Disclaimer: Los personajes le pertenecen a J.K. Rowling.

Autora: NebelKattyto

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AMORES

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Género: Romance

Personajes principales: Ginny W. / Sirius B. /Draco M.

Advertencias: Hurt/Comfort / Algo de Out of Character (OoC) / Posibles palabras soeces / Posteriormente contenido sexual explícito y/o erótico.

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PRÓLOGO

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«Lo bueno de crecer con Fred y George, es que acabas pensando que cualquier cosa es posible si tienes suficiente coraje»

Ginny Weasley (Harry Potter y la Orden del Fénix)

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Cómo llegó a las manos de Ginny, eso nadie lo sabe. Ella solo había deseado fervientemente que Harry no esté tan triste.

Ya habían pasado cuatro años después de derrocar a Voldemort y aún Harry no sonreía del todo, su sonrisa siempre quedaba en sus labios, jamás llegaba a sus ojos.

Ellos se volvieron buenos amigos, todos les preguntaban por qué no estaba juntos si se amaban pero ellos solo decían que no funcionaría, Ginny tenía muy claro que ellos no podían intentar estar juntos hasta que él cure todas las heridas de sus alma pero sabía que en el fondo, al menos ella, ya no quería intentarlo.

La guerra que habían ganado les dejó un sabor amargo, Ginny visitaba junto a George la tumba de su hermano Fred fielmente todos los días que podía. Era un ritual con el gemelo sobreviviente. Ginny dejaba flores y George encendía algunos Magifuegos Salvajes Weasley.

Harry se evocó de lleno a ser auror al igual de Hermione y Ron. Ella, en cambio, tuvo propuesta para ser buscadora de Quidditch y aunque estuvo un par de temporadas jugando junto Viktor Krum que dejó de ser buscador en el Equipo Nacional de Quidditch Búlgaro para ser el entrenador de las Arpías de Holyhead, sentía que algo le faltaba.

Después de algunas pruebas, ella comenzó su carrera para ser sanadora. Ayudar a las personas le daba una inmensa felicidad, felicidad que ni el Quidditch pudo darle con sus triunfos como buscadora.

Hizo su mejor esfuerzo para seguir con su vida pero ver a Harry sufrir siempre terminaba frenándola, era como tener una deuda pendiente con él y no saber cómo saldarla. Él fue quien perdió demasiado de esos últimos años, aunque ya desde un comienzo había perdido en demasía.

Ella que intentaba mantenerse aislada no entendía cómo era que tenía tanta fama entre los hombres, salió con jugadores de Quidditch, sanadores, algunos periodistas de El Profeta y uno que otro muggle, pero no pasaron de ser simples salidas para entretenerla.

De vez en cuando recordaba esa voz que se arrastraba como una serpiente, las manos frías y ese olor de perfume de hierbas frescas que provenían de un cuello juvenil. Era tal vez el único hombre que recordaba por completo fuera de Harry, lo tenía tan grabado. Ese hombre fue su sol por años y a la vez unos cuantos fríos inviernos. A veces, tenía la impresión de ver su cabellera rubia-platinada a lo lejos para terminar regresando a su realidad, una donde anhelaba fervientemente ser sanadora.

De una u otra forma, Ron, Hermione y Harry la convencieron de irse de viaje en unas vacaciones para despejarse, pues no habían tenido descanso ni vacaciones juntos, el trabajo de auror no era nada sedentario, según Ron.

Después de pasar por novedosos países latinos. Regresaron con energías renovadas a su sobria Europa. Él día de su retorno festejaron y se les pasó la mano, demasiado hidromiel con whiskey de fuego y ron de grosellas rojas. Una combinación nada recomendable.

No sabían cómo habían llegado al Bosque Prohibido del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Estar rodeada de tantos aurores tenía sus ventajas. No existía lugar donde no se escabulleran el Trío de Oro. Cuando Ginny abrió los ojos, una luz le dio de lleno en las retinas.

Pestañó incómoda y se desperezó.

De mala gana, y aún con el cuerpo adormecido (por el frío y el alcohol), gateó como pudo hasta la pequeña priedrecita que había sido la culpable de todo. La tomó entre sus manos y examinó su prolija forma.

«Las reliquias de la muerte», recordó.

Rio pensando que ya estaba chiflada y que no volvería a confiar en las mezclas que proponía su hermano Ron.

En su mente visualizó a Sirius, como la última vez lo vio: con su saco oscuro que dejaba ver las marcas de su pecho, sus largos cabellos ondeados, ese bigote que le daba aires de poder y su mirada gris aristocrática.

Extendió los dedos dejando que la piedra se deslizara en su palma rotando suavemente. Pensó en la sonrisa Harry más joven estando junto a Sirius en la casa del mayor. Se sintió como un viejo recuerdo aflorando entre sus memorias.

De pronto una luz cegadora nació de la piedrecilla.

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Publicado el 20 de marzo del 2015. Reeditado el 17 de mayo de 2016.

Nebel dice así:

¿Cómo comenzar? He tenido este fic en bloc por un tiempo, otro tiempo más editarlo y otro tiempo más hasta decidirme en publicarlo.

Nuevamente me encuentro en la disyuntiva de con quién emparejar a mi personaje principal. Aunque estoy casi segura de mi decisión.

No soy alguien que mantenga la intriga por demasiado tiempo pero la actualizaciones no será muy seguidas. Tengo fics pendientes e incluso uno en estado de HIATUS, además soy estudiante universitaria y les contaré que este es mi último año así que no soy la persona más desocupada del mundo pero no dejaré la historia inconclusa, podré tardar pero no abandonar mis fics.

Comentarios, si lo desean.