Estos magníficos personajes de Inuyasha le pertenecen a la sensei Rumiko, yo solo los eh tomado para crear esta historia la cual si me pertenece, pero no la hago con fines de lucro, solo para sacar todas esas ideas que rondan en mi cabeza.
ERRORES.
Capitulo I.
PV Inu
***
Aun no lo creía la perdí para siempre y todo por mis estúpidos errores, ahora que no esta aquí me doy realmente cuenta de cuento la necesito, cuanto la extraño; me hace falta oír su voz, quedar cautivado por su sonrisa, saber que soy la causa de sus sonrojos, perderme en sus lagunas chocolate…
Kagome.
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Hace un mes.
-¡IKEDA!- ¿Ahora que quiere? Ya terminamos la practica.- No quiero que faltes mañana al entrenamiento, este año ganaremos el torneo.
-No se preocupe aquí estaré.- siempre estoy en los entrenamientos no se de que se preocupa.
-Inuyasha hay pruebas de porristas ¿vienes?- voltee y era Miroku.
-No, tengo otra cosa hacer, además en todos los partidos están, no te pierdes de nada.- eran las más insoportables en la fas de la tierra, estos son los momentos en que me alegro más que nunca no ser el capitán. Cruce la escuela para ir al área de tiro que esta en el dojo de la escuela, mi destino la pruebas de kyudo.
Y hay estaba, como siempre nerviosa e insegura, ella es la mejor pero nunca se tiene seguridad.
-Hola Inuyasha.- sentándose a mi lado.
-¿Cómo te fue?- quise saber.
-Bien.- me contesto pero desvió su mirada.
-¿Solo bien?-
-Si.- hizo un intento de levantarse pero la detuve.
-Kagome ¿Qué paso? Rei Hino ya se graduó y tu eras la segunda.- la mire fijamente en busca de una respuesta.
-Es por la nueva chica, es excelente con el arco, una estupenda alumna, tan atlética que ya es capitana de voleibol, tenis y gimnasia.- me dijo mientras bajaba la mirada.
-Hey, no te pongas así tu eres mejor, solo tienes que confiar más en ti.
-Voy a cambiarme.- la vi marcharse a los vestidores y la espere fuera del dojo, me sentí triste por ella, no era justo que volviera a quedar en segundo lugar.
Camino a nuestras casas no hablamos del tema sabía que no quería que se lo recordara.
-Nos vemos mañana.-
-No se te olvide que mañana tengo que estar temprano en el campo.-
-No te preocupes, me voy sola lo se.- me dijo y me saco la lengua, recuerdo el día en que olvido que los jueves tengo entrenamiento antes de de clases, me espero fuera de su casa y llego tarde a la escuela, pero de igual forma siempre en la ultima hora entrenamos de nuevo, por lo que Kagome me espera.
-Te espero a la salida.- le grite antes de que entrara a su casa y me dirija a la mia, que es continua a la suya. Desde la primaria siempre nos habíamos ido y regresado juntos a la escuela, la madre de ella y la mía habían sido las mejores amigas, pero hace tres años que su madre murió y le prometí siempre cuidar de Kagome, ahora ella vivía con su abuelo, mientras su hermano Souta con su padre en Londres.
-.-
-¿Inuyasha ya viste a la capitana?- Ese Miroku solo piensa en porristas, es un mujeriego pero que le puedo hacer, es mi mejor amigo.
-Entonces ve por ella.- le sugerí.
-No me interesa para novia, es bonita pero no es mi tipo, además será la novia del nuevo capitán.- la sonrisa que mostro en ese momento no me agrado nada.
-¿Qué paso con Takuya?
-Ayer se lesionó un tobillo, no se exactamente como, pero dicen que fue mientras practicaba en su patineta, el entrenador esta furioso.
-Yo no lo vi furioso.- cuando llegue lo vi normal.- Ahora explícame lo del nuevo capitán.
-¿Qué quieres que te diga? Ya se "Felicidades"- ¿Cómo que felicidades? Debía ser una cruel broma, yo no podía ser el nuevo capitán.
-¡Ikeda a mi oficina! ¡AHORA!- Pero por lo visto Miroku no bromeaba.
Salí del vestidor esperando encontrar a Kagome pero no estaba.
-¿Buscando a alguien?-
-¿Viste a Kagome?-
-No, pero no te preocupes, ella nunca te dejaría plantado, si no quieres terminar en las garras de cierta porrista que ya te tiene en la mirada, mejor consíguete una novia y pronto.- ¿acaso nunca me dejaría de molestar con eso?- Si no le hago caso no se me acercará y no tendré problemas.
-Nos vemos mañana.- me despedí antes de que siguiera con cosas "molestas", pero me tomo del brazo.
-Hay viene Kagome.- era verdad venía corriendo a lo máximo que le daban sus piernas.
-Lo siento, siento llegar tarde, pero cambie turno de limpieza con Yuka.- apenas si podía hablar por la falta de aire y la senté en una grada.
-Tranquila, respira hondo.- siempre alterada por todo.- ¿Ya estas mejor?
-Si, perdona el retraso.- se volvió a disculpar.
-Para la próxima ven con más calma, no me voy a ir, tal vez llegues en la noche pero no creo que me dejes plantado.- vi como un leve sonrojo se mostro en sus mejillas, aun se seguía comportando como una pequeña.
-.-
Otro día se soccer, desde hace tiempo ya no me emocionaba jugarlo, prefería miles de veces las artes marciales, practicaba kendo y karate en mis ratos libres pero ya no era suficiente; solo este ultimo semestre con el soccer y le digo adiós para siempre.
-Hola, eres Inuyasha ¿verdad?- su voz era fría y calculadora, aun que hacia un gran esfuerzo por parecer dulce y amigable.
