Prólogo
Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado los motivos en los últimos meses. Jamás hubiera imaginado algo ni siquiera remotamente parecido a esta situación, incluso de haberlo intentado. Soy Isabella Swan, tengo 18 años y esta es mi historia.
Iba en un taxi con las ventanillas del coche abiertas... una lágrima rodó por mi mejilla y la eliminé de inmediato. Comenzaría una nueva vida.
Creí que mi vida estaba resuelta. Lo que había planeado para mí asumí que era lo mejor. Nunca me imaginé que alguien vendría a mi vida y le daría un giro de 180 grados.
A partir de ahí, mi mundo cambió de blanco y negro a color, me llenó de amor, protección, confianza, pasión y todo lo que puedes esperar en un hombre, pero su secreto cambiará por completo nuestra relación, eventualmente, terminarse y quedarme sola, herida y mal, muy mal, tal cual estaba antes de que él apareciera en mi vida.
Recuerdos de los últimos meses llegaron a mi mente. Creí que al fin sería feliz, pero nuevamente, me equivoqué.
Mis pensamientos volaron muchos años atrás, recordando a mis padres. Mi madre, alocada, juvenil e impulsiva. Mi padre, protector y cariñoso, al menos conmigo. Cerré los ojos dejándome llevar por aquellos recuerdos.
Nunca pensé que todo se podría arruinar en tan solo un segundo. Todas las personas que amaba me dejaban, o me decepcionaban.
No podría dejarme vencer.
Pero de algo estaba segura, los finales felices no se hicieron para mí.
