Declaimer: Todo pertenece a J.
Continuación de mi primer one shot Corazoncito…
Creo que no pude seguir durmiendo con la conciencia tranquila luego de volver a leer mi primer one shot así que decidí hacerle una continuación, hasta yo quede con ganas de seguir leyendo más…
Espero que les guste, será un fic de pocos capítulos así que disfruten, XD…
James & Lily
¿Cómo conoció James Potter a sus suegros?...y qué hizo Lily al respecto
Resumen corazoncito
-estoy tan orgullosa de ella- comentó el señor Evans a su esposa que miraba con una sonrisa a su hija, pero esa escena fue interrumpida ya que un joven de unos diez y siete años más menos, de pelo extremadamente alborotado se estrellaba contra los señores Evans, cuando aparecía corriendo luego de cruzar la barrera.
-oh…disculpe señor, permítame ayudarle con su maletín- se disculpó el moreno.
-no te preocupes y gracias, sólo ten mas cuidado la próxima vez- le dijo el señor Evans.
-vamos James deja de molestar a tus suegros- le gritó su amigo, Sirius Black, que se asomaba por las ventanillas del tren. Cuando James escuchó esto, se sonrojó excesivamente y sonrió ante los señores que lo seguían mirando.
-bueno…fue un placer- balbuceó nervioso -…mi nombre es…-
-¡James Potter!- gritó la pelirroja saliendo por la puerta del tren que minutos atrás había traspasado con su baúl -¿Qué haces con mis padres?- preguntó furiosa mirando al moreno fijamente.
…
-¡NO!- gritó Lily a escasos centímetros de James.
-Lily Evans qué son esos modales, no se le grita de esa manera a la gente- la regañó su madre -…discúlpala querido…me da gusto que Lily tenga un novio tan apuesto y educado- dijo esta vez a James que no dejaba de sonreír.
-yo soy el afortunado por tenerla a ella como novia, es tan dulce y amable- continuó James haciendo que Lily se enfadara aún más.
-ah…que lindo que eres, amor- esta vez fue Lily la que habló, disimulando toda la rabia que sentía en ese momento, agarró las mejillas de su supuesto novio y las apretó sin contemplaciones.
-tú eres la linda, mi corazoncito- le respondió James librando sus mejillas de las manos de Lily.
…
-¡ESTAS IDIOTA!- gritó encolerizada.
-señorita Evans ¿no escucho a su madre?, no debe gritarle al querido James- se burló Sirius que venia entrando con Remus y Peter al compartimiento.
…
-si-…
-no-…
-si-…
-…no…- ahora James se estaba acercando peligrosamente a Lily haciendo que esta retrocediera y cayera en el asiento.
-…s…- pero se quedo sin habla, James estaba muy cerca suyo, sentía la respiración del chico en sus labios y su cuerpo no le respondía.
-hola lil…- afortunadamente para Lily pero desafortunadamente para James, Alice la amiga de Lily los había interrumpido y no pensaba dejarlos solos nuevamente.
…
-corazoncito, tenemos una conversación pendiente- le dijo James en modo de despedida.
Lily volteó cuando cerró la puerta y se quedó un instante apoyada en ella mientras descubría que se sonrojaba cada vez que recordaba ese acercamiento. "corazoncito JÁ" se burló para sí mientras su amiga la miraba como si estuviera loca y aceptando que Lily al fin correspondería a James…
fin… (Con algunos toquecitos)
¿Qué hace un chico cuando conoce a su suegra?, pues Lily Evans nunca creyó que James se atreviera…
Y porque las mejillas de cierta pelirroja adquieren un color carmesí con un simple "hola"...
Corazoncito II
Después de ese gran comienzo de año, me plantee seriamente el problema de mí, para mi, absurdo sonrojo.
No tenía intenciones de admitir que me comenzaban a pasar cosas con el desagradable de Potter, pero mis siguientes encuentros no fueron de gran ayuda para desmentir lo que mí querida amiga Alice insinuaba cada vez que mis mejillas adquirían un leve color carmesí.
-que no- repetía ese día ante las acusaciones de mis amigas -…no me gusta Potter-
-pero…- esa era Elliane que me había salvado de mi octavo acosamiento por parte de Potter en lo que va del año.
