Caja de Madera


Fue apenas dos días después cuando se encontró con todos en el cementerio, no le gustaba usar ropa formal y ahora menos que nunca, un disfraz, no vale la pena usarlo, Fred hubiera preferido que le hiciéramos un homenaje menos triste.

Estaba justo ahí, alrededor de su cuerpo con el resto. Había pasto y tierra, pero seguía pareciendo irreal, estaba envuelto en una caja de madera, pero la sensación de la verdad todavía parecía flexible, estaba mas cómodo pensando que no estaba ahí, que regresaría a casa para escuchar que lo felicitaría por haber estado ahí desde el principio hasta el final, haber destruido él mismo un horrocrux, y hacerlo sentir incomodo con los comentarios que haría sobre el cambio con Hermione.

¡Avada Kedavra!Y cuando lo escucho reproducirse una vez mas en su cabeza, la realidad lo golpeo e hizo que brotaran mas lagrimas de sus ojos, algunos comenzaban a alejarse, y él se puso de rodillas frente a la caja de madera, ataúd era una palabra mas complicada y no quería pensar en usarla, porque sonaba igual que la peor de las maldiciones imperdonables, real, hiriente, sin regreso.

Y entonces una mano estrecho su hombro en señal de apoyo, y unos segundos después Hermione también se hincaba junto a él, buscando su mirada con lagrimas en el rostro, y él la encontró, quería pensar que podía olvidarse de todo el dolor que había a su alrededor, y que realmente la batalla había terminado, que su hermano estaba a su lado, que el mundo giraba normal y que al fin podría abrazarla y besarla. Le habría gustado que el mundo no fuera tan grande ni ellos tan pequeños ni tan pocos, lo suficiente para que Voldemort nunca hubiese tenido opción y se hubiese desaparecido desde hace muchísimo mas tiempo, sin llevarse a nadie.

No quería separase de ella nunca más, hizo contacto con las manos y entonces Ron supo lo mucho que significaba que ella estuviera a su lado, significaba que realmente el mundo y Voldemort eran mas pequeños, y que él Ronald Weasley era definitivamente el mas grande, sólo él. Le dirige la primera sonrisa que es capaz de lograr desde que se besaron, y ella se la responde.

Esta en un lugar mejor ahora - y cuando lo dice le limpia las lagrimas con el dorso de la mano, su caricia lo estremece y él sabe que, tiene razón.

Ron recoge un puño de tierra con la mano libre y se pone de pie junto con Hermione, se acerca mas al ataúd, porque es verdad, con la mano de Hermione tomando la suya, sabe que llamarle caja de madera no lo hace menos real y esta en un lugar mejor. Estira la mano y deja caer la tierra, despacio, es el abrazo que le habría gustado darle.

Se aleja aún con Hermione de la mano. No tenía como expresarle lo mucho que significaba ella en su vida, ahora mas que nunca, desde siempre.

- No se que haría sin ti -

Se abrazan

- No tendrás que saberlo -

Y se aferra mas a su cuerpo, como cuando la besó.

Llora otra vez. Lo tenía en la cabeza y a punto de salir por su garganta desde hace mucho, y precisamente ahora, vuelve a salir, es real, y esta vez no esta tras el excusa de una tarea, Hermione escucha su voz en el oído diciéndolo, parece mentira, porque cuando llora y susurra al mismo tiempo, no parece su voz, se oye mas áspera, mas adulta.

Te amo…

Hermione nunca se imagino que escuchar esas dos palabras le provocaría sentir que el suelo se mueve bajo sus pies, y es necesario aferrarse mas a él para no caer, o quizá no sea eso, solloza mas fuerte, puede oler su cabello, y es real, aún tiene sus brazos al rededor de sus cintura, y al fin es algo físico, algo que puede tocar y comprobar, y no el reflejo de lo que uno de sus sueños le dijo que vería en el espejo de Oesed, ahora es diferente, tan misterioso y sencillo de entender al mismo tiempo, porque es simplemente aquel que desde hace siente años es su héroe, y desde hace siete años, ha sido él quien le ha hecho ver el espacio mucho mas chico, porque su mundo se reduce sólo a alguien, al mas grande, porque junto a él el resto luce mas pequeño, el calor de su rostro recargado junto al de ella, las lagrimas de ambos se combinan por la cercanía de sus rostros, y ella lo sabe, siempre lo ha sabido, pero no es el momento, se regaña mentalmente y no puede evitar revolver su cabello.

Te amo piensa, pero no sabe si decirlo en voz alta, porque quizá si lo haga salga un sollozo in entendible, o quizá porque no quiere romper el abrazo, y sobre todo, porque le hace sentir culpable sentir esa dicha con todo el sufrimiento que hay a su alrededor. Y sabe que si se lo dice se lanzara a besarlo otra vez, y eso no esta bien, no ahora.