Holiis este es un one shot de Death Note, y es un final alternativo, Light y Misa mueren de formas diferentes a la serie
Disclaimer: Takeshi Obata y Tsugumi Ōba
«El asesino vuelve a atacar». Ese título era el que reinaba en todos los periódicos. Y «Doce personas brutalmente asesinadas fueron encontradas ayer, y parece ser que es obra del mismo asesino que las otras veces» era el texto que seguía. Los quioscos abrieron ese día como lo hacían normalmente, y la gente iba a comprar en ellos como lo hacían normalmente también. En una cafetería, un chico de unos 20 años leía el periódico del día, con su croissant y su café de siempre, y lentamente se relamía los labios, pensando qué podría hacer ese día mientras leía el artículo de los asesinatos. Sacó una libreta negra, con lo que parecían unas letras blancas estampadas, y apuntó doce nombres más. Al lado de cada uno garabateó lo que parecían ser los mismos números. Se levantó, y después de pagar la cuenta se fue tranquilamente a dar un paseo esperando la noche, que al paso de las horas se cernía cada vez más. Se paró a comprar unas manzanas, tan brillantes y rojas que cualquier Blancanieves le hubiese envidiado. Poco a poco, las manzanas fueron desapareciendo, y al final del día, regresando a su casa, no quedaban ni los corazones de las frutas. Durante el día había estado pensando en su tema preferido: Dios. Creía firmemente que sólo a él se le concedía ese poder, esa autoridad. Se creía capaz de desempeñar el papel de decidir quiénes morían y quiénes no. De vez en cuando, mientras caminaba, torcía la cabeza ligeramente, como si hablase con alguien que fuese invisible pero no quisiese parecer excéntrico a ojos ajenos. Al fin llegó a su residencia, pero había algo raro. Todas las luces estaban apagadas. Raramente su novia las apagaba, porque siempre le esperaba despierta, en camisón, hasta que llegaba. «Debe de ser una sorpresa o algo» pensó divertido el chico. No era una diversión de que le gustaba que su novia le hiciese sorpresas. Era una diversión malsana, que solo se puede esperar de alguien que se aprovecha de la gente que le quiere y que le rodea. En realidad no ama a su novia, solo se aprovecha de ella, como un objeto que puedas tener en tu habitación, o decorando el comedor. Cuando entró, en su vivienda reinaba el silencio. Ya más preocupado, intentó encender una lámpara del comedor. «Qué raro. ¿Se habrá ido la luz?» Prefirió seguir pensando eso. Oyó un ruido detrás suyo, y se giró, asustado. «¡Qué susto me has dado! ¡No lo vuelvas a hacer!» De nuevo hablándole al aire. Tropezó con algo, y casi se cae al suelo. Lástima. Hubiese sido más fácil para mí. No se dio cuenta de mi presencia en todo el rato que estuve en su casa. Así que me acerqué, dispuesto a terminar mi tarea, ya terminar mi diario sobre él. Me gustaría haber descubierto con quién hablaba siempre, ya que pude escuchar sus conversaciones con el aire pero no las supuestas respuestas. Lo averigüé todo de su vida, como mis otras víctimas, excepto eso. Pero ya no se puede esperar más. Él es el número doce, sin él no puedo completar mi obra diaria. Podré guardar su caso con los de los otros de hoy, al fin. ¡Ya está! Se ha distraído y por fin es mi turno.
Ahora su sangre yace esparcida por su suelo.
No eras tan especial como creías
Light Yagami, sujetos del dia 17/06/14