-¡pero nada!- exclame con molestia -…no me gusta Potter y punto- solté, voltee lentamente para mirar a mis dos amigas y fulminarlas con una mirada amenazadora, esas que hacen huir hasta los mismos merodeadores.
Ellas me miraron con las cejas alzadas para luego mirarse entre ellas y sonreírme estúpidamente.
-Uf…- bufé con desesperación y seguí mi camino hasta la torre Gryffindor.
Los días siguientes no fueron de mi total agrado, más aún que comenzaba a acercarse la fiesta de Halloween, las chicas de mi casa correteaban por todos lados haciendo ojitos a los chicos para recibir las estúpidas invitaciones, como si no se pudieran presentar en una fiesta solas, de que sirve llevar colgados a los irracionales de los hombres…siempre he pensado que mejor sola que mal acompañada.
Seguía con mi filosofía de vida cuando una semana antes de la Gran Fiesta el moreno que atormentaba mi vida, si como lo imaginan, James Potter se acercaba distraídamente, o eso me hacía creer, por las estanterías hasta llegar a la última donde por casualidad yo estaba revisando los libros de Runas.
-no sabia que tomabas Runas, Potter- solté con desagrado, pero curiosamente la expresión de Potter al ver su error me causo, como decirlo…gracia.
-sólo…buscaba un libro para Remus- mintió con descaro y volteándose hacia mí me dedicó una sonrisa coqueta.
-pues, buena suerte- le dije para cortar esa conversación.
Él siguió buscando entre la estantería, no sé que cosa, mientras de vez en cuando me miraba de reojo.
-tu madre me mando una carta- contó él de improviso provocando que mi libro cayera estrepitosamente al suelo -…te manda muchos besos- sonrió mientras yo lo fulminaba con la mirada.
Recogí el libro lo más rápido posible pero James se había adelantado y chocamos al tomar el libro al mismo tiempo.
-lo siento- dijo él agarrando el libro y ayudándome a levantarme.
-gracias- masculle yo casi arrancándole el libro de las manos.
-¿Quieres ir conmigo a la fiesta de Halloween?- balbuceó él rápidamente cuando yo ya tenía el libro en mi poder.
-eh…- susurré yo mirando a Potter con una cierta sensación de sonrojo al ver que él me miraba esperanzado.
-¡Lily!- sentí que gritaron en ese momento, y vi como mi amigo Pool se acercaba por las estanterías con una sonrisa de felicidad.
-hola- dije aún anonadada por la interrupción.
-hola, preciosa- exclamó con energía besándome la mejilla sonoramente -…no sabes lo feliz que estoy, y todo gracias a ti- comenzó moviendo sus manos tratando de explicar algo.
-si- sonreí yo muy nerviosa al ver que James fruncía las cejas mirando a Pool con recelo.
-si- gritó -…seguí todos tus consejos y…- de detuvo al ver que Potter estaba a mi lado -…lo siento, ¿interrumpo?- preguntó sin dejar de sonreír tontamente.
-no…- se adelantó James a responder -…yo ya me iba- dijo soltando una pequeña sonrisa torcida y caminando de vuelta por donde llego.
-y como te decía…- siguió Pool mientras yo veía como James se alejaba de nosotros tocándose descuidadamente la base de la nuca y despeinándose el pelo con frustración.
Y claro lo que Pool me quería decir con tanta urgencia ese día fue que su plan, o mejor dicho mi plan, para que él conquistara a Elliane había dado resultado.
Luego de reconsiderar el hecho de por que la conversación de mi amigo había sido escuchada a la mitad sólo porque a mis pensamientos venían otras cosas, cosas que no fui capaz de admitir, como los bellos ojos que tenía el desgraciado de Potter, o esa sonrisa tan provocativa que me regalaba cada vez que tenía intenciones de pedirme alguna cita o algo por el estilo, y miles de cosas más referidas a ese mismo moreno. Me acerque a mis amigas con la intención de pedirles ayuda, de como evitar que ese extraño sentimiento por Potter se acabara, pero dos hechos fundamentales me hicieron volver a mi primera táctica, la negación.
