Madison tenía trabajando como asistente de Tony Stark desde hacía tres años y nunca había podido negarle nada (en un sentido estrictamente profesional, por supuesto) hasta el día en que James Barnes había llegado a vivir a la torre. La persona más entusiasmada de su llegada era Steve, quien se encargó de darle al recién llegado un recorrido.
La joven se encontraba en su oficina haciendo algo de papeleo para su jefe cuando se vio interrumpida por un muy, muy sonriente Steve Rogers, ella le devolvió la sonrisa y dejó los papeles que sostenía sobre su escritorio.
—Buenos días, Sr. Rogers, ¿En qué puedo ayudarle? —Cuestionó puesto que no solía recibir muy seguido a los superhéroes (pese a estar en el mismo edificio). Steve hizo una mueca con lo de "Sr. Rogers".
—Maddie, nos conocemos desde hace mucho y he repetido esto demasiadas veces…
—No me llames "Sr. Rogers". —Interrumpió y sonrió. — Lo siento, sabes como soy con la formalidad, Steve. —Concluyó haciendo énfasis en su nombre. — ¿Entonces qué se te ofrece?
—Oh, sí, ¡Quiero presentarte a alguien!
Steve salió de la oficina, Maddie lo escuchó hablar en murmullos, la otra persona no sonaba muy entusiasmada, ella se preguntó a sí misma si aquella presentación era buena idea justo en el momento en que el capitán volvió en compañía de otro hombre: cabello castaño oscuro un poco largo, ojos azules y una mirada que parecía gritar problemas, iba vestido de negro y entonces Maddie le puso atención al brazo de metal y en momento entendió quién era.
—Madison él es Bucky Barnes, Bucky ella es Madison Fields.
Mentiría si dijera que no estaba emocionada por conocer al tan buscado James "Bucky" Barnes. Había escuchado tanto sobre él, la mayoría de las historias eran provenientes de Steve, así que eran puros recuerdos memorables sobre la vida en los 40's.
Ella sonrió; estaba feliz por Steve, por haber recuperado a alguien quien había sido y seguía siendo tan importante para él y estaba feliz por Bucky porque tras todo lo que había pasado en su vida ahora sería libre de vivir la vida que mejor le pareciera.
—Es un gusto conocerte. —Su sonrisa se amplió ligeramente y extendió su mano hacia él.
Bucky no respondió, no la tomó de la mano, nada. Incómodamente, Maddie bajó su mano y miró a Steve pidiendo algo de ayuda, él murmuró un "Bucky, por favor" y este lo único que hizo fue verlo de manera cansada y salió de ahí.
—Lo siento, Maddie, de verdad, no sabía que actuaría así.
—Está bien, Steve, lo entiendo.
Steve salió de ahí más preocupado que antes. Maddie era la primera y la única persona a la que oficialmente le presentaba a su amigo y el motivo era que justo antes de ir a visitarla había pasado por la oficina de Tony para pedirle un favor, él había aceptado pero justo ahora ya no parecía una buena idea.
…
—¿Qué? —Maddie casi gritó ante la nueva orden que su jefe estaba dándole.
—Es un favor especial, Srita. Fields.
—Él no quiere ayuda.
—¿Y usted como lo sabe?
—Porque acabo de conocerlo.
—Le dije a Steve que esperara. —Murmuró más para sí mismo.— Bien, Barnes es una persona complicada pero necesitará ayuda aunque no la quiera.
Sabía que por más que lo deseará no podía decir "no" a las órdenes de su jefe así que simplemente accedió y pidió que le explicara en que consistirían sus nuevas actividades. Resultó que el favor que el Capitán América estaba pidiendo era que Maddie ayudara a Bucky a adaptarse al funcionamiento de las actividades de la torre, comprar ropa adecuada para la época y cosas del mundo en general.
Salió de la oficina de Tony para después dirigirse a la suya, tomar su Tablet para agendar las actividades que realizaría con su nuevo jefe temporal y de paso, antes de salir rogó por algo de paciencia.
…
Después de tanto prolongar lo que era inevitable, Maddie encontró a Bucky en la cocina, tomó una fuerte respiración y entró.
—Sr. Barnes… —Empezó, simulando un buen tono profesional que no dejaba ver lo intimidada que se sentía por su sola presencia.— El Sr. Stark y Steve me envían para ofrecerle mis servicios como su asistente personal, así que me gustaría saber por dónde desea empezar.
