¡Hola!

Bueno, es la primera vez que me aventuró a publicar algo en este fandom, aunque he estado leyendo mucho e intentando ponerme al día con todos los review que debo tras tantos excelentes fic que he leído.

Hace cosa de un año o más, fue que descubrí Shingeki no Kyojin, y aunque la serie me enganchó, no me sentí tentada a visitar el fandom. Hace poco, volví a retomar la lectura del manga y me volví a ver el anime, con ovas y parodias incluidas, y volvio a surgir mi pasión por esta serie. A su vez, volví a revivir uno de los momentos más triste de está saga, siendo la muerte del Escuadron de Levi tan devastadora como recordaba. Y con ellos, la muerte de mi OTP en está serie, el Rivetra.

Así que he estado imaginando un montón de formas en la que Petra y Levi se vuelven a encontrarse, en algunos de estos Universos Alternativos hay titanes, en otros guerras y algunos no hay ninguna tragedias. Hay finales felices, como los que no. De está manera es que nace esté fic, una colección de historias, one short o simples viñetas con o si conexión entre sí, AU o no, en los que Petra y Levi se encontraran.

Sin más que agregar, les dejo con mi recopilación de historias Rivetra.

Advertencia: Alguna de las historias aquí publicadas pueden contener hechos violentos, palabras malsonantes, alcohol, drogas y muertes desmedida. Quizá uno que otro SPOILER.

Disclairme: Nada de Shingeki no Kyojin me perteneciera, sí fuera así Petra aún estuviera viva.


EN MÁS DE UNA VIDA

Nos volveremos a encontrar.


I

(Capitulo único)

Siempre contigo.


Nunca pensó que moriría.

No, estaba segura que moriría. Claramente moriría, nadie podía librarse de la muerte y mucho menos ellos, quienes habían jurado entregar su vida por la humanidad. Pero quizá, ingenuamente, nunca se imaginó así misma pasar a ser un nombre más en la extensa lista de caídos del Cuerpo de Exploración. Se había escapado tantas veces de la muerte, que por un instante se aferró a la ilusión de que no moriría, al menos no así. No de aquella manera. Fallando.

Pero lo peor había pasado, estaba muerta.

Observó su cuerpo destrozado, estampado contra aquel árbol. Sus ojos abiertos, contemplando un firmamento que ya no volvería a disfrutar, sus huesos rotos y mancillados, su piel desprovista de calidez y la sangre empapándolo todo; el césped, las hojas que caían lentamente, la corteza del árbol, su uniforme, todo a su alrededor. Un desastre de carne, huesos rotos y salpicaduras de sangre. Una última lagrima olvidada que se había deslizado por su mejilla, perdiéndose en el infinito bajo su barbilla.

No sabía en qué momento esa lagrima traicionera se le escapó, ni siquiera recordaba el dolor de sus heridas cuando todo paso. Solo fue consiente del terror que la invadió, un miedo visceral, instintivo, al darse cuenta que no había forma de escapar del titán tipo hembra. Escuchó la voz de Oluo alentarla, pero ni siquiera eso la instó a recuperar la calma. Muy en el fondo sabía que había llegado su fin, ese que nunca se atrevió a imaginar.

Luego todo fue calma, una inquietante calma.

Notó que la batalla continuaba, percibió el último aliento de su compañero de escuadrón y el grito de Eren que resonó por todo el bosque, la ira de la humanidad personificada. Sin embargo, ya no había más miedo, ni dolor, ni siquiera un leve cosquilleo de rabia o la nostalgia de una vida marchita. Tan solo la brisa acariciando sus cabellos cobrizos y toda esa calma que la arrullaba. Y cuando volvió abrir los ojos, pero ya no como un ser vivo sino como otra cosa, un sueño en medio del bosque, apreció lo que alguna vez fue su cuerpo, ahora maltrecho y con la mirada opaca, así como el sendero de una lagrima perdida por su mejilla.

A pesar de que su vida siempre se había encontrado ligada a la muerte, jamás habría esperado contemplarla como lo hacía en ese preciso instante. Nunca pensó que algo así fuera posible. No obstante, aunque todo se le antojaba exactamente igual, todo le era completamente diferente. Los colores a su alrededor eran más intensos, brillantes, mucho más vivos; y así como ellos los olores, siendo consiente de cada aroma, de cada partícula que saturaba el aire. Casi era capaz de acariciar con sus dedos el dulce olor del cedro o saborear el hedor a sangre que salpicaba su uniforme. Los olores se confundían con los sabores, los colores con las texturas. La muerte parecía un sueño que arropaba su alma y la mantenía sosegada. En cambio, los sonidos se habían perdido, como el eco en el interior de una montaña y con ellos todo el fragor de la batalla.

