UN VIAJE HACIA TUS SUEÑOS.
¿Quién no ha soñado con poder ir a ese mundo, donde todas las cosas inexistentes se vuelven reales? ¿Quién no ha deseado poder vivir aquellas emocionantes aventuras donde poseer un arma o enfrentar a alguien quien crees que es imposible vencer te hierva la sangre de emoción y júbilo? ¿Quién no ha deseado estar en ese mundo lleno de magia y realidad?
Creo que todos nos hemos preguntado eso, o al menos lo he hecho yo, si podría existir ese milagro, el ir a donde tanto sueñas para hacer tus deseos más ahíncos hacerse realidad. Sí, tanto tiempo esperando ese suceso, donde solamente una persona lo había conseguido y yo esperaba que el destino me eligiera.
Pero por azares del mismo, ese día nunca llegaba… Once años esperando desde aquel suceso y mis esperanzas se iban extinguiendo. Pasando por momentos muy difíciles en mi vida, llenos de angustia, dolor y sufrimiento… Mas todas las cosas buenas llegan después de las desgracia, pues a mi vida llegó mi hijo único, quien me revivió el alma y mis ilusiones, rescatar mis sueños y compartir mis alegrías con él y borrar mi pasado oscuro con su hermosa y carismática sonrisa.
Shirou… Mi niño y pequeño… De tan solo 7 años de vida, siete años de alegría y amor puro, sin dejar las esperanzas ni la fe de que lo bueno siempre está por llegar. Donde todos tus sueños pueden hacerse realidad con esfuerzo y dedicación… Mas hay qué tener cuidado de lo que llegas a desear.
Cuando mi hijo nació, le dediqué toda mi vida y tiempo en su cuidado, en su protección, y sobre todo en su alegría y atención. Pero conforme iban pasando los años, el trabajo cada vez me lo impedía más, no tanto en su cuidado y protección, sino en prestarle mayor tiempo y atención a sus cosas. Sin embargo, nunca hubo una noche en que no le contara aquellas aventuras que tanto me habían hechizado… "La Leyenda de Zelda: Ocarina del Tiempo"… Tanto las aventuras de Link como del aquel segundo legendario, quien llegó de nuestro mundo para salvar esas tierras, las tierras de Hyrule, lograban hacer brillar esos ojos negros y extender esa sonrisa tan angelical e inocente, e inculcar ese mismo deseo que nacía muy dentro de mi ser.
Mas la crueldad del destino me aprisionaba más, esta vez, el trabajo me consumía tanto en el día como en la noche, y la atención era cada vez más pobre… Y eso Shirou lo resentía mucho. Así fueron después de sus 5 años de vida, yo con una melancolía y consciencia hechas pedazos mientras que mi hijo lloraba en silencio.
Una noche, ya a altas horas de la noche, me encontraba trabajando en mi portátil… Tenía mucha fatiga y cansancio, pero era esencial terminarlo ya que era para un proyecto de gran importancia en mi empresa.
- Ya son las 3:00… Y todavía me falta por terminar…- Sin darme cuenta, comencé a vagar por aquellos recuerdos de mi juventud. En aquel tiempo donde la desdicha aún no tocaba mi vida y el milagro cuando mi hijo llegó a mi vida- … Es curioso… Esta felicidad es mucho mayor que en mi adolescencia…- Comencé a sentirme triste y acongojada, sabía que estaba ocupando mucho espacio del tiempo para Shirou, pero no podía darme el lujo de incumplir con mis obligaciones, pues soy la única fuente para ganar dinero y poder mantener la educación y las necesidades nuestras- … Lástima que no estoy en óptimas condiciones para repetir la dicha con mi hijo.
Fue entonces cuando una ventana apareció en el monitor, el nick que venía era inconfundible para mí.
- "… Hermano…"- Pensé en el mismo estado, también me había sido impedido verlo tan seguidamente como antes. La culpa en mí cada vez se hacía mayor.
- Hola, hermana.- Me escribió desde su portal.
- Hiyto, hermanito… ¿Qué haces despierto a esta hora?- Le respondí un poco temerosa.
- No podía dormir…- Era algo muy común en él- … Pero más que eso, tuve la impresión de entrar al mensajero.
- ¿En serio?- Se me hizo muy raro, pues él tiene una intuición infalible, por lo que indicaba que era necesario que hablara conmigo.