Primero, Elliane se aparecía con suerte por las clases porque prefería pasar más tiempo con su ahora novio y mi mejor amigo, Pool. Y segundo, Alice, que no le tenía mucho aprecio a ese chico de cabellos endemoniados, como le decía ella, y de ahí a ser atacada por las miles de preguntas y advertencias prefería omitir cualquier comentario a ella.
-¿Potter te invitó al baile?- la pregunta me hizo sobresaltar. Estábamos las dos, Alice y yo, cenando en la mesa Gryffindor en el gran comedor cuando mi querida mejor amiga hizo que mi vaso de jugo de calabaza cayera encima de mi torta.
-¿por?- balbuceé nerviosa intentando arreglar el desastre que cause por culpa de Alice.
-porque Potter no deja de mirarte- soltó en un susurró mirando hacia su derecha donde supuse que Potter estaría cenando con sus amigos unos puestos más allá.
Y como pude comprobar segundos después, Potter no podía quitarme la vista de encima mientras su amigo, Sirius, sonreía bobaliconamente burlándose de él.
-si no lo ha hecho, lo hará hoy- comentó Elliane que llegaba a mi lado y miraba la escena donde Sirius le lanzaba palomitas de maíz a James para que este dejara de mirarme.
-y tú, ¿Dónde andabas?- pregunte para tratar de cambiar el tema pero mis amigas seguían mirando a los merodeadores mientras intentaban terminar su cena.
Agarre varios chocolates guardándolos en mi bolso y me dispuse a huir de ahí antes que las preguntas de mis amigas cayeran como bombas.
-¡alto ahí!- sentí la exclamación de Alice cuando di un par de pasos hacia la puerta del Gran Comedor.
Voltee lentamente y ella sonreía con diversión -…te olvidas de los apuntes que me prestaste esta tarde- dijo pasándome un par de pergaminos que guarde rápidamente en mi bolso y salí huyendo hasta la torre Gryffindor.
Iba tan metida en mis cavilaciones que no sentí los pasos apresurados detrás mío, ni los gritos con mi nombre que daba aquella persona, sólo reaccione cuando me vi atrapada entre la pared del segundo piso y el cuerpo de James Potter.
-dije que me esperaras- susurró con la voz agitada de tanto correr -…tenemos una conversación pendiente- dijo una vez que su respiración se pausaba.
-¿Cuál de las dos?- pregunte nerviosa viendo como él soltaba una sonrisita.
-depende de cual quieras responder primero- dijo Potter sonriendo con descaro, en ese momento ya había reaccionado del aturdimiento en que me encontraba y lo empuje con todas mis fuerzas logrando aunque sea alejarlo un poco de mi.
-habla- mascullé mirándolo amenazadoramente.
Él comenzó a hurgar en el bolsillo de su túnica y sacó una carta muggle -…la carta que me mandaron tus padres- dijo con una sonrisa.
-¿y?- pregunte con aburrimiento.
-me invitaron a pasar la navidad con ustedes- sonrió extendiéndome la carta para que pudiera leerla.
Se la arrebate de las manos y descubrí que era cierto, mi madre se había atrevido a invitarlo faltando Dos Meses para navidad, Dos Meses.
-supongo que le dijiste que tenías planes- exclame con desconcierto.
-la verdad le dije que tú y yo pensábamos quedarnos en Hogwarts la última navidad pero que te consultaría…-
-¡¿QUÉ?!- grite -…tú…te atreviste…a decirle a mi madre…que pasaríamos la navidad juntos- la furia se apoderaba de mi, sentía recorrerla por todo mi cuerpo mientras los pensamientos de echarle alguna maldición a Potter me parecían lo más adecuado a mi enojo.
-si- respondió él como si nada -…Mafalda está muy contenta con que nos amemos tanto, corazoncito- sonrió
-Ma…Mafalda- balbuceé yo con ira contenida -…te atreves a llamar a mi madre por su nombre- grite encolerizada.
-si, en la carta anterior me dijo que no le gustaba que le dijeran señora, ni suegra así que me dio permiso para decirle Mafalda… ¿es hermoso su nombre? ¿No?- comentó como si me comentara del tiempo.