-Si, ¿Qué se te ofrece?- era bonita de eso no había duda, cabellos negro y lacio, ojos pequeños y cafés, su piel parecía de porcelana.
-Vamos a ir a comer unas pizzas después del entrenamiento ¿vienes?
-No gracias, tengo algo que hacer.
-Bueno será para la próxima, te recomiendo que vayas porque eres el capitán y tienes que estar unido con tu equipo.
Antes de entrar a los vestidores vi a Kagome sentada en las gradas leyendo un libro.
-Hola ¿Hoy no cambiaste turno para limpiar?- solo negó con la cabeza.- ¿Por qué lo cambiaste ayer?
-No podía quedarse, iba a salir.- evitando mi mirada.
-No sabes mentir ¿Por qué fue?- la mira fijamente y se sonrojo de nuevo, se veía tan tierna así.
-Pues fue… fue para con…
-¡Inuyasha!- de nuevo esa voz, por su causa Kagome ya no me respondió.
-Hola Kikyou ¿Qué paso?- debía deshacerme de ella rápido.
-¿Seguro que no quieres ir a la pizzería?- note que se le quedo viendo a Kagome y ella solo evadió su mirada.- Apuesto que a tu hermana no le molestará regresarse sola.
-Kagome no es…- no pude terminar porque Kagome me interrumpió.
-Ve Inuyasha, nos vemos luego.- quede en shock su voz sonaba triste, su mirada se opaco y de lo ultimo que fui consiente fue que se había ido y Kikyou me tomaba de la mano.
-.-
Al día siguiente era sábado, fui a casa de Kagome pero no había nadie, era extraño ella siempre me decía cuando iban a salir siempre iba con ellos, regrese a la casa, me tumbe en el sofá ¿Dónde abra ido?
Ayer por la noche cuando regrese su abuelo me dijo que estaba dormida, pero no me dijo que iban a salir ¿le abra pasado algo?
-¿Y ese milagro que estas aquí y solo? Siempre estas con Kagome.- era Sesshoumaru siempre metiéndose donde no lo llaman.
-No te importa.- le dije a la defensiva.
-Ustedes dos no vayan a comenzar a pelear.- nos llamo la atención mi padre.
-Inuyasha ¿estas enfermo?- era mi madre, no comprendí su pregunta y ella lo noto.- Es que estas aquí ¿Y Kagome?
-No esta salió.- conteste secamente.
-¿Y no fuiste?- como no creyéndome.- ¿Se pelearon?
-No madre, solo no esta no se a donde fue.- dije un poco molesto, pero es que en verdad lo estaba ¿Por qué no me aviso?
-Bueno perdón por pensarlo, pero… ya era tan normal que estuviera aquí o tu en su casa.- era cierto pasaba tanto tiempo con ella que incluso resultaba extraño para mi no estar con ella.- Es como una hermana para ti.
-¡No es mi hermana!- grite de repente, ni siquiera me di cuenta hasta que mi padre hablo.
-Cálmate Inuyasha, no es como para que te enojes.- su mirada era severa, no supe que decir ¿Por qué me molestaba que pensaran que era mi hermana?
-Lo siento.- fue lo único que dije y corrí a mi recamara.
-.-
El domingo tampoco la vi, llame a Sango su mejor amiga y tampoco sabía a donde había ido.
Por lo que el lunes me levante temprano para que no se me escapara, la espere por veinte minutos para cuando salió actuó como si nada.
-Hola Inuyasha.
-¿Dónde fuiste? ¿Por qué no me avisaste?
-Fue algo que surgió a ultima hora, nada importante, ¿Qué tal tu fin de semana?
-No cambies el tema ¿Qué paso?- no dejaría que se librará de esta.
-Nada importante, confía en mí, no volverá a pasar, pero te agradecería que no me preguntes más.- solo sonrió y tomo mi mano para comenzar a caminar al bus.
-Solo esta vez te daré el beneficio de la duda.- le dije mientras le quitaba la mochila para cargarla.
Estábamos en historia, el profesor Himura estaba explicando que íbamos hacer una maqueta de la construcción que más nos llamara la atención, todo iba bien hasta aquí pero debía pronunciar las palabras que no quería oír.
-Sera por pareja y las formare yo.- rogué porque fuera con Kagome, no me veía trabajando sin ella.- Esta pecera tiene sus nombre sacaré dos y no quiero oír quejas.- bueno si no era con Kagome con Miroku y ella con Sango.- Higurashi con Aikawa.- perfecto con Sango.- solo quedábamos Miroku, Hoy y Kikyou.- Kamiya con… Ikeda, por lo que Hoyo y Lee.- esto no podía pasarme debía estar en una pesadilla.
Me alegre cuando sonó el timbre de salida, pero olvidaba un pequeño detalle.
-¿Listo para entrenar capitán?
-Cállate Miroku, no estoy de ánimo.- este día si que había sido largo.
-La señorita Kagome va a estar viendo es lunes ¿recuerdas? Los lunes te ve entrenar.- era verdad los lunes ella estaba en todo el entrenamiento, un segundo ¿Desde cuando me emocionaba eso? ¿Desde cuando Miroku me la insinuaba en doble sentido? Y ¿Por qué ahora la llamaba señorita?
-Vamos Kagome hora de aburrirse un rato.- solo rio y tomo su mochila.
-¡Inu!- ¿Inu? Detesto que me digan así…- Que bueno que te veo, hay que comenzar a trabajar en la maqueta de historia.- Mejor no le reclamo, de nada serviría.
-Mañana ¿te parece bien?- no tenia intenciones de quedarme en la escuela después del entrenamiento.