- ¿Qué ocurre contigo, hermana?
- ¿A… A qué te refieres, hermano?
- Ya no eres la misma de antes… Te has olvidado de nosotros…
- … ¿Ustedes?...
- De mí… Y de Shirou… Ya no nos tomas en cuenta, te importa más el trabajo que tus propios seres queridos.- Debo admitir que eso fue para mí una puñalada en mi pecho, mis lágrimas comenzaban a cubrir mis ojos y con esfuerzo traté de responderle.
- No… Eso no es cierto, hermano…- Finalmente mis lágrimas comenzaron a caer, recorriendo mis mejillas lentas y fríamente- … ¡¿Pero qué puedo hacer! ¡¿El trabajo me tiene esclavizada, no puedo darme el lujo de incumplir!... ¡¿Quién podría entonces pagar los gastos y todas sus necesidades!... ¡Estoy atrapada! ¡Y lo peor, es que sé que a Shirou le duele mi ausencia y a mí también… Mi consciencia no me deja en paz!
Estaba muy desesperada, no pude controlarme en ese momento, ya no podía pensar en nada, sólo lloraba. Trataba de contener mis gemidos para no despertar a mi hijo. Hubo silencio por unos momentos, y después me respondió.
- Calma… No te culpo a ti por lo que está pasando… Pero debes admitir que puedes dedicarle un poco de tiempo, no a mí, sino a tu hijo.
- … ¿Cómo?...
- Trata de revivir esos momentos… En que le contabas todas aquellas aventuras… Esos recuerdos que tanto nos gustan.
- Desearía poder esta ahí, como una vez te pasó, para olvidarme de estos problemas y poder disfrutarlo con mi hijo.
- ……….- Su silencio no me fue raro, ese viaje no fue de tal agrado por el Héroe del Destino.
- Ya lo sé… Fue muy duro y difícil… Pero me gustaría que fueran como un viaje vacacional… XD
- Jejejeje… Sabes que eso no es posible… ¬¬… Por que…
- Por que sólo traen a la gente para resolver sus problemas… --… Lo sé…
- ¬.¬U… Bueno… Veo que ya estás mejor…- Era cierto, esta pequeña plática me alivianó mucho, el pesar ya no era demasiado fuerte- Me tengo qué ir, recuerda todo lo que te dije, no permitas que algo te impida ser tu misma y ser la madre que se divertía con su hijo, Ok?
- … Ok.
- Salúdame a Shirou y descansa ya, hermanita… Trabajar demasiado es dañino.
- … Está bien.
- Cuídate mucho, hermanita.
- Igualmente, hermanito.
- Ciao bella.
- Ciao bello.
De la misma forma en que apareció cerró su conversación para salir del mensajero repentinamente. Admitía que los consejos de mi hermano me habían alentado y el pesar se alivianó por un momento, comenzaba a reflexionar palabra por palabra.
- ¿A qué llevará esto?
- Mamá...
Se había despertado mi hijo, hablándome con esa voz sigilosa y temerosa mientras que se frotaba su ojo derecho en señal de sueño.
- Amor, ¿qué sucede?
- Tuve una pesadilla y tengo miedo de dormir otra vez.
- ... Ven, Shirou...- Se acercó a la cama y cerré mi portátil rápidamente para ponerla en mi mesa de noche- No tienes por qué temer, sólo fue un mal sueño.- Comencé a acariciar su rostro con tanta ternura, acomodando sus negros cabellos- Ven, acuéstate conmigo.
- Sí.
Sin perder tiempo se acurrucó entre las sábanas y se recargó de mi regazo, me miraba con esos ojos negros y llenos de vida, a pesar de estar despierto a tan altas horas de la noche.
- ¿Estabas trabajando, mamá?
- Sí, pero no importa. Debo descansar para mañana y además…- Le froté su fleco con vigor, provocándole una risilla dulce e inocente-… Debemos evitar que esas pesadillas vuelvan a atacarte.
- … Jajajajajaja… ¿Podremos contra ellos?
- Tenlo por seguro.