Por un instante, solo fue ella, el bosque y la vaina que antes había sido su cuerpo.

Pero el leve silbido de las hojas al moverse, el mismo sonido que rompía el silencio, captó su atención y provocando que apartará por primera vez su mirada de su cuerpo ya sin vida. Sus ojos viajaron por ese mundo de colores, olores y texturas que ya no era suyo, hasta encontrarse con los ojos oscuros de su capitán.

Él la observaba con el mismo rostro imperturbable que siempre portaba. Sin embargo, sus ojos parecían arder con un fuego oscuro y devastador, el cual la obligo a dar un paso hacia atrás a causa de la impresión. Nunca, ni en sus más remotos sueños, se habría imaginado el alcance de esas llamas. Porque no solo era la ira contenida, sino tambien una tristeza infinita de la cual ahora (tan tarde, cuando ya no había nada que hacer) era testigo, y algo más, una emoción que ella conocía muy bien, pues muchas veces la abrazó (un anhelo de niña ingenua) cuando se iba a dormir o cuando se levantaba a primera hora del día, al salir el sol, siempre dispuesta a ser la primera y última persona en atender a su Capitán.

Y no pudo evitar que más lagrimas traicioneras empaparan sus mejillas. Porque ya era tarde, demasiado tarde para ellos y ese sinfín de posibilidades que significaba el estar vivo.

— Capitán— susurró, intentando extender su brazo hacia él—. Capitán Levi… — lloriqueo, sabiendo que él ya no podría escucharla nunca más.

Porque ya no habría más charlas al amanecer con olor a café, ni entrenamientos hasta el cansancio o sangre de titanes salpicándole la cara y su capitán ofreciendole un pañuelo para que se limpiara. No habría más papeleo de media noche, ni el aroma de una taza de té entre sus manos o una sonrisa rápida por parte de su capitán cuando ella le deseara las buenas noches.

Mucho menos, esas peticiones de parte de él que ella nunca le negaba, como el "no te detengas" cuando entonó una canción de Trost mientras limpiaba un escaparate en su oficina. No habría más roces accidentales de sus manos cuando se cruzaban por un pasillo del Cuartel General. Ni un beso robado tras casi perder la vida en una salida de exploración fuera del muro, ni relaciones secretas o promesas ahora rotas. No habría una boda, ni una casa, ni muchos menos tú vida por la mía.

Ya no les quedaba nada, porque ella estaba muerta. Tan muerta como sus compañeros de escuadrón, muerta como la esperanza de vivir en un mundo libre de titanes.

Muerta, lejos de él.

Por primera vez, desde que supo que se encontraba muerta, deseo que las cosas no fueran así.

Entonces, Levi, su capitán, le dedicó una última mirada y continuó su camino hacia la batalla, sin que ella pudiera alcanzarlo. Después de todo, estaba muerta y con ella todo aquello que quizá alguna vez ambos pudieron haber sentido.

— Quizá en otra vida, en otro momento… — susurró, sabiendo que por más que lo intentará él no podría escucharla y que sus palabras se las llevaría ese viento que le sabía a tristeza—. Quizá en un mundo diferente podamos encontrarnos, en algún otro universo... No. Estoy segura que en cada vida siempre nos vamos a encontrar. Yo siempre estaré contigo, Capitán.

Entonces, todo fue luz, la misma que la envolvió y devoró el mundo a su alrededor. Y todo fue sosiego, silencio y nada.

Aunque sin saberlo, Petra Ral había hecho un juramento de esos que ni el tiempo ni el espacio pueden romper.


Monologo de la autora: Este primer capitulo es simplemente una especie de prologo o un preludio para de alguna manera enlazar las siguientes historias, que como verán tienen mucho de reencarnaciones y promesas que superan la desdicha de la muerte. Espero que hallan disfrutado de este primer capitulo, muchas gracias por tomarse un tiempo para leerlo.

¡Saludos y abrazos!

Green.

PD. Sí deseas que Levi limpie tú casa, deja un review ;)