Bucky la miró con el ceño fruncido y la expresión de Grumpy Cat (aunque esa ya parecía su expresión normal) sin decir una palabra, se levantó de su asiento y salió de ahí. Maddie volvió a respirar con fuerza tratando así no perder el control y lo siguió.
—Sr. Barnes me temo que no se deshará de mí con tanta facilidad.
Él continuaba ignorándola y ella seguía tras él, lo que Bucky no sabía de ella era que no se rendía con facilidad por eso había llegado hasta donde estaba ahora.
—Sr. Barnes solo estoy cumpliendo con mis trabajo, ¿Podría ser tan amable y no complicarme las cosas?
Bucky empezó a dirigirse a su habitación el único lugar que le parecía seguro y donde quizás ella no lo molestaría, pero se había equivocado. Una vez que él entró en la habitación, ella lo siguió y cerró la puerta tras de sí. Toda la seguridad de Maddie casi se desvaneció ahí mismo, por estar en un lugar privado, con un hombre y la puerta cerrada.
—Sr. Barnes… ¿Qué desea hacer primero?
Entonces empezó a quitarse la playera.
…
Bucky empezaba a preguntarse cuál era la forma más efectiva de hacer que esa pequeña mujer insistente saliese de su camino. Aún no podía creer lo lejos que ella había llegado, ¿Seguirlo hasta a su habitación? ¿A caso no entendía que no era bienvenida ahí? Fue hasta el momento en que vio que todo aquel semblante profesional y de persona decidida se derrumbó en cuanto se cerró la puerta.
Se quitó la camisa y vio como ella dio un paso atrás pero seguía simulando que no le interesaba en lo más mínimo, así que decidió llevar las cosas un poco más lejos, empezando a desabotonar su pantalón.
—¿Q-q-qué está haciendo, Sr. Barnes?
Eran tres botones los del pantalón. Bucky ya iba por el segundo cuando la muchacha decidió que era momento de rendirse y salió tan rápido de ahí como pudo, a la salida casi chocó con Natasha pero esta la sostuvo antes de que cayera.
—No voy a poder hacer esto, Nat.
La pelirroja supo de inmediato a que se refería, pasó su brazo por los hombros de su amiga y empezó a guiarla hacia la cocina donde una buena taza de café podría ayudarla a relajarse.
…
—¿De verdad hizo eso?
—Sí, Nat, fue lo más incómodo por lo que he pasado. ¡No se detenía!
—¿Y cómo se ve sin camisa? —Preguntó alzando ambas cejas, en un gesto entre curiosidad e insinuación.
—¡Nat! —Maddie casi gritó, ese no era el tema aunque se detuvo a pensarlo por un momento. — Pues… no está… mal…
—¿Qué no está mal? —Clint irrumpió en la cocina.
—Bucky. —Respondió Nat.
—¡Nat! —Volvió a gritar Maddie.
Entonces Nat empezó a contarle a Clint por el momento vergonzoso por el que la tierna y linda Maddie había pasado. Clint parecía estar disfrutando la historia puesto en que varias ocasiones estuvo a punto de reírse.
—¿Así que recibiste tu primer striptisease?
—Clint esto no es gracioso.
—Srita. Fields —F.R.I.D.A.Y interrumpió. — El Sr. Barnes la espera en su habitación.
—En un momento voy, gracias F.R.I.D.A.Y.
—¿Quizás es para el final del baile? —Insinuó Clint.
Maddie fulminó a ambos con la mirada y salió de ahí, escuchando a sus espaldas como los magníficos Hawkeye y Black Widow se reían de la humillación de una asistente con un mal jefe.
…
La joven llamó a la puerta y esperó a que Bucky se dignará a responder, no abrió solo murmuró un "adelante".
—Sr. Barnes, ¿Ya ha decidido qu…?
Maddie se interrumpió y casi dejó caer su Tablet por segunda vez ese día (Eso nunca pasaba). Bucky Barnes era un descarado, eso ya lo había sospechado pero ahora le había quedado más que claro. Estaba sentado en su cama, sin camisa, el cabello húmedo y una toalla alrededor de su cintura.
…
Después de mucho tiempo de actualizar estoy de vuelta solo porque me surgió esta repentina idea, últimamente en todas mis ideas va incluido Bucky so.. aquí esta ;- ) Comentarios y/o sugerencias aquí o me encuentras en twitter como MalecBxrnes
