Disclaimer: (Esto se aplica para el resto de las viñetas, duh). Ni los personajes ni el mundo de KHR me pertenecen. Yo sólo escribo por diversión y nadie me paga por estos fanfics :D.

Notas generales: Esta serie de viñetas no correlativas responden al reto de la comunidad 10pairings. El personaje que pedí fue Chrome, con lo que encontrarán únicamente parejas con ellas entre estas viñetas. Cada viñeta especificará al principio las advertencias necesarias (incluyendo posibles spoilers y género) y el pairing. No digan que no avisé con lo que se podían encontrar (?).

Advertencias: Spoilers de todo el Arco del Futuro. Pero temporalmente situado en algún momento entre el presente y el futuro que se ve en ese arco.

Pairing: 01. Chrome/Fran.

Notas específicas: Me duele que el fandom no tenga nada de este pairing que se me hace tan enormemente adorable ;_;. Es básicamente el motivo por el que escribí esto. Realmente no creo que sea una maravilla (me rompió la cabeza, y asdkjsdfs creo que está OoC... Y sí, soy conciente de que -si han leído otros de mis fanfics- siempre digo eso. ¿Tal vez soy un poco perfeccionista? xDU), pero tengo esperanzas de que alguien lo lea y diga "¡Oh! ¡Nunca había pensado en este pairing! Es cierto, escribamos algo mejor de ellos :D" (?). Ah, sí: hay una mención a otro fanfic mío en relación a cómo creo que Fran pudo empezar a formar parte de este grupo, aunque es como... una oración. Sólo quería avisar por si lo encontraban extraño.

Diferente al resto.

Desde un principio su relación con Chrome había sido diferente. Él se relacionaba con las personas a partir de una especie de "amor apache": sus comentarios usualmente terminaban por hacer que la gente quisiera matarlo. Sólo había dos excepciones, que casualmente se encontraban muy conectadas, y eran Mukuro (que aunque nunca se enojase con él, igualmente lo maltrataba por diversión), y Chrome.

La muchacha simplemente nunca se enfadaba. Sin importar qué dijera, sus reacciones no pasaban de expresiones de nada, o, si tenía mucha suerte, una de esas risas que Chrome soltaba de vez en cuando, y que eran tan adorables.

No era como si Fran quisiera producir el odio de la gente. Bueno, a veces sí, pero en general simplemente no podía (ni quería) detener su lengua. Siempre había considerado que las personas se enojaban demasiado fácilmente.

Y por eso, justamente, era que se entendía mejor con Chrome. Ella parecía ser la única capaz de soportar escucharlo más de cinco minutos sin golpearlo. De hecho, ella nunca lo había golpeado. lo había mojado una vez con la pistola de agua que había comprado para bañar a Ken, pero considerando los intentos de asesinato que Fran soportaba en su vida diaria, eso no era nada.

No era aquello lo único por lo que le tenía un especial cariño a Chrome. Para empezar, ella lo había acogido y lo había llevado a un mundo de lo más interesante. Sin contar el hecho de que era simplemente imposible no querer a esa chica. Cuando llegabas a entenderla un poco, cualquiera sentía ganas de abrazarla. Aunque algunos lo reprimieran.

Como por ejemplo, la persona (si podía llamarse persona) a la que acababa de cerrarle una puerta literalmente en la cara.

—Chrome, Ken necesita un baño, su olor comienza a llegar incluso a mi habitación —se quejó el chico, aunque siempre usando su tono habitual de desinterés—. ¿Me prestarías tu pistola de agua, por favor?

La muchacha, que ya estaba bastante acostumbrada a aquellas irrupciones repentinas a su "cuarto", simplemente se levantó del rincón donde estaba leyendo un libro, y en silencio fue en busca de la pistola de agua. Sin preocuparse demasiado por los gritos molestos de Ken al otro lado de la puerta.

Fran la observó cuidadosamente, y se dio cuenta de que ella estaba sonriendo (casi, casi riéndose). Siempre le había gustado su sonrisa, aunque posiblemente nadie adivinaría eso. Fran podía encontrarse en medio del Apocalipsis mismo, que su habitual desinterés no iba a desaparecer de su rostro.

Mas aquella vez lo demostró. Porque al menos él no sentía necesidad de reprimirse, como otros. Cuando Chrome se acercó con el objeto de plástico en su mano para entregárselo, él no agarró la pistola, sino el brazo de la muchacha, y la atrajo hacia sí mismo para darle un corto abrazo (Vale la pena aclarar, su expresión no cambió en ningún momento).

Luego, como si nada hubiera ocurrido, tomó el juguete y se dirigió a la puerta, listo para empezar a "bañar" a su compañero contra su voluntad, dejando atrás a una muy sonrojada Chrome que sencillamente no entendía nada.

Mientras él pensaba que ya regresaría por algo más.