-Es pera dentro de dos semanas, espero no lo dejes para el final.- de nuevo vio a Kagome como examinándola, la primera vez no me gusto que lo hicieron y menos ahora, por lo que me puse en medio.- Bien entonces hasta mañana.
-Espero entrenes igual de aquí en adelante Ikeda.- era extraño a pesar de no tener ganas de jugar, fue mi mejor entrenamiento.
-Yo no lo creo entrenador, a menos que la jovencita en la grada este presente, dudo que entre de nuevo así.- dijo Miroku.
-Con que este en los partidos ya tenemos la victoria, te felicito Ikeda has encontrado tu musa.- quise decir algo pero no pude, estaba apenado pero no me molesto el comentario de Miroku y del entrenador.
El regreso a casa se me hizo extremadamente corto.
-Nos vemos mañana.- se despidió.
-¿Tan pronto? Digo, este… bueno.- ¿Por qué me costaba tanto trabajo hablar?- Vamos hacer la tarea juntos ¿no? ¿Por qué el "nos vemos mañana"?
-Lo siento ya había olvidado la tarea, entonces hagámosla ¿en que casa?
-En la mía, ve a cambiarte, te espero.- asintió y fue a su casa, en diez minutos ya estaba de vuelta.
-¿Por qué sigues aquí?-
-Esperándote- ¿a caso no era lógico?
-Ya lo se, pero pensé que me esperarías en tu casa.
-¿Y correr el riego de que te escabullas como el fin de semana? No lo creo, anda vamos.- le tome la mano y caminamos a mi casa.
-.-
Jueves, estábamos de nuevo en historia y nos sentamos con la pareja del proyecto.
-Se que los entrenamientos ocupan tu tiempo pero debemos trabajar en la maqueta.
-Lo se ¿Qué sugieres?- entre mas pronto lo termináramos mejor.
-El viernes en la tarde y fin de semana en mi casa o mejor en la tuya.- no era a eso a lo que me refería y tenerla en mi casa nunca.
-Me refería a que vamos a construir.- pude captar que mi respuesta no le gusto.
-Pero de todas maneras tenemos que reunirnos, pensé en los "Speos de Ramses II".
-Si, como quieras.- lo que fuera estaba bien, no me iba a poner a discutir por eso.
-Entonces ¿Qué días?
-Viernes y sábado, el domingo tengo algo que hacer y si no lo terminamos un día entre semana ¿te parece bien?- era mi mejor oferta y no planeaba tardarme más de dos dúas construyendo.
-¿En tu casa?
-No, mi hermano la ocupa el fin de semana.- una mentira piadosa y salvadora.
-Que lastima, nos vemos el viernes entonces en mi casa.
Ya de regreso a casa, Kagome y yo pasamos por unas nieves.
-¿Qué van a construir?- tenía curiosidad de saberlo.
-Chichen Itzá.
-Excelente, nosotros los "Speos de Ramses II".- lo suyo era más rápido, una pirámide.
-No esta mal. Pero un poco complicado.
-Kag ¿el domingo vas a trabajar en el proyecto?- Por favor di que no.
-No, lo aremos por la tarde, iré a casa de Sango, entre semana.
-¿Dejaras que me regrese solo?- me hice el sufrido.
-Solo tres días.- ¿tres días? Eso si que no.
-Te propongo algo, espérame como siempre y las ayudo.- no pensaba pasar tiempo sin ella.
-Está bien.- allí estaba de nuevo, su dulce sonrisa.
-Porque no tenías pensado regresarte sola ¿verdad?- en la noche y solo, nunca la dejaría.
-No claro que no, pero ahora si me regreso un poco más tarde ¿y ustedes cuando trabajaran?- la pregunta que no deseaba contestar.
-El viernes en la tarde y todo el sábado, espero me extrañes como yo te extrañe el fin de semana.
-¿Me extrañaste?- su rostro mostraba sorpresa.
-Si y me preocupaste.- era la verdad y no temía que lo supiera.
-Perdón, no volverá a pasar.- su voz sonó alegre y su sonrisa volvió aparecer.- yo igual te extrañe, pero el domingo será de películas ¿verdad?
-Claro que si.- un domingo al mes veíamos películas.
-.-
Regresaba de casa de Kikyou, no pudimos terminar el trabajo por que por arte de magia apareció la mitad del quipo de soccer y las porristas, tendría que reunirme con ella entre semana.
-¡Inuyasha espérame!
-¿Qué hacían hay Miroku?- es mi amigo ¿Por qué no me aviso?
-Las chicas nos invitaron, no sabía que trabajaban en su proyecto, lo juro.- parecía honesto, así que le creí.- ¿Cómo van las cosas con la señorita Kagome?
-¿Señorita?- ¿Desde cuando le llamaba así?
-Inuyasha no lo pensé de ti, mira que hacerle algo así a Kagome.
-¿En que piensas depravado? Me refería a que nunca le llamabas Señorita.- era difícil contener las ganas de golpearlo pensar que yo me aprovecharía de ella.
-Es mi forma respetuosa de dirigirme a ella, después de todo te gusta y me dirigió a ella respetuosamente. No me has contestado ¿Cómo van las cosas?- no entendía que se refería.
-¿De que hablas?-
-De que te gusta ¿Ya te le declaraste?
¿Qué me gusta?- No, eso no era posible.
-No creas que no me doy cuenta, hace tiempo que no la miras como amiga, te molesta que digan que es tu hermana, no la dejas a sol no sombra, la tomas de la manos ¿Quieres que siga?
-Eso no significa nada.- Kagome es mi amiga, es bonita, no, es hermosa su cabello azabache, su sonrisa tan dulce, su piel bronceada ligeramente, lo tierna que se ve sonrojada, sus ojos chocolate…
-Si no te gusta ¿Puedo salir con ella?- Sobre mi cadáver.
