Capítulo 1- Nuevo comienzo, nueva aventura.

Han pasado días desde que el Team Flare trató de causar el fin del mundo y ahora las cosas habían vuelto a la normalidad. Durante ese tiempo, nuestros héroes (Ash, Serena, Lem y Clem) han decidido permanecer un poco más de tiempo juntos antes de que cada uno marchara por un camino diferente. Ahora mismo estaban caminando hacia un valle.

"Esto es lo que me gusta más que nada, viajar con todos vosotros en busca de nuevos lugares para pasarlo bien." Confesó Ash.

"Jeje, a nosotros también nos gusta mucho, Ash." Apoyó Serena.

"Bueno, ¿a dónde vamos exactamente, Lem?" Preguntó Ash.

"Pensé que sería emocionante ver el último lugar de la región Kalos que teníamos que ver." Respondió Lem.

"Eso será divertido, dado que entonces nos separaremos." Dijo su hermana, un poco triste, refiriéndose al hecho de que todos habían decidido su futuro en una reunión anterior.

"No te preocupes Clem." Consoló Ash, acariciando su cabeza. "No importa cuánto tiempo pasemos juntos, lo que realmente importa es lo mucho que nos divirtamos en ese tiempo, ¿verdad colega?"

"¡Pikachu!" Respondió el pequeño pokémon con una sonrisa.

"¡Es cierto! Incluso cuando nos quedemos en el gimnasio Luminalia, nunca olvidaremos los grandes momentos que vivimos juntos." Añadió Lem.

"¡Sí, genial!" Dijo su hermana.

"Oh Serena. Has decidido ir a la región Hoenn, ¿no es así?" Preguntó Ash de repente, cogiéndola desprevenida.

Serena ya había decidido continuar su camino aprendiendo todo sobre los concursos pokémon, y Hoenn era el lugar perfecto para empezar. Pero por supuesto, ella no había tenido tiempo para planear como contarle a Ash lo que ella realmente sentía hacia él, y no quería que se fuera sin saberlo.

"Oh, hm, sí. Esa es mi decisión." Dijo ella un poco nerviosa.

"Por cierto, se te ve mejor desde que te ha vuelto a crecer el pelo." Dijo Ash, notando que el pelo de Serena había vuelto a ser tan largo como la primera vez que se conocieron.

"Oh, gracias."

"¿Por qué estas colorada?" Preguntó Clem de repente.

"¡Ah! Nada, nada. Es solo que hace mucho calor aquí." Respondió Serena muy nerviosa. "Ash, has dicho que vas a volver a Pueblo Paleta, ¿verdad?"

"Sí, ahora que la liga de Kalos ha terminado, no sé qué hacer."

"Bueno, podrías intentar viajar a otra región que no hayas explorado aún." Sugirió Lem.

"Hm, esa es una buena idea. A la primera oportunidad, la cogeremos." Dijo Ash.

"Pika, pika."

"Bueno, hermano mayor. ¿Qué es este nuevo lugar que no hemos visto todavía?"

"Me alegra que me lo preguntes. Veréis, este lugar es considerado uno de los lugares naturales más antiguos de la región de Kalos. Tiene buenas vistas, montones de ambientes para toda clase de pokémon, pero lo que lo hace especial es lo que contiene en el centro. Hay un montón de cristales gigantes de color azul brillante."

"¿En serio?" Preguntó Serena interesada.

"¿Cristales gigantes de color azul brillante?" Preguntó Ash también.

"Sí, por eso la gente llama a este lugar el Valle de los Cristales Azules. Y lo mejor es que nadie sabe lo que son realmente esos cristales." Continuó Lem.

"¿Huh, de verdad?" Preguntó Clem.

"¿Dedenne?"

"Cierto. Los científicos han intentado descubrir lo que son, pero aún no han podido conocer su composición. Por eso construyeron una instalación de investigación en el valle, para estudiar todos esos cristales. Pero ahora mismo la instalación está abandonada, por eso se me ocurrió la idea de visitar el valle y la instalación todos juntos." Concluyó Lem.

