ser que le daba pelea.

Nuevamente ese peso en sus hombros de proteger a la tierra y todo ser vivo que la habitaba.

Nuevamente una gran culpa que el mismo se otorgó por el sacrificio de su padre.

Nuevamente la gran tristeza de parte de su madre quien lloraba con desconsuelo.

El exdiscípulo de Piccolo aprieta fuertemente sus puños y mandíbula al tener viva la imagen de su madre llorando.

Impotencia.

―Maldición ―dice en susurro fijando su mirada azabache en sus manos que temblaban con torpeza.

Videl, al percatarse de la maldición que salió de la boca de su esposo y de la repentina frustración que este demostraba. Parada cerca de la ventana donde se encontraba limpiando, estaba consiente que debía darle espacio al pelinegro― "seguramente recordó los juegos de Cell" ―pensó la unigénita de Mark. Conocía perfectamente esa mirada proveniente del hijo de Milk.

Gohan al sentir la mirada azulada encima en él, solo la mira en silencio conectando su mirada con la de su esposa. No había duda que lo tranquilizaba de cierta manera.

Videl le sonríe.

Gohan corresponde el gesto; sin más, se levanta de su lugar para salir a tomar aire para poner en blanco su mente de aquel recuerdo. Un recuerdo que permanecería por siempre en su memoria. Un recuerdo que perdurara para siempre en Gohan.

FIN.