Hola a todos, de nuevo estoy aquí presentándoles mi tercer trabajo ahora basado en la saga de Hades, esperando les guste tanto como a mi y que la disfruten al igual que yo al escribirlo.

Quiero dar un especial agradecimiento a todos los que dedican una parte de su tiempo para leerme y sobre todo a las personitas que me han agregado a sus historias/autores favoritos, ¡MUCHAS GRACIAS!.

Sin mas rodeos les recuerdo que los personajes que aquí aparecen son propiedad de Masami Kurumada y mi trabajo solo es con carácter de entretenimiento.

Un Destino Ineludible.

Capítulo 1. Décimo Quinto Cumpleaños

Era una noche particularmente estrellada con un viento suave y fresco que apenas era percibido por las hojas de los muchos árboles que adornaban la residencia Heinstein, esa noche del 3 de Septiembre se celebraba el décimo quinto aniversario de la hija primogénita de esa acaudalada familia alemana... Dentro del castillo solo se oían las risas, los murmullos y la música que animaba el ambiente con sus vals haciendo a muchas parejas bailar. Las copas de cristal chocaban finamente en brindis a nombre de la festejada y familia, todo era lujo y algarabía.

Aquella joven de largos cabellos oscuros salió un momento al balcón donde fijó su mirada violeta en una vieja bodega que por estar a otro extremo del palacio apenas podía mirarse mientras sentía debiera ir hacia allá, tanto que sin pensarlo camino sigilosamente como inducida en un trance hasta encontrarse por el camino de los cipreses dónde una luna llena con un brillo peculiarmente sombrío iluminaba su andar mientras el viento movía con cierta fuerza sus cabellos y daba vuelo a ese vestido de seda rosa que cubría su cuerpo.

Sus taciturnos ojos violeta parecían solo tener un objetivo sin mostrar expresión alguna incluso al estar frente a aquella bodega olvidada, siempre cerrada con un candado; el tiempo pareció detenerse mientras en su mente oía una voz perversa y cálida a la vez ... "Pronto llegará ese momento" formándose un eco al que ella respondía que si con cierta timidez.

El ladrido de un perro la hizo volver a la realidad para poder oír como varias personas gritaban su nombre...

–¡Pandora, Pandora! – gritaba preocupado el señor Heinstein al acercarse a la chica seguido de adolf su perro que lamia con inocencia la mano de su ama.

–Pandora, ¿qué haces aquí?, ¡sabes muy bien que este lugar no esta permitido y menos de noche!– mencionaba su padre preocupado y molesto mirando la bodega y después a su hija.

–¡Lo siento mucho papá, te juro no volverá a suceder! — decía la joven en un tono de disculpa aun algo confundida por lo que había pasado minutos antes.

Su padre la abraza con intención de protegerla y se marchan junto con las otras personas de regreso a la fiesta mas Pandora sentía algo extraño en su corazón.