"¡Eso suena genial!" Dijo Ash.

"¡Sí, y suena interesante!" Apoyó Serena.

"Y podemos hacer un picnic al lado de los cristales con todos nuestros pokémon." Sugirió Clem.

"Sabía que os gustaría. Y yo puedo aprovechar la oportunidad de ver los cristales por mí mismo, y tal vez intentar descubrir por mi cuenta lo que realmente son."

"¿Pues a que estamos esperando? ¡Vámonos!" Dijo Ash.

"¡Pikachu!"

Los cuatro chicos partieron hacia el valle de inmediato. Sólo les llevó media hora llegar, y por supuesto vieron los cristales que Lem describió antes. Tal y como él dijo, eran enormes, brillando con un precioso color azul.

"Es tal y como dijiste, son preciosos." Observó Serena.

"Y son enormes." Añadió Ash.

"Pika."

"¿Podemos coger un trozo pequeño para llevárnoslo a casa? ¿Por favor, hermano mayor?" Pidió Clem.

"¿Por qué no? Después de todo, estos cristales no pertenecen a nadie, y yo siempre he querido estudiarlos por mi cuenta."

"Muy bien, ahora preparemos el picnic para que todos podamos comer." Declaró Ash.

Pero entonces, todos oyeron un enorme sonido que venía de las montañas, justo donde había un montón de nubes negras con rayos.

"Oh oh. Parece que se acerca una tormenta." Observó Lem.

"Supongo que nuestra excursión se acabó." Dijo Clem un poco triste.

"Espera un momento. ¿Es esa la instalación que has mencionado, Lem?" Dijo Ash, señalando una estructura cercana en terreno elevado.

"Sí. Esa es la instalación de investigación construida para estudiar los cristales."

"Tal vez podamos resguardarnos dentro y hacer nuestro picnic allí en caso de que empiece a llover."

"Ash, esa es una buena idea. Así no habremos venido para nada." Felicitó Serena.

"Muy bien, vamos. Pero primero necesito tener una pequeña pieza de este cristal para que pueda empezar mi investigación." Dijo Lem.

"No necesitas preguntarlo dos veces." Respondió Ash con una sonrisa. "¡Pikachu, usa Cola férrea!"

"¡Pika!"

Pikachu cortó una pequeña pieza del cristal con su cola que Lem cogió antes de que todos fueran hacia la instalación mientras la tormenta se aproximaba. Mientras, muy lejos de allí, en un pantano, muchos vehículos estaban conduciendo en la misma dirección. Parecían militares, pero no lo eran.

"Señor, estamos llegando al lugar destinado." Dijo el conductor a una figura enmascarada.

"Entonces aquí es donde paramos." Dijo el hombre enmascarado, cogiendo un arma.

Inmediatamente, todos los vehículos pararon, se abrieron sus puertas y salió un montón de gente. Estas personas, hombres y mujeres por igual, llevaban un extraño uniforme verde, algunos más avanzados como soldados futuristas, mientras que otros parecían oficiales por sus uniformes más coloridos.

"Señor, hemos detectado sus señales energéticas. Localizadas justo dentro de un edificio abandonado, justo delante." Dijo un peón femenino.

"Se esconden porque tienen miedo de nosotros. Saben que son los últimos de ellos." Dijo su líder: un hombre joven con una armadura más detallada, con una extraña mascara cubriendo su cara; sacó una poke ball y salió un Trevenant, revelando que era su compañero pokémon. "Hagamos que sea inolvidable. ¡Coged las armas, llamad a vuestros pokémon, y preparaos!"

Toda la gente empezó a llamar a un montón de pokémon fuertes de toda clase, cogiendo un montón de equipamiento avanzado y armas de los vehículos. Sus armas no eran como las utilizadas por los militares, parecían más avanzadas y, por supuesto, en todos sus uniformes, vehículos y equipo había un extraño símbolo desconocido. Debido a que estaban ocupados no se dieron cuenta de que algo los observaba desde el agua, pero no era un pokemon, era algo gigante, de superficie metálica y con una máscara que cubría su rostro. La figura no hizo nada, simplemente siguió observando a los humanos haciendo sus cosas.

