Hola a todas, se que he estado muy ausente pero créanme que no esperaba estarlo. He vuelto con una pequeña historia que escribí con motivo del cumpleaños de Sev el cual no podía dejar pasar.
Espero que lo disfruten tanto como yo disfrute volviendo a escribir sobre él.
AFORTUNADO
Severus se encontraba en su laboratorio trabajando duramente en una poción. Desde el fin de la guerra había dejado Hogwarts en busca de algo nuevo pero eso no lo detenía de seguir practicando pociones. Llevaba tres días vigilando la delicada poción, apenas comiendo y durmiendo.
Severus miró el reloj y decía 7:30 am, unos minutos más y la poción podría estar en reposo sin vigilancia constante. Estaba tan concentrado que no se percató de que la puerta del laboratorio estaba siendo abierta. Unos pasos se adentraron en el laboratorio pero a pesar de su distracción Severus que fue espía por tantos años se dio la vuelta de manera rápida en busca del intruso, pero lo que se encontró lo sorprendió.
—¡Feliz Cumpleaños papi!—Unas pequeñas manos llenas de un pequeño pastelillo con betún por todos lados.
—Lyanna, muchas gracias!—dijo Severus con una gran sonrisa mientras se acercaba a sostener a la pequeña niña de tres años.
—¿Te gusta mi pastel? Mamá me ayudo a hacerlo para ti, dice que es bonito—Le dijo la pequeña mientras señalaba el pastelillo en sus manos.
—Es muy hermoso princesa, me encanta. —
—Tienes que pedir un deseo ahora papi, mami siempre dice que los deseos son muy impor… impor… s—le contesto Lyanna con mucho entusiasmo.
—Está bien, ¿Pero no es necesaria una vela para pedir el deseo?—dijo Severus sonriendo a la pequeña.
—Mami dijo que no podía poner una vela—dijo Lyanna frunciendo su pequeño rostro.
—Y tiene razón, no debes encender fuego sin la ayuda de un adulto, ahora que te parece si vamos a buscar a mamá—
—¿Lyanna?— En ese momento se escuchó en el pasillo una voz llamando a Lyanna
Severus salió del laboratorio con la niña en brazos.
—Lyanna amor te dije que no molestaras a papá, además recuerda que te hemos dicho que no puedes entrar al laboratorio de papá sola.
—Pero mami tenía que decirle feliz cumpleaños a papito y darle su pastel—contestó la niña con un puchero.
—Déjala Hermione, fue una maravillosa sorpresa.
—No le des por su lado Severus—dijo Hermione con el ceño fruncido.
—No lo hago ¿Verdad princesa?—contestó mientras hacia reír a la pequeña.
—Por cierto, Feliz Cumpleaños Sev—Hermione se acercó a abrazarlo y darle un tierno beso.
—Gracias—
—¿Terminaste con tu poción?—-
Severus asintió mientras jugaba con Lyanna y trataba de no llenarse con el betún que tenía en las manos la niña.
—Qué bueno ya extrañaba a mi esposo, ahora ven, te preparamos el desayuno y tenemos todo el día planeado para ti.
—No es necesario—
—Claro que lo es Sev, ahora a desayunar!—
—Solo cambiare mis ropas—
—Te esperamos en la cocina—
Mientras veía caminar a Hermione de la mano con Lyanna, ambas tan parecidas y en pijama se sintió más feliz que nunca. Si alguien le hubiera dicho durante sus días de espía que cuando todo terminara sería un famoso investigador de artes oscuras con una esposa y una hija lo hubiera mandado a San Mungo sin escalas. Pero ahora con Hermione y la pequeña Lyanna en su vida podía decir que era muy afortunado.
Fin!
Review?
