El rey del inframundo

Hades, ese soy yo, Dios del inframundo, entre los mortales no soy querido, ya que mi aspecto no es muy agraciado, soy azul (el color que tienen los muertos) con unos cuernos con llamas en la cabeza, alas negras, con plumaje suave, aunque se ven como si fueran espinas y espesas que salen de mi espalda, las puedo ocultar sin ningún problema, ojos negros como la tinta de las pinturas chinas, cuerpo fornido, ya que mi trabajo era muy agotador, y estar todo el día solo ahí abajo me causaba odio hacia mi hermano Zeus.

Soy hijo de Cronos, ahora el gobernante de los campos Elíseos (es una de las denominaciones que recibe la sección paradisíaca del Inframundo; el lugar sagrado donde las "sombras" de los hombres virtuosos y los guerreros heroicos han de pasar la eternidad en una existencia dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y floridos) más hermoso que donde estoy, las almas de los mortales nada mas nadan y nadan, algunos se lamentan porque dejaron algo pendiente, pero yo que culpa, no les puedo regalar vida sin que mi hermano Zeus, no me lo autorice, ósea nunca. Por algo están escritos los destinos de cada mortal.

Somos tres hermanos, Zeus, el Dios del Olimpo, todo se hace a sus órdenes, Poseidón, Dios de las aguas oceánicas y de todas las criaturas submarinas, y yo.

Zeus siempre ha sido el ambicioso, y guapo, ya que ha tenido a toda mujer que ha querido, y lamentablemente Poseidón y yo no corremos con la misma suerte. Poseidón, se caso con Anfitrite la Diosa de las aguas tranquilas, pero la que se llevo la peor parte fui yo. Ya que ni novia he tenido en mi eternidad, mi energía es el miedo de los mortales.

Tengo un buen amigo, Kalos, mi fiel mascota de tres cabezas, es un perro negro, cariñoso y mi única compañía, no se puede entablar conversación así que sigo estando sola. Hablaría con mis súbditas, las arpías: presente, pasado y futuro, pero ellas tienen la tarea de cortar el hilo de la vida de todos los mortales, así que tienen que estar visualizando lo que vivió, vive y viviría la persona.

Pero ¿cómo fue que termine siendo el amo de la muerte? ¿Y siendo un amargado, que le escribe al amor sin destinatario alguno?

Cuando Zeus nos propuso tomar a la fuerza el trono de nuestro padre, yo primero vi los pros y los contras, eran más los contras pero por mantener una buena relación con mis hermanos lo apoye, brindándole toda mi lealtad. Él me prometió un reino hermoso, digno a mi belleza, y yo por iluso e ingenuo caí.

Lo confieso, engañamos a nuestro padre, anduvimos ingeniándonos la forma de desterrarlo, la verdad es que ninguna idea estaba bien formada:

1.- hacer una guerra, hijos contra padres

2.- hacerle beber de la pasión para convertirlo en mortal y matarlo

3.- jugar con apuestas contra él

4.- envenenarlo con frutas prohibidas

Esas ideas eran de Zeus, tan idiotas como él, después de una semana, Poseidón, llego con una notita donde solo decía: "mentir, engañar a nuestro padre haciéndole creer que hay una guerra en los Campos Elíseos"

FLASH BACK

-Miren, ya se me ocurrió la idea perfecta –llega corriendo Poseidón a nuestra habitación

-A ver dime –dice Zeus arrogante poniendo la barrera de no aceptación de ninguna nueva opción

-Las arpías pueden ayudar en este caso, ya que la palabra de ellas si le hace caso, hay que prometerles la inmortalidad eterna y que ya no vivirán entre los mortales, donde nada más se tienen que esconder y no andar en libertad

Zeus me volteo a ver esperando que tenga la aprobación, yo solo asentí, no quería hablar, algo en mi interior me decía que no me metiera ya en ese asunto y que lo dejara por las buenas, pero lo deje pasar

-Hades, te toca a ti, ir a decirle a las arpías y que te entreguen una nota donde especifican lo sucedido –dijo Poseidón.

-Y tu también debes entregarle la nota a nuestro padre –sonríe Zeus de forma maliciosa, y lo deje pasar

Mi padre estaba de viaje, y ese día llegaba en la tarde, había ido a ver las cosechas de la ciudad de Atenas

Me coloque una capa que me cubría bien el rostro, me aparecí en medio del bosque como habían acordado con mi hermano, dando tres golpes secos al suelo y siseando una vez, ellas se aparecieron.

No eran feas, pero si se les veía en la cara un color grisáceo, y el cabello muerto, no dije nada solo me quede ahí parado viéndolas venir hacia mi

-Tú eres Hades -no era pregunta, era afirmación- vienes por la nota que le prometimos a tu hermano, pero antes de dártela queremos saber que nos entregaran a cambio

No dije nada solo les extendí una nota que había escrito Zeus.

Arpias

Les doy mi palabra que recibiran lo que me piden

Vaya, Zeus es mas bestia que un ignorante pidiendo limosna en un carnaval

Ellas tomaron la nota y me entregaron otra, sin miramientos desaparecí y fui directo a esperar a mi padre. Una vez verlo llegar ni lo deje descansar dos minutos

-Padre, me pidieron que te entregara esta nota –se la di en la mano, la leyó y salió corriendo en la dirección que ya decía.

Pasaron dos horas y nuestro padre nos llamo, enojado por el engaño que según él y mis traidores hermanos yo había cometido.

-HADES –grita encerrado sin poder salir y furioso- COMO PUDISTE, PERO CLARO, TU SIEMPRE LE HAS TENIDO ENVIDIA A TU HERMANO ZEUS, PORQUE EL DICE LAS PALABRAS MAS HERMOSAS QUE NUNCA ME LAS PODRAS DECIR TU

Vaya, ahora si termine como el papel del baño, todo cagado (NOTA DE AUTOR: es una expresión mexicana) y yo ni lo hice

-Zeus, hijo mío –lo ve con esos ojos de amor paternal que nunca ha tenido conmigo- tú que siempre has sido tan buen hijo te dejo mi trono, y asigna a cada uno de tus hermanos un reino en especial

El asintió sin decir palabra y se fue, yo todavía me quede unos segundos ahí viendo al enojado de mi padre y desaparecí.

Al llegar, Zeus ya estaba en el trono, y, mi otro hermano y yo estábamos parados enfrente de él, esperando que nos asignara el reino

-Para ti Poseidón, quiero que cuides de las aguas y que los inmortales te pidan permiso para navegar por los mares –lo apunto con los dedos y lo mando a los mares

Llego mi turno, estaba emocionado. No lo podía creer, tendría mi reino y me iban a alabar

-Para ti Hades, el reino que te prometí –sonríe- tendrás a mucha gente a tu alrededor y jamás te vas a aburrir, para tu reinado son los Inframundos, y las arpías serán tus subordinadas –me señala con el dedo y aparezco en ese lugar lúgubre, con olor a moho y a pudrición

Fin flash back

Suspiro recordando y viendo por el agujero que tengo para que me entre un poco de luz