"Todos cargados y a punto, señor." Reportó un peón. "Esperando sus órdenes."

"Muy bien. ¡Escuadrones del 1al 3, rodead el perímetro y asegurad cualquier ruta de huida; escuadrones del 4 al 7, francotiradores; escuadrones del 8 al 11, conmigo; vigilancia, echad un ojo a los objetivos y mantened informado a nuestro apoyo aéreo en caso de que necesitemos refuerzos! ¡Recordad estar preparados para lo que sea; no les dejaremos escapar! Que empiece la caza." Instruyó la figura enmascarada.

"¡Sí señor!"

Con todo dicho, todas las tropas y sus pokémon fueron a sus posiciones destinadas. El líder se acercó a una estructura abandonada en el interior del pantano. Revisaron la zona hasta que vieron que estaba despejada y entraron en la estructura.

"Muy bien vigilancia, estamos dentro. Mostradnos el camino." Dijo él.

"Los escáneres detectan una fuerte lectura de energía procedente de la parte superior del edificio, señor. Deben estar escondidos allí."

"Seguid observando ese lugar en caso de que algo suceda. Decidle al apoyo aéreo que esté listo y apuntando a esa ubicación."

"Recibido señor."

"Muy bien personas y pokémon, sigamos adelante."

El grupo siguió subiendo hacia la cima, hasta que el líder se dio cuenta de algo cuando llegaron a casi el último piso.

"¡Alto!" Ordenó él.

El grupo entero permaneció quieto con sus armas listas y sus pokemon esperando para atacar. El líder miró al suelo, quitó el polvo un poco y descubrió algún tipo de dispositivo avanzado en el suelo.

"Justo lo que pensaba, minas."

"Han puesto bombas por todo el suelo en un intento de acabar con nosotros." Dijo un peón.

"No, esto no estaba pensado para acabar con nosotros, sino para dar la alarma y permitidles escapar antes de que pudiéramos localizarles. Están desesperados, por lo que son más peligrosos. Permaneced atentos para cualquier otra trampa que encontréis." Instruyó él antes de que continuaran avanzando, evadiendo las minas.

Finalmente llegaron a la parte superior del edificio, pero sólo encontraron un montón de contenedores metálicos.

"Así que queréis jugar al escondite, muy bien." Observó el líder. "Air Strike 1, ¿estás en el aire?"

"Afirmativo señor. Acabamos de llegar." Dijo una voz a través del enlace.

Miró por encima de él en la distancia para ver algún tipo de cañonera avanzada (parecido a los Pelicans de Halo), listo para proporcionar apoyo.

"Apuntad vuestras armas al lugar marcado cuando de la señal."

"Recibido."

"Trevenant, diles que usen Profecía." Ordenó el líder.

"Trevenant."

Un par de Shuppet usaron la habilidad, como una especie de radar. Cuando terminaron, el Trevenant se aproximó despacio a los contenedores del medio.

"¿Qué está haciendo?" Preguntó un peón.

"Va a marcar los blancos." Respondió el líder.

El pokémon marcó con sus garras cinco de los contenedores antes de que todo el grupo le siguiera y empezó a colocar explosivos en los contenedores.

"Air Strike 1, blancos marcados. Abrid fuego en cuanto veáis las explosiones."

"Listos señor."

Cuando el grupo se puso a bastante distancia, pulsaron los remotos, activando los explosivos.

"Blanco fijado. Fuego."

La cañonera disparó unos misiles que destruyeron los contenedores, revelando que dentro de ellos había cinco seres metálicos gigantes.

"¡Ahí están, fuego!" Ordenó el líder.

El grupo empezó a disparar a los seres gigantes parecidos a robots con brillantes ojos rojos, que trataron de buscar cobertura.

"Ya dije que este no era un buen lugar para esconderse." Dijo uno de los robots, uno que parecía tener alas en sus hombros.

