La luna llena ocupó el lugar del sol indicando que ya comenzaba la noche. Todos se encontraban en sus hogares excepto Tohru que en algún momento tendría que volver a casa. Yuki, con su gentileza y su armadura de caballero imaginaria, había decidido de salir al encuentro de Tohru con el objetivo de que ella no viniera a casa sola. Después de todo, prevenir es mucho mejor que lamentar.

Tohru se había quedado para la limpieza, y una vez que todo se miraba en orden le informó a su jefe de que ya había terminado. Sin más que agregar, fue a su casillero donde se cambió su uniforme, retiró sus objetos personales y guardó algunas cosas para llevar a casa.

Al salir del pequeño restaurante, se impresionó al ver a Yuki esperándola como buen mozo y se fue a saludarlo lentamente con una sonrisa un poco cansada. Era natural, ya que la dulce chica había tenido un día muy movido. Bueno para su propina, pero un poco cansado para su física.

-¡Hola Sohma-kun! – dijo la chica con una gran sonrisa.

- ¡Hola! – le devolvió la sonrisa el joven mozo y silenciosamente ambos se dirigieron a la casa de Shigure.

Al adentrarse al bosque que era necesario cruzar para llegar a casa, se dieron cuenta de que un derrumbe bloqueaba el paso. Los jóvenes estaban un poco preocupados ya que era muy noche para buscar otro lugar a donde ir, y era aun peor avisar porque la señal telefónica era muy mala en el bosque. Imprudentemente, decidieron tomar otro camino que era no solamente más largo, también era un poco peligroso. Y pensándolo bien era más seguro ir sobre el derrumbe, que tomar el tan mal atajo...

Así fue como la lógica fue un poco ignorada y los jóvenes decidieron cruzar aquel atajo lo más cuidadosamente posible.

Hasta que...

- ¡Aaaaaa!

Tohru se había tropezado con una raíz que crecía un poco arriba del suelo. Naturalmente, la tragedia no terminaba ahi sino que un abismo se encontraba al fin del tropiezo.

- ¡No te sueltes! - Yuki corrió para ayudarla y le sostuvo la mano lo más fuerte posible ya que sabía que Tohru resistiría un poco, no lo suficiente.

- ¡Sujétate por favor no te sueltes!– Mientras conjuraba fuerza del más allá, le dio un jalón tan fuerte con el motivo de ponerla a salvo, tal jalón hizo de que la dulce chica saliera de su aprieto y se salvara. Por supuesto, era inevitable de que cayera encima de Yuki provocando que este se convirtiera en un ratón.

- Lo siento mucho Sohma-kun... y muchísimas gracias por salvarme. –dijo Tohru agradecida por haber salido del aprieto y culpable por haber causado ese efecto.

- No hay ningún problema Honda-san no te disculpes. Al menos estas a salvo, ¿verdad? - dijo con su voz baja debido a la transformación y minutos después volvió a la normalidad.

Una vez que ya ambos estaban más tranquilos y Yuki había vuelto a su forma humana, trataron de resumir su camino.

– ¿Seguimos?

-Auch –trató de levantarse Tohru - Creo que no puedo levantarme, quizás al caer me doble el tobillo y ahora no puedo ni levantarme ni caminar. Lo siento mucho Sohma-kun– dijo con unas cuantas quejas de dolor la chica.

Ambos se quedaron callados por un tiempo evaluado la situación.

-Bueno yo te cargo. No será un problema siempre y cuando no me abraces –dijo con su nunca faltante sonrisa.

El caballero con armadura invisible la levantó con sumo cuidado y la cargó en el mismo estilo que los hombres a sus esposas con la única excepción del abrazo. Como el camino era largo se detuvo un segundo para recuperar el aliento, acostó a Tohru en la grama quien ya estaba dormida, acarició su cabeza y le dijo muy silenciosamente:

-Si supieras que hago esto solo porque me preocupas y te amo.

Pero por supuesto él no contaba que ella no estaba dormida y que solo había cerrado sus ojos porque después de todo estaba cansada. Tohru no podia disimular que estaba nerviosamente feliz y su corazón palpitaba así que abrió sus ojos encontrándolos con los de Yuki. Él no sabía ya que decir (si ese era el caso él había dicho más que lo suficiente).

- Yo...

Sin más preámbulos la chica abrazó a Yuki sin pensar que posiblemente se convertiría en un ratón. Pero no sucedió. Yuki, lleno de felicidad, tampoco dio explicaciones cuando gentilmente le dio un beso inocente que hizo a la chica sonrojarse en toda la gama de rojo.

Resumieron el camino agarrados de la mano e inocentemente avergonzados por el nuevo paso de su nueva tacita relación.


Extra

- Mami, ¿Cómo fue que tú y papá se enamoraron? - dijo la pequeña niña que era la copia de su madre.

- Bueno... - se sonrojó un poco -

- Mamá ya estaba enamorado de mi Yumi. - sonrío Yuki.

Tohru se sonrojó aun más.

- Pero si quieres saber como fue que le dije que la quería mucho, - continuó Yuki- fue un día que hubo un derrumbe en la entrada del bosque y ...


JAJAJA! Después de no sé cuantos años me digne a revisar este oneshot. Me dije a mi misma que mantendría la esencia de mi inocencia y solo cambia mayúsculas y tildes y las cosas así ... Ya saben el protocolo.

Espero que les guste el cambio y el pequeño extra que agregue.