-¡no puedes decirle Mafalda, ella odia que le digan Mafalda!- seguí gritando mientras arrugaba la carta que tenía entre mis manos.
-pues no me parece, si es un hermoso nombre- dijo Potter mirándome con una maldita cara de inocencia que deseé pegarle, pero no lo hice, me contuve y luego de gritar un par de improperios a su persona le arroje la carta, ya hecha bolita, y me dispuse a caminar a mi cuarto para mandarle una carta a mi Querida Madre para saber de que se trataba esa broma…
El pergamino y la pluma con el tintero estaban sobre el escritorio del cuarto pero justo antes de empezar con mis reclamos hacia mi madre recordé que ella pensaba que entre Potter y yo había una especie de relación sentimental o como le dijo Potter un noviazgo.
Grite con todas mis fuerzas luego de silenciar el cuarto para que nadie escuchara mis alaridos de frustración. Y entre los gritos de desesperación, de frustración y de ira, nació una pequeña sensación de venganza.
Debía vengarme de Potter, claro que debía, por meterse en mi vida, por molestarme los últimos siete años y por…por…por ser tan Potter.
¿Pero cómo?
Analicé mis posibilidades toda la noche, debía ser algo que pudiese saciar esa sed de venganza, esos años y años de frustración por sus constantes acosos y él episodio con mis padres a principios de semestre.
Debía darle un poco de su propia medicina…sonreí con malicia, desde ese día comenzaría a acosar a Potter y a demostrarle lo molestoso que son las insinuaciones frente a todo el colegio…
Desperté con una gran sonrisa sabía que ese día sería de gran diversión para mi persona aunque tuviese que luego dar explicaciones a mis amigas disfrutaría sin duda de la broma que le tenía a Potter.
-buenos días- salude a mis amigas cuando ambas despertaban soñolientas.
-Lily, tan temprano…- reclamó Elliane -…si hoy es sábado-
-un día hermoso para ir a dar un paseo por el lago- sonreí mientras mis amigas me miraban con atención -¿Qué?- dije al ver sus ojos clavados en mi subjetiva falda -¿acaso nunca han visto una falda?- pregunté molesta al ver sus miradas.
-si, pero eso no es una falda Lily, es una mini falda- apuntó Alice mirándome con desaprobación.
-sólo por tres dedos encima de la rodilla- reclamé mostrando no tan exactamente como los tres, más bien cinco dedos arriba de la rodilla…viéndome mejor creo que son más -…pero si llevo pantis debajo- acote mostrando mis piernas donde unas pantis color negro abrigaban mis piernas bajo esa diminuta falda -…y botas- complete al ver que no iba tan desabrigada.
-que te valla bien- soltó Elliane con diversión -…y lleva chaqueta si vas a los terrenos-
Yo salí rápidamente luego de agarrar mi túnica, por si acaso, nunca es malo llevar algo para no morir de frío en el camino.
Baje a la sala común sabiendo que a esa hora era muy probable que Potter y sus amigos, exceptuando Remus tal vez, estuvieran en su sexto sueño con babas incluidas.
Camine lentamente por los pasillos para llegar al Gran Comedor a tomar un buen desayuno y poner en marcha mi plan, acosamiento a James Potter, entré en silencio mientras un par de chicos de la casa de Ravenclaw me miraban sin disimulo, y todo por llevar una mini falda como dijo Alice.
Me senté tratando de ocultar lo que pudiera pero realmente era incomodo andar con una tela que sólo tapa lo necesario. El desayuno olía muy rico, me serví un poco de leche con chocolate y tostadas con mermelada de calabazas, y mientras comía espere a que Potter asomara su nariz por ese lugar.
-hola Lily- saludó Remus sentándose a mi lado.
-hola Remus- le sonreí cortésmente -¿Cómo está tu semana?- pregunte para entablar una conversación y empezar con el paso numero uno de mi plan: conocer al enemigo.
-bien, ¿y la tuya?- preguntó él comenzando a servirse un abundante desayuno.
-igual que todas, los mismos acosamientos y las mismas peleas- comente como quien no quiere la cosa.