-Ni se te ocurra.- esta vez si lo estrangulo.
-Ya vez te gusta.
-No, simplemente tu eres un mujeriego y no quiero que la lastimes.
-Como tu digas, pero tarde o temprano alguien la invitara, no lo han hecho por que piensa que es tuya, pero si no quieres nada con ella…
-Que se atrevan a invitarla y sabrán lo que es el dolor.- un momento ¿dije eso en voz alta?
-Lo bueno es que no te gusta.- me dijo en burla.- Se muy bien o te arrepentirás se le dices lo que sientes… yo me quedo aquí nos vemos el lunes.
"De que te gusta" ¿Sería posible?
-.-
-Hijo ya levántate, ya vino Kagome.- era la voz de mi madre, pero esa escusa con Kagome ya la había usado muchas veces y tenía mucho sueño, ayer me desvele pensando en que lo que había dicho Miroku.- Ya te lo dije.- fue lo ultimo que dijo antes de salir.
A los pocos minutos se volvió abrir y alguien se sentó a mi lado.
-Dormilón lo prometiste, ya despiértate Inuyasha, ¡Inuyasha!... Inu-yasha- su voz sonaba asombrada y nerviosa, abrí los ojos, estaba acostada a mi lado, yo la tenía abrazada y un sonrojo adornaba su cara ¿Cómo es que termino hay?- ¿Inuyasha?
-Yo… yo, lo siento.- la solté y me pare.- Este… yo…
-Te espero en la sala.- no me miro a la cara, solo salió de mi recamara ¿Qué era lo que había pasado?
El resto del día transcurrió como si nada, mis padres habían salido y mi hermano fue con su prometida, Sara es una persona muy agradable, alegre, no se que le vio a mi hermano si es tan serio y estricto.
Esta era la tercera película que poníamos íbamos a mitad de ella cuando se fue la luz a causa de la lluvia.
-¿Por qué? Ya comenzaba lo bueno.- dijo algo frustrada.
-Ve lo por el lado bueno, tenemos que reunirnos de nuevo.- no dijo nada, solo me miro y me mostro su hermosa sonrisa.- Voy por unas velas.- tenerla cerca era cada vez más difícil y más después de lo que paso en la mañana.
-¿Te acuerdas cuando jugábamos en la lluvia?- me pregunto desde la sala, yo estaba en la cocina.
-Si y lo dejamos de hacer por que te enfermaste.- recuerdo que estuvo dos semanas en su casa sin poder salir.
Entre a la sala y ella observaba por la ventana.
-¿Podemos salir?- fue hasta ese momento que note que su voz y su mirada era melancólica y triste.- Te prometo no enfermarme.- en verdad quería salir, la forma en que lo pidió me pareció la de alguien que tenía pocos días de vida y ese fuera su ultimo deseo.
-Solo un rato y te vas a bañar para que no enfermes.- la tristeza de sus ojos desapareció, abrió la puerta y salto sobre el primer charco que vio, después regreso a mi y me jalo.
-Ya había olvidado lo divertido que es esto.- me miro detenidamente.- ¿te pasa algo? Ya no te gusta esto ¿verdad?- hay estaba de nuevo esa tristeza en sus ojos.
-Claro que no, solo que no lo haces bien.- le sonreí y salte en el charco que estaba frente a ella, salpicándola.- así es como se hace.
-No me vas a ganar.- duramos así unos minutos más salpicándonos, ya estábamos mojados de pies a cabeza, los brincos en los charcos pasaron a las atrapadas y Kagome termino entre un árbol y yo, el agua escurría por su rostro, su respiración era agitada pero estaba feliz y riéndose, alzo la vista y se topo con mi mirada, su risa fue sustituida por un sonrojo. No podía dejar de verla estaba atrapado en sus ojos chocolate, baje la mirada a sus labios e instintivamente se mordió su labio inferior, no se si eso fue lo que me impulso a besarla, para cuando reaccione me separe solo un poco y la mire, su ojos mostraban sorpresa, no dijo nada y la volví a besar, esta vez la pegue mas contra el árbol, sus brazos rodearon mi cuello y los míos se deslizaron por su cintura. Por falta de oxigeno nos separamos, esta vez iba a ver una explicación pero la voz de mi hermano interrumpió desde adentro de la casa.
-¡Inuyasha!- nunca llegaba temprano y justo hoy lo hace.
-Me voy a bañar.- se zafo de mis brazos.- Hasta mañana.- salió corriendo, iba a seguirla pero ahora la voz de mi madre interrumpió.
-¿Qué haces afuera y mojándote?- No se supe que contestar, me había tomado por sorpresa, tan entretenido estaba que no los oí llegar.
Miroku tenía razón estaba enamorado de Kagome.
-.-
Me levante temprano tenía todas las intensiones de aclarar las cosas, no se me escaparía.
-Buenos días.- me saludo y comenzó a caminar a la parada del bus.
-Oye Kagome, lo que pasó ayer…
-No te preocupes, no fue tu culpa, seguimos siendo amigos ¿no?- algo me decía que pensaba cosas que no eran y la detuve.
-Eso depende, quiero que me escuches, yo te quiero y no me refiero a solo eso me gustas, por eso te bese.- sus ojos se abrieron mucho.
-Vamos a perder el bus.- no se me escaparía.
-No me importa, quiero dejar las cosa en claro te quiero.- la jale a mi, con un brazo la tome de la cintura y con la mano libre alce su cara.- ¿Qué sientes por mi?
-No lo se.- si mal no recuerdo ayer me correspondió.
-¿No lo sabes? Yo digo que lo mismo que yo por ti.- me acerque a sus labios y los roce con los míos.- ¿Segura que no sabes?- susurre muy cerca de su boca y la bese, sonreí a mis adentros de nuevo me correspondía- ¿Ahora si ya sabes?
