Prólogo.
Era una noche fría de invierno...una mansión enorme con tan solo la luz de una ventana era lo único que se veía en la oscuridad que se cernía. El silencio era absoluto...
O casi...
En el interior de la casa, en esa única habitación con luz encendida, una mujer rubia y hermosa, estaba dando a luz...y por alguna razón, no le estaba siendo demasiado fácil... A su lado, su estridente prima y su querido marido, este ultimo cogiéndole de la mano mientras el medimago hacía numerosos hechizos para ayudar a la joven...
-Aguanta Narcissa...ya queda menos - dijo con la voz cálida que usaba solo para ella. Sin embargo, las conclusiones del medimago eran malas...o lograban sacarle a los bebes ya, o ella moriría. Le hizo una seña al medimago para que salieran. -¿Que piensa hacer? Si ella muere, mi señor lo sabrá...-le dijo con una voz fría y amenazante. El medimago palideció.
-Tenemos posiblemente una parejita...y o sacamos ya a uno de ellos, o los tres morirán - en ese momento Lucius Malfoy tomó una decisión propia de un mortífago como era...pero de la que siempre se arrepentiría.
"Dos años mas tarde,en una cabaña en la linde del bosque"
Un llanto desgarrador parecía partir el cielo. Procedía de dentro de la cabaña, de una niña de apenas 2 años. Dentro, una mujer de pelo negro apuntaba con su varita a la pequeña.
-¿Duele verdad? - la morena se echo a reir de una forma que cualquiera sabría lo loca que está. - Una bastarda como tu es lo único que se merece...
-Para...po favo...-decía la pequeña que casi no sabía ni pronunciar bien. No dejaba de mirar al hombre que se situaba al lado de la mujer, quien era su padre. -Papa..po...
-¡Crucio! - dijo la mujer mientras no paraba de reirse. En ese momento el hombre le cogió fuertemente de la muñeca. -Suéltame querido Lucius...¡ahora! -dijo mientras le apuntaba.
-Déjala ya en paz...o te juro que te mataré -tras decir esto, y echarle una última mirada a su hija, quien estaba llena de cortes por la maldición, se desapareció para ir a ver a su -ante los ojos de los demás- único hijo. Jamas se perdonaría este acto, pero no podía dejar morir a su mujer...por lo menos logró salvarla a ella también, se decía a si mismo. Pero, ¿cual fue el precio que tuvo que pagar?
Lucius miro a su hijo dormir. El precio que tuvo que dar, fue convertir a su propia hija en una desterrada a los ojos de la humanidad... la convirtió en una híbrida...alguien cuya alma esta dividida en dos...una humana..y otra...animal. Pero eso...solo lo sabían él... y Bellatrix.