Remus sonrió con pesar mientras mordía su tostada con huevos revueltos -…se que James es molesto a veces- dijo luego de digerir su comida -…pero él es así, algo…impulsivo- rió volviendo a su tostada.
-si, y no logro entender porque no acepta un no como respuesta- bufé con exasperación.
-porque no conoce esa palabra- intervino Sirius que me sorprendió al sentarse frente a mí -…nunca le han negado nada, eres la primera-
-suelta eso- pelee cuando lo vi agarrando mi tostada con mermelada.
-ufa- soltó Sirius robando una tostada del plato de Remus.
Remus rodó los ojos y se propuso terminar su vaso con jugo de calabaza.
-y cómo es que no a llegado aún- trate de preguntar lo más desinteresadamente posible.
-porque sigue soñando contigo- soltó Sirius sin darse cuenta de lo que dijo hasta que Remus le pateó bajo la mesa -…digo, sigue durmiendo- sonrió el moreno -…anoche llegó algo tarde- y una nueva patada lastimo a Black ya que gritó un improperio mientras miraba a Remus con enojo.
-pues, mándenle saludos cuando lo vean- dije con una sonrisa y me dispuse a retirar de la mesa -…adiós Remus…adiós Black- me despedí agarrando la túnica que estaba en la silla, caminando hasta la puerta de roble.
-espera a que James la vea con esa minifalda- escuche el susurro de la voz de Sirius antes de alejarme -…va a necesitar una ducha fría, te lo aseguro- y sonreí internamente al ver que todo marchaba sobre ruedas.
Camine hasta la puerta y al abrirla choque con…
-hola, muñeca- me saludó Potter con la clara intención de molestarme.
-hola…James- le contesté yo siguiendo con mi camino.
Mi destino: la orilla del lago.
Finalidad: esperar a que aparezca algo desconcertado con mi actitud.
Procedimiento: tantear el terreno, en otras palabras, saber que provoco en él.
Al salir a los terrenos descubrí que realmente no era un buen día para salir hasta la orilla del lago y menos con una mini falda, me abrasé del frío y camine dispuesta a terminar con lo que había empezado.
El viento hacía remover las aguas del lago mientras yo observaba lentamente con la túnica sobre los hombros como cierto moreno se acercaba a mí a paso lento.
-tanto demoraste- murmure cuando sentí el calor corporal de él acercarse a mi lado.
James me miró con desconcierto, inspeccionando mi persona, y sonriendo tenuemente al ver mi atuendo.
-hace bastante frío para salir con esas fachas- dijo mirando las aguas del lago fijamente.
-creí que el sol calentaría un poco más- susurré yo algo avergonzada por creer que por llevar menos ropa James se enloquecería por mi.
De que servia estar muriendo de frío si él no me miraría, comencé a ponerme la túnica a ver si así me infundía un poco de calor, pero el cuerpo de James frente mío me sorprendió, lo mire con desconcierto y con nerviosismo al sentirlo tan cerca, él miraba lo botones de la túnica mientras lentamente comenzaba a abrocharlos.
-te ves hermosa- susurró cuando estaba por terminar de abrochar todos los botones de mi túnica y pude ver en sus mejillas un tinte rojizo.
-gracias- balbucee cuando él volvía a la posición de antes, a mi lado.
Pasamos varios minutos observando el lago sin decirnos una palabra pero ninguno de los dos quería alejarse, yo no podía alejarme, debía seguir con mi plan, el cual no había resultado pero debía inventar un plan B rápidamente.
-y… ¿iras conmigo al baile esta noche?- preguntó él rompiendo el silencio.
¿Cómo lo había olvidado?, el baile. Era perfecto, en el baile podría seguir con algún plan alternativo.
-pensé que ya habías invitado a otra persona- dije mirando a mi costado.
-tenía la esperanza que me dijeras que si- balbuceó él nervioso.
Sonreí al verlo jugar con sus manos nervioso y balbucee un Si que estoy segura alcanzaría a escuchar aunque hubiese estado a kilómetros de distancias.
Se volteó hacia mí y me miró con los ojos muy abiertos mientras una sonrisa comenzaba a aparecer en sus labios.