"¡Oh, cállate Brimstone, y devuelve el fuego!" Dijo otro robot con un cuerpo de jet.

"No Axer, no podemos luchar aquí. ¡Retirémonos!" Dijo un gran robot que parecía tener una barba y pinchos en los hombros.

"Si capitán. Muy bien todos, vayamos por el pantano." Dijo otro robot, que parecía un vehículo.

"¡Olvídalo! No me arrastrare otra vez por ahí. Me voy volando." Decidió el último robot, que parecía tener partes de un tanque y un helicóptero.

"¿Estás loco, Sandstorm? ¡Te derribaran antes de que puedas escapar!"

"Ese es mi problema, Cannonball. Nos veremos en otro escondite."

El conocido como Sandstorm saltó del edificio, pero antes de que llegara al suelo se transformó en un helicóptero y empezó a alejarse.

"¡Apoyo aéreo, uno de los objetivos se está escapando!"

"No se preocupe señor. Aquí Air Strike 2 llegando a la escena. Le tenemos fijado, no ira a ninguna parte."

Otra cañonera, junto a dos helicópteros avanzados y jets dispararon misiles al robot y el impacto le forzó a aterrizar.

"Muy bien, insectos. ¿Queréis luchar? ¡Aquí tenéis!" Gritó Sandstorm, antes de que se transformara en un tanque y empezara a disparar.

"Listos para bombardear, señor." Reportó uno de los jets.

"Convertidlo en chatarra."

Todos los vehículos dispararon al tanque, que no tuvo tiempo para reaccionar y fue destruido.

"Señor, los objetivos restantes están empezando a correr." Reportó un peón.

"Vigilancia, confirmada enorme resistencia, activad el procedimiento mega." Ordenó el líder.

"Recibido. Ya le habéis oído, activad esos artefactos." Ordenó una oficial a otros soldados, quienes empezaron a manipular algo del equipamiento que trajeron.

Una vez el equipamiento estaba activado, algunos de los pokémon comenzaron a cambiar, y cuando terminaron habían megaevolucionado.

"Señor, hemos avistado a los blancos, van a la parte trasera del edificio." Reportó una de las cañoneras.

"Directos hacia nuestra trampa."

Eso se debía a que iban directos hacia el grupo francotirador, que estaba acompañado por Mega- Ampharos y Mega-Manectric, esperándoles. Entonces vieron a los cuatro robots yendo hacia ellos.

"Aquí vienen. ¡Ampharos, usad Onda Trueno. ¡Y Manectric, usad Chispa!" Ordenó el líder del escuadrón.

Todos los Mega- Ampharos y Mega-Manectric lanzaron sus ataques, dándole al llamado Brimstone que se quedó paralizado por la electricidad. Los francotiradores simplemente lo remataron.

"¡Brimstone, no!" Gritó Axer.

"¡Olvídale, tenemos que seguir corriendo!" Dijo Cannonball.

"¡Cojamos velocidad!" Dijo su líder.

Axer se convirtió en un jet, Cannonball en furgoneta de bomberos médica y su líder en una especie de felino. Empezaron a conducir en otra dirección, pero vieron a otro grupo bloqueando la ruta y disparándoles con armas pesadas y lanza misiles.

"¡Gyarados, Aerodactyl, Salamence, usad Hiperrayo!" Ordenó la líder del escuadrón.

Todo un grupo de Mega-Gyarados, Mega-Aerodactyl y Mega Salamence dispararon a los vehículos. Dos robots les esquivaron, pero Cannonball fue alcanzado, volviendo a su forma robot.

"¡Enjambre, atacad!" Ordenó un oficial.

Entonces un enorme ejército de Mega-Beedrill, Mega-Heracross y Mega-Pinsir voló hacia Cannonball y empezaron a desgarrarlo.

"¡Quitaos de encima mía, malditos scraplets!" Dijo Cannonball antes de que fuera partido en pedazos.

"¡Traed los vehículos! ¡Vamos a coger a los dos últimos!" Ordenó el líder.

