Y apareciste tú
Capitulo 1:
Ya habían pasado como cuatro días desde lo ocurrido en Nueva York. Sus heridas ya estaban cicatrizando, aunque si las observabas de cerca se podían observar marcas de sangre. El helicarrier estaba relativamente vacio y los vengadores ya habían regresado a su vida: Natasha y Clint habían sido reasignados, Tony había regresado a reconstruir la Torre Stark con Pepper. (Realmente era un insoportable. "¿Cómo es posible que Pepper lo quiera tanto?")
Banner había vuelto a Calcuta para "controlarse" y fue a socorrer a los habitantes de esa ciudad, y Thor…bueno él solo se marcho con Loki. "Al menos ese idiota recibirá su castigo, espero que sufra tanto como sufrió Coulson." Al pensar esto, Maria se conmovió. Aunque le rogara a su mente que dejara de pensar en él, no podía. Era lo más cercano que tenía a un amigo; él la alentó cuando creyó que no podría pasar las pruebas de Shield, además de que él y Fury habían salvado su vida varias veces, sobre todo cuando cierta persona (ahora reubicada en Siberia) la dejo sola en el campo de batalla…Maria sacudió su cabeza al recordar esto. "El golpe de la granada me debe estar afectando." Se levanto casi inmediatamente y se dirigió a su oficina.
Al entrar se topo con una pila de reportes que había que llenar para el consejo y al Capitán América esperando en una silla.
"¡¿Qué?! ¿Qué hace él aquí? ¡¿Qué no se había ido?!"
Cuando volteo al oír la puerta, vio la mirada de sorpresa de la agente Hill; era intimidante, pero a la vez asustada.
"Buenos días Capitán Rogers" eso fue lo único que pudo salir de su boca. No lo conocía bien. Sólo sabía de él lo que Coulson había dicho sobre su icono americano. Y según Sharon era el hombre más guapo que había visto (ahora ella estaba en Roma). "No lo intimides ni le hagas daño y cuídalo mientras no estoy" le dijo con un guiño mientras lo miraban inconsciente en su cuarto.
"Buenos días agente Hill" contesto con su típico movimiento de afirmación. Tampoco él la conocía muy bien, solo había escuchado rumores sobre ella. Según le habían comentado, ella había sufrido maltrato por parte de su padre desde pequeña, y que no lo había visto desde que se unió al ejército, que la había hecho sentir culpable por la muerte de su madre toda su vida, le habían contado sobre las dificultades que había tenido en su entrenamiento militar, como desarrollo muy buenas habilidades en Shield y como de la nada se volvió en la favorita de Fury (después de Natasha, Barton y Coulson). Decían que era fría e incapaz de darle su confianza a nadie (ni siquiera a Fury) y que se volvió más desconfiada después de ese agente que la había dejado peor que antes….
"Lamento haberla asustado, agente, espero no importunarla."
"No, para nada Capitán, no se preocupe por eso". Contesto tratando de evadir su mirada, se dirigió a su escritorio y se sentó. "Necesito distraerme un poco, la verdad no quisiera tener que sentarme a administrar estos odiosos reportes".
El Capitán parecía no saber si reír o solo escuchar. Lo dijo de una manera tan fría, que muy apenas pudo sonreír. Maria lo noto, y en su mente maldecía el haber sido así, cuando de repente reaccionó… "Espera…Maria deja de ser ridícula, ¿Por qué te importa el tratarlo bien? ¿Desde cuándo tomas en cuenta a Sharon?"
"¿Y porque sigue aquí, Capitán?" La forma en que él levanto levemente las cejas, la hizo darse cuenta de que otra vez lo había arruinado todo…
"Me refiero a que si usted tiene la oportunidad de salir a conocer al mundo ¿Por qué no lo hace?" trato de decirlo de la manera más amable pero tan fingida. No era buena siendo amable.
"No lo sé, creo que no es fácil adaptarse al nuevo siglo, mi departamento fue destruido por los chitauri, y creo que solo tengo mi moto, no puedo recorrer toda Nueva York en ella y menos sólo."
Al mencionar esto levanto su rostro para ver sus ojos azules, pero la volvió a bajar al toparse con la mirada dura de Maria. Parecía una esfinge, pero aun así muy hermosa, a pesar de que te podía matar con una sola mirada. Al parecer siempre tenía que vérselas con las mujeres más desafiantes: Peggy, Natasha, Maria…"Si tan solo ella sonriera más a menudo…"
"Todos tienen q donde ir, Natasha y Barton se tienen el uno al otro, Tony tiene varios millones, autos y a la señorita Potts, Banner…bueno el vive de ayudar a los demás y Thor tiene su propio planeta. Y al parecer, yo solo tengo mi escudo y a Shield." Ambos suspiraron de manera leve.
"De seguro piensa que soy demasiado patético"
"Claro Maria, tenias que recordarle que es un patético. ¿Por qué pierdes tu tiempo intentando platicar con él? ¿Acaso olvidas que eres una grosera antisocial y…
"¿Y usted agente Hill?
La pregunta la saco totalmente de sus pensamientos. "¿Perdón? " Contesto de manera confundida
"Si, ¿Qué tiene usted?"
Eso la confundió aún más. Nunca había contabilizado sus "propiedades"
"No lo sé…Nunca lo había pensado" Su vida siempre había sido el trabajo, entrenar y asegurarse de mantener su reputación como la agente de Shield más concentrada y dedicada de Shield.
Después de mantener la mirada baja por unos segundos (que fueron como una eternidad para Rogers) atino a decir algo: "Bueno, creo que lo único que tengo es a mí misma, puedo atreverme a decir que también a Fury, tengo un trabajo y un puesto muy importante, creo que eso es lo mío."
Maria bajo la mirada al darse cuenta que su vida en realidad era algo…bueno demasiado vacía.
"Todo eso que menciono, Agente Hill, creo que es demasiado visible para los demás, pero cuando le pregunte que era lo que tenia, no me refería al área laboral…"
Maria alzo su cara. Ella ya había sufrido demasiado con eso. Lo personal no era lo suyo, además el recordarlo y hablarlo no la iba a ayudar a superar lo que había pasado hace 5 años.
"Él también esta solo ¿Qué puede opinar sobre mi vida?"
"Hmm...yo…"
"Agente Hill, el consejo solicita tener una entrevista con usted de inmediato"
El radio que había colocado en su escritorio rompió la atmosfera de la habitación. Ella lo tomo sin perder de vista al Capitán. "Voy para alla."
Hill se levantó casi al mismo tiempo que Steve.
"Perdone Capitán, pero me tengo que retirar."
Al momento de salir, Steve la retuvo en la puerta tomando su mano y mirándola a los ojos le dijo: "Espero no haberla incomodado con que le pregunte." Maria trato de ocultar el rubor que cubría sus mejillas.
"Esos hermosos ojos, son iguales a los de…"
"No se preocupe Capitán-le contesto enérgicamente, como si eso callara los pensamientos en su cabeza- Voy a estar bien."
Mientras recorría el pasillo hacia la sala de juntas, su mente repasaba todos los recuerdos personales de su vida, y entre ellos los ojos azules y profundos que acababa de ver.