-¿Estas seguro de lo que dices? Por que yo te quiero mucho y no quiero…
-No te vas a arrepentir ¿Quieres ser mi novia?
-Creo que era clara la pregunta pero debía hacer las cosas formales.
-Si.- le sonreí y se sonrojo, la volví a besar, creo que me volví adicto a ella.- Inuyasha el bus.- alce la vista y vi que lo perdimos.
-Ya se fue.
-¿Qué? y lo dicen tan calmado.
-Volvamos a casa mi madre aun no se va ella nos va a llevar.- tome su mano y caminamos de regreso.
Se suspendió el entrenamiento por la lluvia y acompañe a Kagome a casa de Sango para ayudarlas con su maqueta, ya casi estaba terminada solo debía ser pintada, pero eso sería otro día.
"Te dije que no te arrepentirías si te le declarabas". Me lo había dicho Miroku cuando supo que Kagome era mi novia y tenía razón no estoy arrepentido.
-.-
La maqueta de Kagome estuvo terminada el jueves, pero yo debía reunirme con Kikyou el viernes, rogué a Kami que ya la termináramos no quería pasar el fin de semana en su casa.
Pero como debía esperarme no la terminamos, era tan perfeccionista que no avanzamos mucho o es que estaba tan empeñada a lograr algo conmigo que hacia todo lo posible por alargar las cosas, me iba más por la segunda opción.
El sábado por fin estuvo terminada, tendría todo el domingo para estar con Kagome. Estaba por irme de su casa cuando me hablo.
-Inuyasha mañana iremos a la playa ¿nos acompañas?
-No, saldré con mis padres.- los padres son una excelente escusa.
-Entonces el miércoles ven a la pizzería, sería por el partido del jueves eres el capitán no debes faltar.
-No pero antes de los partidos no me gusta desvélenme o ir a comer afuera, la de mala me enfermo y el entrenador me aniquila.
-¿El jueves en la noche, para celebrar la victoria?- No se daba por vencida.
-Aun no ganamos.-
-Estoy segura que ganaremos.
-De todas maneras ese día saldré con Kagome.
-Tu hermana comprenderá que…- otra ves con lo de la hermana.
-Kagome no es mi hermana es mi novia.- fue obvio que no le gusto mi respuesta, espero que con esto deje de molestar.- Me voy hasta el lunes.
-.-
Jueves día del partido contra Tomoeda, Furinkan llevaba diez años sin ganarle, por lo que a pesar de ser el primer partido era el mas esperado.
-Suerte hoy.- me dijo Kagome, pero no sonó muy convencida de lo que dijo.
-¿Por qué no suenas muy convencida?
-Por que no se si sea lo correcto, me doy cuanta de que no te gusta mucho el soccer.-
-Me conoces bien ¿Cómo vas con el kyudo?- desde hace tiempo no lo mencionaba.- ¿lo dejaste?
-No claro que no, solo que no hay nada nuevo, Kikyou sigue opacándonos, ella representara a la escuela en kyudo.
-Tenemos que remediar eso.- Kagome es buena solo le falta confianza y un entrenador, tendría que pedirle un favor a Sesshoumaru.
-Inuyasha el entrenador nos quiere en el campo, hola Kagome perdón por llevármelo pero lo necesitamos, te lo devuelvo al rato.- Miroku siempre tan inoportuno.
-Ahora regreso.- le di un beso y me fui con Miroku.
Era el medio tiempo, el marcador 1-2.
-Ustedes pueden, no dejen que metan otro gol y anoten dos mas ustedes… Vamos Ikeda puedes hacerlo mejor.- No tenía pensado que solo yo metiera goles ¿verdad? los del otro equipo me tendían vigilado.- Quiero que salgan y ganen el partido.
-Oye Miroku, quiero que no se fijen en mí, no me pasen el balón.
-¿Estas loco?
-No, solo piénsalo me tiene vigilado, nadie se espera eso.- era una idea loca, esperaba que funcionara.
-Eres un genio.
A los doce minutos del segundo tiempo, ya habíamos empatado, el equipo recupero la confianza, faltaban ocho minutos para terminar y fue cuando vi una oportunidad, me habían dejado solo esperaba que alguien del equipo lo notara, así fue Soun me vio y me dio pase logrando anotar el tercer gol, ahora solo debíamos cuidar el balón por tres minutos más.
El silbatazo final se escucho, seguido del bullicio en las gradas.
-Excelente Ikeda, sabia que no defraudarías a tu escuela.- no podría ocultar su felicidad, mire a las gradas buscando a Kagome, estaba con Sango no podían bajar, la gente se amontono en las salidas todos querían celebrar, pase como pude entre la gente, pero las perdí de vista.
-Inuyasha ¡Felicidades!- un beso empalagoso fue lo que sentí, Kikyou, no me sorprendí que fuera ella.- No lo vuelvas hacer me oíste.- pude seguir reclamándole pero Sango llego a mí.
-Luego le reclamas, ve por Kagome vio el beso.- no, esta vez Kikyou había cruzado la línea.- Anda ve.- salí corriendo, no la veía ¿Cómo pudo salir habiendo tantas personas? Tal vez no salió y fue cuando la vi sentada bajo las gradas.
-Kagome.- no me hizo caso.- Kagome…
-Vete, no quiero verte.-
-No me iré, deja que te explique, fue un mal entendido.- me senté junto a ella.- Mírame por favor.
