Estaban cayendo inconscientes sus cuerpos chocaron con el agua causando un chapuzón para luego no ser vistos mientras se hundían en el agua.

La peor parte, nadie estaba despierto para verlo.

Ambos estaban perdiendo el aire y la sangre, sus heridas debilitando y aumentando mas su estado inconsciente, las burbujas salían de sus bocas, quitándoles el poco aire que les quedaba, todo sin que se dieran cuenta.

Justo cuando la ultima burbuja salió, un torbellino de luz azul los envolvió y una voz femenina hablo.

- Mi joven Rey, tu eres el que menos merecía tal traición, pero descuida, aun tienes a tus súbditos de aliados, a mí y a mi hermana, junto con tu mas reciente hermana, y por los actos tan nobles de esta jovencita ella es merecedora del titulo de Princesa, es hora de cambiar sus destinos.

Con esto dicho la luz del torbellino brillo un poco mas intensa y luego desapareció junto con ambos cuerpos.

10 años despues.

Un barco estaba moviéndose por las tranquilas olas del mar, el logo de Liga Pokémon orgullosamente en sus costados.

Una figura alta de cabello rojo, que de alguna manera estaba hacia arriba, y una capa moviéndose al compás del viento.

Otra figura se puso junto a él, era femenina con traje negro y cabello rubio, ambos mirando el horizonte.

- ¿Crees que sea bueno todo esto? -pregunto la rubia-

-el suspiro y siguió mirando el horizonte- Sabes que tenemos que descubrir cómo funciona el Templo del Mar, y ahora tenemos la oportunidad.

La rubia se quedo callada, aun tenia un mal presentimiento de todo esto, y por alguna razón al pensar en las personas que llevaban con ellos solo lo aumentaba.

De pronto sonó una alarma y una voz grito algo muy claro para todos.

- ¡El Templo del Mar esta a la vista!

Las dos figuras miraron hacia la dirección donde apuntaba el hombre y en efectivo, vieron lo que seria la parte superior del Templo del Mar muy a lo lejos.

- ¡Aumenten la velocidad a toda máquina! -grito el pelirrojo y el hombre inmediatamente corrió a hacer lo que le dijeron, el hombre se dio la vuelta y dijo algo a la mujer antes de irse- Prepara tus cosas Cynthia, no sabemos que habrá allí.

-De acuerdo…Lance.

Pasos se escuchan apresurados por esa majestuosa joya del Mar, a la vez que era un Templo, aunque le parecía más un palacio.

Bajo apresuradamente las escaleras de caracol y corrió por el camino ignorando el gran jardín y las fuentes que había debajo. Doblo una esquina, corrió por un pequeño puente, subió las escaleras y corrió hacia un camino con agua en sus costados, corrió el largo camino hasta llegar a la sala de la Corona del Mar, ahí vio a quien estaba buscando.

- ¡Hermano! ¡Un barco humano se acerca!

-Lo sé, son a quienes esperamos -respondió tranquilamente con los ojos cerrados sentado en forma de loto-

-Oh bien, ¿Quieres que me presente en cuanto lleguen?

-Si quieres hacerlo puedes Hermana.

- ¡Gracias Hermano! Iré a prepararme, solo espero que ellos sean corteses -dijo dándose la vuelta-

-Sabes que los humanos no son exactamente buenos cuando se trata de otro tipo de realeza que no sea la suya.

-Si, pero aun si lo espero.

-Supongo que yo también.

El barco de la Liga Pokémon finalmente llego al Templo del Mar, paro cerca de lo que parecía una plataforma, la rampa bajo y la primera en bajar fue una castaña con ropa roja.

- ¡Wow! ¡El Templo es igual a como lo recuerdo!

-Si, sigue igual -dijo un chico con lentes bajando junto al resto-

-Así que este es el Templo del Mar una verdadera maravilla -comento un anciano con bata de laboratorio admirando la arquitectura y los hermosos jardines del Templo-

- ¡Muy bien todos! -grito Lance- ¡Ahora que llegamos debemos ir a la cámara de la Corona del Mar! ¡May, Max y Brock como ustedes ya han estado aquí guíennos!