Todas las tropas se metieron y empezaron a perseguir a los robots restantes. Usaron las armas de la parte alta de los vehículos para frenarlos, junto a un par de tanques avanzados.

"Amigo, ya sabes que hacer." Dijo el líder.

"Trevenant." Asintió el pokémon.

Entonces el Trevenant del líder empezó a usar Psíquico para atrapar a los dos robots y forzarles a volver a su forma original mientras todas las tropas les rodearon.

"¡Maldición, nos han cogido!" Maldijo Axer mientras convirtió su mano en un arma.

"Para Axer. Nos rendimos, alto el fuego." Dijo el robot líder.

"Sí, ¿no veis que estamos heridos?" Dijo Axer con mal tono.

"Libéralos, Trevenant. ¿Entonces por qué huíais?" Preguntó el líder enmascarado.

"Interceptamos este mensaje del líder de uno de los bandos rivales." Dijo el robot líder antes de que empezara a reproducir una grabación.

"Llamando a todos los Autobots. Estamos siendo objeto de ataques. No establezcáis contacto con los nativos."

"Es por eso que nos hemos ocultado. Parece que nuestra especie está siendo cazada. Todos estamos en peligro." Explicó el robot líder.

"Pues yo creo que sois vosotros los que nos estáis cazando."

"¡Axer!"

"¿Qué capitán? ¡¿No se da cuenta de que están tratando solo de destruirnos?!" Gritó él.

Entonces el ser oculto salió del agua, revelando ser otro robot gigante de piel negra, con ojos verdes y una apariencia peligrosa. Comenzó a cambiar su cabeza hasta que se convirtió en un cañón que disparó contra el pecho de Axer, matándolo.

"¡Axer, no!" Dijo el robot líder junto a su cuerpo. "¡Vais a pagar por lo que le habéis hecho a mi tripulación!"

Él sacó una espada y convirtió una de sus manos en un cañón y empezó a disparar a sus atacantes, pero ellos le dispararon con mayor fuerza.

"¡Trevenant, usa Pulso umbrío!" Ordenó el hombre enmascarado.

El pokémon disparó al pie del robot, haciéndole caer. Ahora permanecía en el suelo, muy débil.

"Olvidé darte las gracias por tu donación a nuestra causa. Y no estoy hablando sólo de ti, sino de tu nave." Le dijo el hombre enmascarado al robot cerca de su cara.

"¿Vosotros? ¿Fuisteis vosotros los que derribasteis el Tidal Wave?" Dijo el robot sorprendido.

"Oh no, fue él." Dijo el hombre enmascarado señalando a alguien nuevo.

El robot negro caminó hacia el otro, pasando a través de las tropas y los pokémon como si fuesen aliados.

"Es todo tuyo." Comentó el hombre enmascarado mientras él y su pokémon se retiraron.

"Lockdown." Dijo el robot sorprendido.

"Star Seekers, Autobots, Decepticons. Sois como niños, toda la vida peleándoos. Dejáis el universo hecho un asco, y luego yo tengo que limpiarlo. Pero puedes sobrevivir. Dime donde se esconde. ¿Dónde está Prime?" Preguntó Lockdown mientras convirtió su mano en un objeto afilado.

"No lo sé. Y aunque lo supiese, nunca te lo diría, maldito caza recompensas." Dijo él débilmente.

"Como quieras, Thundertron."

Entonces Lockdown insertó el objeto en el pecho del otro robot y mientras él gritaba por el dolor le saco algo, matándolo en el proceso.

"Nunca es ahora." Dijo Lockdown antes de mirar al hombre enmascarado. "Podéis coger los restos, esto será mi trofeo."

"Lo que sea. Está bien chicos, bien hecho. Ahora cojamos todo lo que podamos recuperar y llevémoslo de vuelta a la base." Ordenó él.

Mientras los humanos y los pokémon empezaron a cargar los restos de los robots en sus transportes, Lockdown se transformó en un coche negro y se marchó. Tenía otra cosa en mente.