-Entiendo lo que pasa, tú eres el capitán y ella la porrista.-
-Si, una porrista loca por la que o siento nada, Kagome ella me beso yo jamás la besaría.- pase mi brazo por su espalda para abrazarla.- tiene razón por estar enojada yo también lo estoy ¿crees que me gusto ese beso?- No me respondió.- Claro que no, entonces por qué mejor no me ayudas a olvidarlo.- por fin me miraba, su ojos estaban rojos por las lagrimas.
-¿Tan feo estuvo?-
-No te imaginas cuanto.- me acerque a sus labios.- ¿Me ayudas a olvidarlo?- susurro un "sí" y la bese, en cuanto lo hice el bullicio de la gente desapareció, solo éramos Kagome y yo.
-.-
-Kagome despierta.- no quería despertarla se veía tan linda durmiendo, pero era algo que le convenía.- Kagome arriba dormilona.
-Otro ratito.- se cubrió más con la sabana.
-Te conviene levantarte.- descubrí su cabeza y la bese en la frente.
-¿Por qué?- al fin abría los ojos.
-Ya veras, te espero afuera.- asintió y salí para que se alistara, después de quince minutos salió.
-¿Qué es tan importante? Y ¿Qué haces con mi equipo de kyudo?
-Te conseguí un maestro.
-No Inuyasha, estoy bien así.
-Claro que no jovencita, tu vas a venir, te va a enseñar a tenerte confianza.- la tome de la mano para que me siguiera.
-¿Y a donde vamos?
-A un dojo, esta cerca que aquí, es donde voy a practicar.
Llegamos al dojo y se fue a cambiar, cuando salió yo ya estaba con su maestro.
-¿Sesshoumaru? Hola ¿Qué haces aquí?
-El es tu maestro.- me costo convencerlo par que te ayudara, al final acepto pero con ciertas condiciones.
-Inuyasha dice que eres muy buena, demuéstramelo.
-La vas a poner nerviosa y no lo hará bien.- le reclame, se supone que la iba a ayudar.
-Yo juzgo eso, ahora vete, tu herramienta ya sabes donde esta.- ¿Qué no podía hacer un favor gratis? No, no podía, debía limpiar todo el dojo.
El sensei Hibiki murió hace dos años y le dejo el dojo a Sesshoumaru, su mejor alumno y a pesar de estar en su último año en la universidad se las arregla para estudiar, visita a su prometida y atender el dojo.
Sería un largo fin de semana, limpiar el dojo, podar las plantas, lavar su carro por lo que duren las clases, solo esperaba que la ayudara.
-¿Cómo te fue?- estaba agotado era un dojo muy grande.
-Bien.- me dio un beso.- Gracias.- ¿le abra contado Sesshoumaru del trato? No creo.
-Mañana a la misma hora.- aunque no dijo nada mas di por hecho que Kagome lo había sorprendido.
-.-
La nueva semana fue grandiosa, Kikyou no me había vuelto a molestar. Miroku había conocido a Sango el día del partido y la invito a salir, pero ella lo rechazo, por lo que la seguía como una sombra, era la primera vez que una chica lo trataba de esa manera, bueno, si había tenido rechazos pero no le afectaban, con Sango era diferente, en verdad le dolió su desprecio.
Por favor dile a Kagome que me ayude con Sango. Me pidió en clase de biología, lo que me confirmo que era serio lo que sentía por ella.
Hubieras visto como trato a Kikyou después de que te fuiste a buscar a Kagome, esa chica si que tiene su carácter. Y eso fue lo que me dijo cuando le pregunte por que se fijo en ella, y es que Sango estaba en literatura e historia con nosotros y nunca se le insinuó, vería como ayudarlo.
-Kagome ¿puedo pedirte un favor?- íbamos de regreso a casa.
-Claro.
-¿Podrías preguntarle a Sango por qué no acepta salía con Miroku?
-Eso es fácil, es por que es un mujeriego.- claro que era obvio, pero debía haber otra razón.
-¿Solo por eso?- se quedo pensando un rato.
-No creo que deba decirte.
-Te prometo guardar el secreto.- le rogué.
-De acuerdo… ¿Cómo te lo explico? Veras cuando Sango iba en tercero de primaria conoció a Miroku.- ¿Qué ya se conocían? Quería saber más, pero opte por no interrumpir- Fueron grandes amigos, Miroku llego a la cuidad y era el nuevo del salón, nadie le hablaba hasta que Sango lo hizo, pero para cuarto año la familia de Sango se fue a Osaka y prometieron ser siempre amigos, no olvidarse…
-Pero Miroku si la olvido.- no pude evitar interrumpirla.
-Si, cuando entramos a bachillerato lo vio en el salón, lo saludo pero el actuó como si nada, pensó que se había equivocado, pasaron lista y si era el, tenía esperanza que al oír su nombre la recordara pero nada paso…- si que estaba sorprendido, ese Miroku es un cabeza hueca.- Así que cuando la invito a salir pensó que finalmente se había acordado de ella, pero no era así, ella esta muy enojada por eso no lo acepta aun que le duela.- si que era complicado, ahora la pregunta era ¿Cómo ayudo a Miroku son romper la promesa Kagome? Un momento, No lo acepta aun que le duela ¿Eso quería decir que le correspondía?
-¿A Sango le gusta Miroku?
-Yo no eh dicho eso.
-Dijiste que "no lo acepta aun que le duela"- vi como se ponía tensa, era un secreto entre amigas.- No te preocupes no diré nada, pero debes darme algo a cambio.
-¿Y que podría ser?- la atraje a mi y se sonrojo, tendría que preguntarle la razón de sus sonrojos, pero sería luego ahora quería besarla.
-.-
-¿Averiguaste algo?- que impaciente era, apenas era la primera hora y preguntando por Sango.
-Es por que eres un mujeriego, es muy obvio.- aun no se me ocurría nada para ayudar.
-No creo que sea eso… es muy fría, me trata como si le hubiera hecho algo.
