Ella fue mi salvación... una linda chica de mi edad y complexión, incluso de mi misma estatura...
Ella solia usar lindos vestidos fantasiosos y poco usuales, llebaba el cabello teñido de colores llamativos y siempre se hacía peinados extraños, no le importaba en absoluto lo que nadie pensara de ella. Yo no podía entender como ella, alguien tan segura decidiera estar cerca de mi, si yo era... si yo era... bueno... todo lo contrario, sombria, depresiva, poco alegre y nada amigable.
Yo siempre solia llevan el pelo en el rostro, ocultandome de todos y ella siempre llebaba esos peinados tan divertidos y extrabagantes. Mientras yo me escondia ella solia lucir radiante. Siempre les sonreía a todos y era muy amable.
Me recordaba a alguien que conocí en el pasado, era una linda chica que siempre lucía alegre, la conocí en el mejor momento, ella se dio cuenta de las marcas en mis brazos, pero, después de todo no me hizo a un lado, me ayudo a borrar las marcas y me ayudo a sonreir también. Acostumbraba darme obsequios todo el tiempo, era su forma de reconfortarme, ella supo todo de mi e intentaba que yo lo superara todo. Pensé que podría lograrlo pero... ella desaparecio... algún loco perdido por ahí la desaparecio un buen día, nunca más la volví a ver y entonces... los cortes regresaron, ahora más profundos... todo regreso a ser como antes y yo volvi a despresiarme a mi misma, no paraba de culparme por lo ocurrido, deje la escuela y mi madre decidio que era hora de mudarnos. Pase un tiempo sin estudiar, apenas unos meses... pero fue suficiente para conocerla a "ella"
Con el cabello arreglado y unos brillantes ojos bicolor de nacimiento. Nunca le importaba lo que dijeran de ella e incluso cuando no sentia bien les sonreía a los demás, me preguntaba como lo hacía. Muchos aún la miraban extrañados por su ropa, pero, no bastaba mucho para que empezaran a decir que "ella era genial", siempre estabamos juntas y cuando estaba con ella me podía sentir libre de hablar... en ocaciones esto provocaba un ambiente un tanto tenso... así que prefría contenerme...
Pero ella me hacía feliz...
Mi madre la aceptaba de buena gana cuando ella se sentaba a comer a la mesa, la aceptaba por que sabía que me hacía feliz, y mientrasfuera así, estaba bien. Ese día por la noche, como siempre, subi a mi habitación después de la cena, encendí la luz y me dirigí al cuartode baño, de nuevo encendí la luz y lo primero que vi fue a "ella", de pie frente a mi, mirandome fijamente desde el cristal, con una suabe y dulce sonrisa dibujada en sus labios teñidos de un violeta claro y brillante, y sus grandes ojos de distinto color... esos ojos por los que yo había sufrido tanto antes... esos ojos dulces, que me miraban con compación, que me pedía no hacerlo un día más, que me pedían no rendirme, por que yo, estaba viviendo por ella... esta viviendo para ella... mi amada...
Tome la dulce tela de seda y la pase por mi rostro, poco a poco desaparecían esos labios coloridos, y esa mirada resltada por el delineador a juego con la ropa, aparecieron de nuevo esos de mirada triste y apagada, y se descubrieron eson labios curbados en un intento fallido de ronrisa... de nuevo frente al espejo, aparecí nuevamente yo, y así sería por está noche, pero, mañana esperaba que ella regresara a salvarme... nuevamente... por que yo... quería verla una vez más...