Antes de que los mencionados pudieron responder, una voz dulce y delicada los interrumpió.

-Disculpen, pero yo misma podría guiarlos.

Todos voltearon a la voz y abrieron la boca del asombro por lo que vieron, era una joven rubia con un mechón que se sujetaba por un broche, pero la mitad de su cabello desde abajo para arriba era de color azul, llevaba un collar con un cristal ovalado de color amarillo alrededor de su cuello, tenia unos ojos azules reflejando el mismo mar en ellos, tenia una especie de vestido blanco hasta las rodillas, pero en los costados del vestido eran de color azul, sin mangas sujetado por una cinta en su cuello, en la falda tenía dos trozos de tela colgando elegantemente detrás de ella dando el efecto de una cola, tenia guantes blancos en sus manos y unas zapatos simples azules.

- ¿Quién eres tú? -pregunto un castaño con cabello puntiagudo despues del silencio atónito ante la belleza de la joven rubia, que parecía de unos quince años-

-Disculpen mis modales -dio una pequeña reverencia la oji azul- Mi nombre es Bonnibell, Princesa del Mar.

- ¿Princesa del Mar? ¿No era Manaphy? -pregunto Cynthia mirando a la chica sospechosamente-

-Si, pero ella se retiro del puesto para ser el Pokémon de su Madre humana -respondió la aparente Princesa-

-Oh claro, jeje, a veces olvido el hecho de que ahora esta conmigo -rio nerviosamente May-

- ¿Así que tu eres a la que Manaphy impregno? -pregunto Bonnibell curiosa-

-Si ella soy yo.

- ¡Un placer conocerte! Personalmente no he podido conocer a Manaphy, si estas de acuerdo ¿Puedo hablar con ella más tarde?

- ¡Por supuesto!

-Disculpen -ambas chicas voltearon a mirar a Lance- Nos salimos del tema, ¿Qué haces aquí? -pregunto mirando fijamente a la chica-

-Yo vivo aquí -respondió sin incomodarse por la mirada de Lance-

- ¿Tu sola?

-No, con mi hermano.

- ¿El también es un "Príncipe"? -pregunto el pelirrojo haciendo énfasis en la última palabra-

-soltando una risa melodiosa ella negó con la cabeza- No, el no es un Príncipe.

Por alguna razón, todos soltaron un suspiro de alivio.

-Él es el Rey.

- ¡¿Qué?! -exclamaron todos con claros indicios de incredulidad-

-ignorando esto ella se dio la vuelta- Si me siguen, los guiare a la Corona del Mar.

Todos se miraron y volvieron a mirar a la chica.

Todos se encontraban caminando por el pasillo del Templo del Mar hacia la Corona, muchos, sobre todo las mujeres, quedaron en encantados por la belleza del lugar.

- Así que… ¿Tu sabes como funciona el Templo del Mar? -pregunto Lance esperando extraer algo útil-

-Si.

-Tu hermano, el Rey, ¿Controla el Templo?

-Esa pregunta no puedo responderla, tendrás que esperar que lleguemos, que, por cierto, ya estamos aquí.

Ante esto todos se detuvieron en seco y vieron con asombro la gran agrupación de cristales, que, en frente de esa, había un hombre, que les resultaba muy familiar, pero solo Cynthia lo reconoció y abrió los ojos en shock.

- Bienvenidos -dijo el hombre dando una reverencia de caballeros-

- ¡¿ASH?! -grito la rubia y todos la miraron sorprendidos y voltearon a ver al hombre-

-Bueno, no es lo que espere de una respuesta -parpadeo el hombre-

-Jejeje tu mismo lo dijiste Hermano, los humanos no saben tratar con la realeza que no sea la suya -rio cantarina la rubia-