-¿Y no es así?
-No, nunca la había molestado.- tal vez si le pedía que me platicara de su infancia recordara algo.
-Nunca me has dicho donde naciste, en que escuelas estudiaste…
-¿No lo hace?- negué con la cabeza.- Naci en Okinawa pero me crie en Hiroshima hasta los siete años, luego me vine para acá y eh estado aquí desde tercer año, te conocí en la secundaría y el resto lo conoces.- ¿Solo eso? ¿No hay más?
-Pues tu vida no es muy interesante entonces, pensé que era más entretenida… ¿Quiénes eran tus amigos antes de conocerme?- con esto debía recordar.
-De Hiroshima no recuerdo a nadie, pero de aquí a Eril, Hoyo, Takuya.
-¿Solo ellos?
-Pues si.- no muy convencido.
-¿Quién fue tu primer amigo?- ya era mucho que no lo recordará.
-Sango.- ¡Si! Ya la recordó.- Ya llego, un poco tarde, pensé que no vendría hoy.- no lo creí ¿Por eso dijo su nombre, por que llegó? Era un caso perdido.- ¿Te digo algo Inuyasha? Ella se me hace familiar.
-A estado aquí desde el primer año, te debe parecer conocida.- ya no se que más hacer, me rindo.
-No es eso, es otra cosa, pero no recuerdo.- durante toda la clase estuvo distraído, pensativo, ausente, pero no le tome importancia hasta que en el entrenamiento el entrenador le llamo la atención.
-¡Lee concéntrate O te pasaras el próximo partido en la banca!- algo andaba mal, por lo que al termino del entrenamiento lo intercepte.
-¿Qué te pasa?
-No lo se, estoy tratando se acordarme de algo, pero no puedo.-
-¿A que crees que se deba?
-Nos vemos mañana, tengo que buscar una cosa.- se fue corriendo y me quede esperando a Kagome.
-.-
-Rompiste tu promesa.- ¿Qué yo que?
-Buenos días primero ¿no?- ¿Por qué estaba enojada?
-Prometiste no decirle a Miroku lo de Sango.
-Yo no le dije nada, solo le pregunte de donde era, el lo recordó solo, ¿Me puedes decir porque piensas eso?
-Sango me la llamo anoche, para contarme que Miroku la recordó, le pidió disculpas y que fuera su novia, ella acepto.
-¿Entonces por qué te enojas? Deberías estar contenta por tu amiga.- cruce los brazos, no la entendía.
-Estoy feliz por ella, pero le dijiste a Miroku que…- la interrumpí.
-Ya te dije que no le dije nada, no al menos directamente.
-Ah.- dejo de verme y se sonrojo.- perdón.
-¿Ahora si me puedes dar los buenos días?
-Si, buenos días Inuyasha.- se alzo de puntas y me dio un beso en la mejilla, le tome de la mano y caminamos a la parada del bus.
Como todos los años en la escuela organizaban una feria para conmemorar otro año de su fundación el cuarto lunes de haber iniciado clases y debíamos cooperar en algo, este año el equipo de soccer vendería postres por lo menos no estaba en tiro al blanco como el año pasado.
-¿En que te toco?- le pregunte mientras comíamos un helado en el parque.
-Pintando caras.- por alguna razón no le gusto.
-¿Qué pasa?
-No se pintar caras, creo que me uniré al equipo de Sango, ella organizo la pesca de manzanas.- no pude evitar imaginarme eso, no eran peces como para que usaran un anzuelo, no tienen boca.
-¿Pesca de manzanas?
-Si, las tienes que atrapar con la boca.- me dijo como si fuera de lo más obvio.- mientras están en un estante de agua.
-Entonces hay estaré.- sería muy divertido ver a todo el quipo intentarlo.
-.-
-Te tengo una buena noticia.- Miroku lucia feliz, pero tenia cara de maldad.- Adivina a quienes les toco tiro al blanco.- ¿Sería posible que…?- A las porristas y en este momento esta Kikyou, te apuesto a que te mueres de ganas por mandarla al agua.- lo jale y corrimos a su puesto, aun estaba seca.
-Ikeda ¿lo quieres intentar?- me pregunto el profesor Terada.
-Claro.- no pude evitar sonreír con malicia y más al ver que si caía al agua terminaría teñida de azul. Me pare en frente de ella y se puso pálida, sabía que no tenía intenciones de fallar.
-Tú puedes amigo.- me animo Miroku, lace la bola y callo al agua.
-Me las pagaras Ikeda.- en verdad estaba furiosa, tanto que no me llamo por mi nombre.
-Eres perverso, recuérdame no hacerte enojar.
Ya más tarde fuimos al puesto de Sango y Kagome.
-¡Hey! Sango, traje a todo el equipo.
-¿Quién se quedo vendiendo?
-Nadie, ya terminamos y venimos a divertirnos.- mire a todos lados y no vi a Kagome.- ¿Y Kagome?
-Estaba aquí.- buscándola con la mirada.- Ayumi ¿Y Kagome?
-Me dijo que ahorita venia.
-¿Quién va hacer el primero?- oí que Miroku pregunto.
-Voy a buscarla.- los deje en el puesto y salí en busca de ella.
No la veía por ninguna parte, tal vez ya había regresado, camine de vuelta, ya veía el puesto la mayoría de los chicos estaban ya mojados de la cabeza, cuando algo llamo mi atención, un chico y una chica estaban discutiendo me acerque un poco y vi que era Kagome con un chico que nunca había visto, pero paso algo que me dejo helado el chico arrincono a Kagome en la pared y la beso, esto no podía estar pasando, no se por que mis piernas me llevaron hasta estar mas cerca, el chico soltó a Kagome y ambos me miraron.
