Prologo
Oscuridad, un mar de oscuridad, sin límites ni fronteras. Consumiendo todo rastro a su paso, sin forma alguna ni sentido. Lentamente parece tener forma, un mar de cabezas hechas de esa oscura materia, con ojos de un ámbar que congela el cuerpo al verlo, gritos de dolor y hambre se alzan al aire de un mundo sin vida, donde un sol naranja brilla en un cielo rojo junto a una luna negra.
Una Torre se alza a lo lejos, una torre de estructura bizarra que desafía toda ley de lógica y entendimiento. Extrañas y amorfas aves vuelan en círculos sobre la torre, solo para ver que son otras sombras, mezcla de forma humana y ave, sin ojos pero largas bocas como de serpientes con temibles lanzas.
En la cúspide de la gigantesca torre dos personas se miraban a los ojos, pero una miraba todo con extrañeza, sin comprender que hacía allí o quien era la persona frente a el, solo podía deducir que era una mujer por su forma y tamaño –No temas, pronto todo terminara y juntos. Todo será nuestro, para crearlo de nuevo a nuestra imagen— susurro la mujer para luego sonreír con crueldad, sus ojos ámbares cambiaron a un verde esmeralda y la oscuridad consumió todo.
Unos ojos marrones se abrieron de golpe más su dueño no se levanto de la cama, mirando el techo de madera bien tallada y el horrible candelabro de araña que colgaba en el techo desvió su mirada a su izquierda. Con tranquilidad dormía una mujer pero su cuerpo estaba cubierto de un suave y fino pelaje canela, una mujer lobo era la mujer a su lado, sonriendo con felicidad se acomodo para abrazarla teniendo cuidado de no oprimir su vientre el cual estaba ligeramente abultado.
Nunca pensó que él sería padre, ni que ella seguiría con él al saber su pasado pero ella estaba a su lado y pronto tendría un hijo, su sonrisa creció y un brillo de alegría apareció en sus oscuros ojos marrones. Dejando que el sueño volviera a apoderarse de su mente el Dragón Kage volvió a dormir, olvidando el extraño sueño que tuvo, sin saber que pronto su mundo cambiaría y el de alguien más.
En otro mundo, diferente en el que la pareja duerme una joven de ojos verdes despertaba agitada, el extraño sueño se repetía en su mente pero más la alta sombra de ojos oscuros y las espeluznantes palabras –¡Sucede algo Sakura-Chan?— pregunto una voz chillona mientras lo que parecía un muñeco de león salía volando de un cajón de mesa –Nada kero, una simple pesadilla. Lamento si te desperté— se disculpo la Card Master con una sonrisa y unas leves caricias al Guardián.
Pero para Kinomoto Sakura, sus propias palabras no mostraban seguridad, algo en su corazón le decía que todo estaba mal y que pronto algo cambiaria su vida. Algo que la marcaría para siempre.