- ¡Bien!... Pero, ¿no tendrás problemas si no lo terminas?- Permanecí en silencio por unos segundos, era obvio que los tendría pero, no podía dejar a mi hijo en ese estado… Le debo tantas noches y atenciones…
- Claro que no, todo saldrá bien. Ya lo verás.- Sus ojos mostraban un cierto titubeo, sospechaba de una mentira, sin embargo acaricié su rostro y lo acomodé en mi pecho, haciéndolo olvidar ese tema que sólo lo perturbaría si le dijera la verdad- Ahora descansa, yo te cuidaré de esas horrendas pesadillas.
- Eso espero, por que realmente era horrible.
- … Ya no pienses en eso, mejor cierra los ojitos y escucha lo que te digo.
- Sí, mamá.
Comencé a cantarle esa canción que muchas veces llegué a arrullarlo cuando era un bebé, ya tenía tiempo sin entonarla. A Shirou pareció calmarlo y poco a poco fue siendo abrazado por Morpheo, hasta caer en un profundo sueño.
- "Me pregunto, ¿qué habrá soñado mi niño?"- Era algo en que pensaba mientras que seguía con esa onda de sueño que tanto relajaba, sin darme cuenta caí también en un profundo sueño, abrazando a mi hijo en señal de protección y amor hacia él.
Pasaban las horas lentamente, eran las 4:00 de la madrugada, tanto tiempo había deseado sentir esa paz y ese descanso que tanto pedía a gritos mi alma, ese descanso tanto físico como mental y espiritual… Pero todo principio tiene un fin, y este fin de mi placer se exterminó de una forma extraña.
Comencé a sentir algo extraño en mi cuerpo, un ambiente anormal mezclado de una esencia un poco pesadez, me desperté lenta y alarmadamente, comencé a mirar a mi alrededor con mi vista para descubrir la causa de tal presentimiento. Cerca de la puerta comenzaba a resplandecer una luz tierna y apacible de color azul, que se iba acercando poco a poco a la entrada.
- "… Otra vez esa luz…"- Pensé sin miedo, desde que era niña la había visto pasar cerca de mi habitación, a pesar de no saber su origen ni identidad, nunca me causó miedo ni mucho menos preocupación. Pero la sorpresa se incrementó cuando del otro lado del marco de la puerta se veía la luz de otra esfera, en este caso de color verde- "¡También la esfera verde está aquí!"- Esa esfera comencé a verla en mi adolescencia, apareciendo de la misma forma que la azul, pero jamás estuvieron juntas o en el mismo día- "………. ¿Qué querrán hacer ahora?... ¡¿Qué!- Comencé a ponerme esta vez nerviosa al notar que una tercera esfera se iluminaba cerca de la parte superior de la puerta, de un color rojo como el jade, esa jamás la había visto en mi vida, era la primera vez que aparecía y junto con las otras dos esferas, llegando a una conclusión poco congruente para muchos- "… ¿Serán… Serán acaso…?"
- Dicen que el tiempo es oro y, sin embargo, es desperdiciado por muchos…- Se escuchó la voz de una mujer, era tierna y amable, llena de amor y tristeza al mismo tiempo, que provenía de la esfera azul.
- Y nunca saben valorar lo que tienen hasta haberlo perdido quizás para siempre…- Otra voz femenina salió de la esfera roja, dura y reprochante.
- Dime…- Me habló una tercera voz de mujer, proveniente de la esfera verde. Se oía triste y melancólica, pero a la vez llena de esperanza y de ahínco-… ¿Qué harías tú para recuperar el tiempo perdido y valorar el que tienes en tus manos?
-… ¿Cómo?...
- ¿Serías capaz de sacrificar todo y con todo… por volver hacia tu hijo?- Siguió preguntándome ésta última, una pregunta que me desconcertó por completo.
-¡Nayru, Din, Farore... Sí lo haría!... ¡Pero, ¿qué quieren de mí!
-Nos has reconocido y el reto te has sometido. Queremos que con ello aprendas la moraleja de esta antigua historia...
Todo se volvió blanco, era una luz tan intensa que me cegó totalmente los ojos. En un esfuerzo por abrirlos, vi a las 3 mujeres doradas que de ellas surgía esa luz... Y... Como si cayera de un barranco... Sentí caer en un gran vacío, donde mis gritos resonaron por todo el lugar con gran fuerza, hasta en un punto en que no llegué a saber nada de mí ni de nadie en un tiempo indeterminado.
