¡PRIMER FIC! Llevo un tiempo roleando al pequeño Falco y poco a poco me he sentido conmovido por la historia de los de Mare. Agradezco a mi madre 3 Vegethia Ouji, por apoyarme y darme fuerzas.
Espero sus criticas constructivas, como dije, es mi primer Fic y aún me falta mucho que aprender. :)
INTRODUCCIÓN
Había un gran bullicio por todo Liberio, gente del periódico e incluso los líderes más influyentes del mundo se encontraban en esta desdichada ciudad, si es que ''ciudad'' fuera la palabra que lo identificara, pero no.
Desde muy temprano por la mañana, los cadetes comenzaron a rondar una feria que se había asentado en Liberio. Reiner, quien a pesar de poseer una postura firme y seria, fue fácilmente derrotado por los caprichos de los cadetes, los cuales dejaron literalmente ''pobre'' a este en cuestión de minutos. Hamburguesas, sándwich, dulces y pizzas, todos se alimentaron como unos reyes hasta quedar satisfecho, incluso Gabi no pudo seguir caminando por lo hinchada que estaba.
Por otra parte, el joven Falco se había separado del camino del grupo desde hace ya varios minutos. Caminaba buscando algo, una persona que había visto hace unos instantes, pero no lo encontraba. Falco juraba haberlo visto, cabello azabache, aquel ropaje muy característico y por sobre todo, el vendaje en el ojo, indiscutiblemente era él.
Por una corazonada, llegó hasta uno de los edificios que se encontraba aledaño al lugar donde se realizaría la declaración de guerra. Dentro del edificio, el cadete fue descendiendo por los peldaños de escaleras hasta llegar a lo que parecía ser un sótano. Aquel sótano parecía no haber sido usado desde hace mucho tiempo, tenía telarañas por todos los lugares. Una luz le cegó por unos instantes, parpadeó por unos segundos protegiéndose con su brazo, pudo divisar una lámpara de aceite, la cual había sido encendida hace pocos segundos, y al lado se encontraba una persona sentada.
Prov. Falco.
La luz había conseguido dañarme la vista por unos instantes, pero poco a poco fui acostumbrándome hasta que mis ojos pudieron divisar a una figura frente a mí. Tragué un poco de saliva, todo esto era muy extraño, sentía como si hubiese sido llamado hasta este lugar.
—. ¿K-Kruger-san? — Pronuncié con cierta desconfianza. No parecía el mismo, pero lo era. Él me dirigía una mirada muy sería, casi inexpresiva. Había algo que me inquietaba en esa mirada, quise hacer caso omiso… tal vez, no durmió bien. —. ¿S-Se encuentra bien? .— Pregunté, observando como el mayor dirigía la mirada hacía mi, una mirada muy pesada y analítica.
—. Falco, ya estás aquí. — La voz gruesa del mayor resonó en la sala, tomándome por sorpresa, no me saludó, y aún seguía inexpresivo como desde el inicio. Relajé un poco los hombros, para quitarme la tensión del momento, no sabía la razón por la cual Kruger-san daba tan mala espina. —. Gracias por venir. Necesito pedirte otro favor. —
Mis ojos se abrieron levemente, seguramente por la curiosidad o tal vez, por el hecho de serle de ayuda para Kruger-san. No podía negar la alegría que sentía de ser útil, y de poder ayudar a alguien.
Luego de escucharlo, me di cuenta que no era un favor como los que siempre le hacía a Kruger-san. En cierta parte no podía negarme a ayudarlo, Kruger-san me había apoyado en todo momento y me había dado fuerzas para tratar de alcanzar mi sueño, debía devolverle aquel apoyo aunque fuese como un recado.
Sin más, me dirigí hacia la puerta del sótano dejando atrás al señor Kruger y fui subiendo los peldaños hasta llegar a la planta baja del edificio. Me coloqué al frente de la ventana para ver la situación en las calles, y fue como temía, una gran multitud de gente pasaba por las calles. Seguramente me tardaría en buscar a esa ''persona'', pero debía hacerlo. Unos sonidos ensordecedores hicieron vibrar cada milímetro de mi cuerpo, seguramente eran trompetas, y estas marcaban el momento para que todas las personas fueran a sentarse al escenario, para dar comienzo al acto discurso de la familia Tybur. Sí quería encontrar aquella persona, debería comenzar por el escenario.
Estuve caminando entre la multitud de personas que se dirigían al escenario, y a lo lejos pudo divisar a sus compañeros y junto a ellos, los guerreros. Aceleré el paso para llegar con ellos. La primera que se dio cuenta de mi presencia fue Gabi, yo solo me limité a dar unos pasos hacía Braun-san y llamarle la atención, le pregunté si me podía acompañar. Él me observó con cierta curiosidad.
—. Vicecapitan Braun, ¿Me hace un favor? — Pregunté algo agitado, dado que había recorrido un buen camino hasta el lugar.
—. ¿Ahora mismo? — Braun-san respondió a mi pregunta. Le jalé de su ropaje para que me acompañara al lugar, ciertamente no dudó mucho y me acompañó hacia el lugar donde se supone que se realizaría la tan ansiada reunión.
Mientras caminábamos en dirección al sotano, las palabras del señor Kruger hicieron eco en mi, ''Es un viejo amigo, lo conocí hace más de 5 años, o incluso más. Seguramente le sorprenderá verme, luego de tanto tiempo.'' Fue la tarea que me había encomendado Kruger-san, y esta persona no era nada más y nada menos que el propio Braun-san. No tuve tiempo de pensarlo detenidamente, si lo hubiese hecho, seguramente el resultado de las cosas hubieran sido muy diferentes.
CONTINUARÁ.
Muchas gracias por leer 3
Espero que este capitulo haya sido de su agrado, como dije es mi primer fanfic y tengo muchas expectativas de este. :D
En cuanto a la actualización, espero traer el segundo capitulo este fin de semana, por que tiempo libre realmente no tengo. /3
¡GRACIAS!
