Una pequeña de cabellera rubia estaba ordenando unas cajas que su madre le había pedido que hiciera. A decir verdad no estaba tan concentrada, pero esto cambio cuando noto como un libro caía de una de estas cajas.
La pequeña con algo de pereza se acercó a dicho libro no muy interesada hasta que noto que no era cualquier libro, si no que era un álbum.
-¡Van! Acercate ¡mira lo que encontré! - Gritó la niña llamando a su hermano.
-¿Qué ocurre Lizzy? - Preguntó este una vez que se encontró a su lado.
Este otro niño de cabello rubio, casi dorado, se llamaba Van Elric , hermano mayor de la pequeña de ojos ámbar, Elizabeth Elric.
-Van ¡mira mira! - Exclamó con entusiasmo mostrándole el álbum. Van miro con mucho interés el libro y se lo arrebato gentilmente de las manos a su hermana mientras se sentaba a su lado.
- Vamos a verlo Lizzy! Seguro son recuerdos de papá y él tío Al! - Abrieron el dichoso álbum y se encontraron con fotos de la infancia de sus padres. Había muchas fotos de Edward y Alphonse antes de perder sus cuerpos, fotos de niños en la casa de los Rockbell antes de ir a la guerra, hasta habían fotos con el Coronel, ahora Führer, junto con Riza.
Los pequeños estaban tan concentrados mirando las fotos que no se dieron cuenta de que alguien había entrado en la habitación.
-Niños ¿Qué hacen? - Preguntó su padre sorprendiéndolos.
Edward obviamente al pasar los años cambio bastante, ya tenía una estatura bastante considerable -lo cual alimentaba su ego- tenía las facciones de la cara más marcadas y se había cortado algo el cabello.
-Esto... nosotros...bueno...- Balbuceó Lizzy sin saber que decir.
-Anda Liz , cuéntame - Ánimo Edward.
-Estábamos viendo el álbum de fotos - Contestó el pequeño Van.
-¿Espiando cosas? - Preguntó con tono juguetón mientras sentaba a sus hijos en sus piernas.
- Claro que no, se supone que nosotros también vivimos aquí, por eso lo que encontremos también será nuestro - Afirmó con seriedad Lizzy.
Edward sólo pudo soltar una carcajada ante las palabras de su hija, sin duda tenía el carácter de Winry.
Estuvieron un tiempo observando el álbum mientras su padre contaba las historias de cada foto, hasta que llegaron a una en especial.
Los niños no podían parar de reír, y Ed sólo los mandaba a callar tratando de ocultar su sonrojo y poder salvar su orgullo.
-Jajaja , Papá cuéntanos por favor lo que pasó jajaja - Él pequeño Van casi y lloraba de risa al ver la fotografía en la cual su padre estaba cubierto de puré de manzana y harina con la cocina de fondo hecha un desastre.
-Verán...yo... pues...Era el segundo aniversario que teníamos con su madre y quería...ya saben hacerle un regalo...- Murmuró el rubio agachando la cabeza.
-¡Oow que romántico! - Comentó la pequeña mientras que Van comentaba por lo bajo que eran ridiculeces y pérdidas de tiempo.
-Cuando tengas novia quiero verte pequeño - Dijo su padre desafiándolo.
Van hizo una mueca de asco y dijo.
-¡Claro que no! Las niñas son un asco, hmp - Se dio la vuelta y su hermana lo miro indignada.
- ¿Acaso insinúas que tu hermana y yo somos un asco Van? - Dijo Winry apoyada en el marco de la puerta.
El pequeño se sonrojo y empezó a balbucear con el ceño fruncido.
-Claro que no mamá...Tu y Lizzy no son un asco...Ni la tía Riza y May...pero las demás niñas sí. -Dijo seguro de su opinión.
Pobre niño, si escuchara a su padre en un futuro se daría cuenta de la importancia de los pequeños detalles.
FIN.
