Era
ya tarde en Sunakagure, el Kazekage miró por la ventana y
suspiró, otro día más encerrado en esa
habitación, parecía una cárcel y le estaba
empezando a recordar al hospital, volvió a suspirar e intentó
concentrarse en sus papeles, eran muchos y el ya estaba cansado pero
algún día habría que ordenarlos...
Dos
horas mas tarde volvió a mirar por la ventana, no habían
luces encendidas salvo la de los bares y algunas más, pero por
lo general casi todo el mundo dormía. Decidió que ya
había trabajado suficiente hoy, y se fue a casa, pero por el
camino se cruzó a alguien que le resultó familiar,
pensó que eso era imposible, que no podía ser esa
persona, así que decidió no darle más
importancia al asunto y seguir su camino.
Cuando
llegó a su casa no volvió a pensar en aquella persona,
estaba muy cansado y se quedó dormido, pero aquella persona no
solo inundaba sus pensamientos sino que como muchas otras veces
inundo sus sueños, sueños en los que el sentía
paz y tranquilidad. Un bonito sol inundaba la habitación del
Kazekage a la mañana siguiente, cuando se despertó, se
quedó un rato mirando su ventana y acto seguido se vistió,
desayunó y se fue al despacho, todavía le quedaba mucho
por hacer. Pero por el camino, se paró en la calle donde
anoche creyó ver a "esa persona",miró hacia todos
lados como buscando a alguien, después de un rato se dio por
vencido y siguió su camino lentamente por si esa persona
volvía a esa zona, pero no la volvió a ver.
Al
llegar al despacho se quedo un momento mirando los papeles, y se
sentó, pero no podía dejar de pensar en lo de anoche.
Por una parte pensaba que era imposible lo que había visto y
que había sido una mala jugada de su subconsciente por
cansancio, pero, por otra parte tenía la esperanza de que
hubiera sido real.
-¿Esperanza?-pensó-¿Desde cuando tengo ese sentimiento? creo que estoy ¿cambiado...?
No estaba acostumbrado a pensar en "positivo", hasta hace poco no sentía nada mas que dolor y soledad y ahora…
-Arg ¿Qué me está pasando?-pensó.
No
lo entendía, no sabía que hacer, no sabía como
reaccionar, cogió su cabeza e hincó los codos en la
mesa.
Estuvo
así cinco minutos, sin pensar, sin hacerse preguntas y sin
acordarse de aquella persona… después volvió a
erguirse y empezó a ordenar de nuevo los papeles, como si nada
hubiese pasado.
Dos
aburridas y silenciosas horas, después Kankuro y Temari
entraron y se sentaron, pero no cerraron la puerta.
-Hola
Gaara-dijo Temari sonriendo y haciendo un gesto con la
mano-acabábamos de volver de la misión que nos
encargaste y pasamos por el mercadillo a comprar algunas cosas, y ¿A
que no adivinas a quien nos hemos encontrado?
Alguien
entró en el despacho tímidamente pero a la vez con la
cabeza alta y firme. El Kazekage no daba crédito a lo que
veía, abrió bien los ojos y miró a aquella
persona de arriba abajo, entonces… la había visto de verdad
la otra noche…
Kankuro
y Temari sonrieron al ver a su hermanito reaccionar así,
mientras a Temari le parecía dulce a Kankuro le parecía
algo muy gracioso.
-Ho-hola Kazekage-sama-dijo aquella persona desde la puerta.