-Con que este es tu novio.- ya de cerca vi que era solo un poco mas alto que Kagome, su cabello estaba amarrado con una trenza.- Me voy para que puedan hablar.- aun debía estar en shock por que de no haberlo estado, estoy seguro de que lo hubiera golpeado.
No podía ver el rostro de Kagome a causa de la oscuridad, no sabía que hacer, esto debía ser una broma, no, debía estar teniendo una pesadilla.
-Inuyasha.- oí que susurro mi nombre y modio corrió a mi para abrazarme pero retrocedí un paso.- déjame explicarte.- fue hasta esta momento en el que me di cuenta que estaba llorando.- Por favor puedo expl…
-No, no quiero oír tus escusas.- estaba dolido, muy dolido.
-Por favor, escúchame.
-Confié en ti Kagome, ahora entiendo por que el capitán debe estar con la porrista, ya que para tener una buena imagen nunca se traicionarían aunque no se quieran, pero al menos nadie sale herido, ¡Jamás debí fijarme en ti!
-Claro tu si puedes enfadarte por eso, no querer escucharme y no creerme cuanto de diga que no fue mi culpa. ¡Pero yo no puedo! Te vi besándote con Kikyou y te creo que no fue tu culpa, te escucho, escucho tu maldita escusa y te perdono.
-Entonces todo esto ¿es por el beso de Kikyou? Te estas vengando.- y yo de estúpido creyendo que ella igual me quiere.
-¡No! ¡Es nunca! Si tan solo me escucharas.- sus lágrimas no dejaban de caer, pero esta vez no me conmoverían.
-Ya es suficiente, no quiero volver a verte, apuesto a que Kikyou es mucho mejor que tu.- no quería seguir allí y me fui a mi casa, no quería saber de nada más y mucho menos de Kagome.
-.-
Al día siguiente, Kagome no fue a la escuela, Miroku no me pregunto por ella supuse que Kagome le conto a Sango y ella a Miroku. Al otro día tampoco fue.
-¿Te parece si comemos en la azotea?
-¿No vas a estar con Sango?- eso era raro.
-No, tiene algo que hacer.- dijo mientras tomaba su almuerzo.
-Esta bien.- me daba igual donde comiéramos, no tenía hambre.
Llevábamos la mitad del receso son tocar nuestra comida y tampoco hablamos, lo que no duro mas por que Miroku hablo.
-No se como decirte esto…- suspiro y siguió.- Kagome se va hoy con su padre.
-Que bueno.- no me importaba para mi mejor.
-¡¿Cómo puedes ser tan insensible?!- era la voz de Sango y un segundo después estaba enfrente mi.
-¿Insensible? Fue ella la que…
-¿La escuchaste al menos? ¡No! No lo hiciste.- hice un intento de defenderme, pero Sango tiene su carácter.- No la escuchaste a ella ¡Pero me escucharas a mi! El sujeto que la eso es Bankotsu, el padre de Kagome la quiere casar con él, el día en que no estuvo y no te aviso fue por que vino su padre para que ellos se conocieran, Kagome no acepto por que desde hace mucho y no te imaginas cuanto ella te ama, su padre no iba a desistir y ella sabía que si tu no sentías lo mismo por ella se terminaría yendo, no quería dejarte, quería regresar a la época en la que eran pequeños, por esa razón en ocasiones se mostraba nostálgica.- tomo aire y yo de nuevo como últimamente me pasaba no sabía que hacer o decir.- Ayer Bankotsu llego a la feria, cuando ella se separo la siguió y la acorralo lejos de las personas, él la estaba maltratando, no se puedo separar de su agarre y beso, cuando te vio solo quería que la abrazaras, quería sentirme segura y tu la trataste de la peor manera.- me sentía como la peor escoria del mundo.
-¿Por qué nunca me dijo lo de su padre?
-Por que no tenía el valor, luego le pediste ser tu novia y le dijo a su padre que no aceptaría a Bankotsu, que te tenía a ti, pero ya te dije que el no se daría por vencido y mando a Bankotsu para alejarla de ti, Kagome estaba muy segura que no le fallarías y le fallaste a la primera.- apreté mis puños tanto que las manos comenzaron a doler, en verdad era un ser tan depreciable que yo mismo me daba asco.
-Su avión sale en tres horas, chance y puedes llegar a tiempo.- me dijo Miroku, pero la escuela terminaba en cuatro horas más.- Te ayudamos a escaparte pero ve por ella amigo.- mire a Miroku y a Sango y supe que no bromeaban.
Había mucho tráfico por lo que llegue solo con media hora antes, llame varías veces a su celular pero no contesto. Corrí por el aeropuerto esperando verla, pero nada, lo mas seguro es que estuviera en la sala de espera de los andenes, no había forma en la que pudiera entrar, el tiempo paso tan rápido y en un o de los monitores se anunciaba su despegue, la había perdido.
Llegue a mi casa y mis padres estaba enojados, le llamaron de la escuela para avisar que me había escapado.
-Si tienen razón, pónganme todos los castigo que quieran, no me importa, no creo que superen como me siento ahora.- era verdad mi peor castigo era estar sin Kagome, subí a mi cuarto y me senté en el descanso de la ventana, desde hay veía el acuarto de Kagome, una lagrima se deslizo por mi mejilla al tiempo que comenzaba a llover, la lluvia que tanto le gustaba a Kagome y lloraba junto conmigo.
Continuara…
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Hola espero les gustará este primer capitulo, fue algo que surgió en una noche de desvelo (bueno en realidad de varias noches XD) entonces no se que tanto sentido tenga, pero en verdad espero les agrade, nos vemos en el próximo capitulo si es que lo desean ˆuˆ.
Chao.
11 de Noviembre de 2009