-¿dijiste que si?- preguntó con voz ahogada.
-si- dije yo riendo de su expresión.
Él seguía mirándome incrédulo -…creo que debemos irnos de aquí, hace un poco de frío- susurre y él beso mi mejilla sorpresivamente…
Muy bonito todo, hasta que recordé que ese no era mi propósito, había olvidado el fin del asunto, o el asunto del fin, lo que sea, yo Lily Evans estaba en busca de venganza no de una cita.
Volví a mi habitación luego de ser custodiada todo el camino por Potter y grité con frustración al darme cuenta de lo que había hecho…había aceptado ir a la fiesta con James Potter, mi enemigo.
-¿Qué ocurre?- preguntó Alice cuando me vio llegar gritando.
-le dije que iría a la fiesta con él- bramé con desesperación tirándome a mi cama.
-con…- preguntó ella.
-con Potter- exclame incorporándome nuevamente y mirando a mi amiga en busca de apoyo.
-lo suponía- fue lo que dijo cuando vio mi cara de bambi.
-¡por favor!- grité -…sólo fue un descuido, buscaba el fin del objetivo pero no resultó- dije como si eso explicara todo.
Alice me miró sin entender palabra alguna y yo tuve que explicarle todo, desde el principio, desde mi gran encuentro con Potter en la estación de King's Cross hasta el sorpresivo beso que me dio.
-Celos- dijo Alice cuando termine de relatar mi gran plan para darle de su propia medicina al engreído de Potter.
-¿Celos?- pregunte no gustándome para nada la idea.
-si…celos…vas con él a la fiesta pero filtreas con otros chicos, eso siempre le revienta a los hombres- sonrió mi amiga mientras comenzaba a buscar en su baúl no sé que cosa.
-fil… ¿Qué?- pregunté
-ah, Lily…coqueteas con otros chicos, te insinúas, haces de zorra con ellos si prefieres- dijo Alice mientras yo la miraba con la boca abierta -…listo- dijo cuando encontró lo que buscaba.
Sacó un hermoso vestido de su baúl, largo y bastante escotado.
-Aly- le dije mirando el hermoso vestido -…es una fiesta de disfraces-
-lo sé- sonrió dejando el vestido de un tono celeste oscuro sobre su cama, apunto con su varita -…he estado estudiando este hechizo para cambiar vestimenta- dijo susurrando el conjuro mientras apuntaba al vestido.
Vi maravillada como el hermoso vestido se trasformaba en un disfraz de mariposa del mismo tono.
-lo único que no cambia es la tela- dijo enseñándome el disfraz, igual de escotado, hay que decirlo.
-¿y tú, qué te pondrás?- pregunté pero mi amiga sonrió y sacó otro disfraz de su baúl.
-seré un angelito- señaló la aureola que mágicamente flotaba de su cabeza.
La noche había llegado rápidamente y yo repasaba las ideas que me había dado Alice para hacer enfurecer a Potter, me volví a mirar al espejo encontrando que iba demasiado desabrigada.
El disfraz estaba compuesto por una escotada blusa, más bien un pedazo de tela que cubría mis senos mientras una especie de tela transparente de un celeste claro cubría mi vientre, un short del mismo tono y unas pantis transparente con un suave toque de brillo, y todo acompañado por unas tiernas alitas que colgaban de mi espalda por magia. Para mi opinión, me vía demasiado celeste.
-traje los zapatos- interrumpió Elliane con su disfraz de Gatubela, sacó de su bolso unos zapatos sin taco y bastante brillosos para mi gusto, pero caían perfecto y no me molestaban al caminar ni al bailar, así que no puse mayor inconveniente.
-listo- dije -…vamos-
Camine hasta la puerta del baño de chicas del primer piso para salir, y me dispuse a caminar hasta la fiesta sola, como dijo Alice, debo dejar a Potter plantado.
La fiesta estaba en su mejor momento, ya que casi la mayoría del alumnado se encontraba allí, camine hasta la barra para pedir un trago y buscar a un chico con el cual fil…filtr…como sea.
-hola- salude a un Ravenclaw que reconocí por estar en mi clase de pociones.
-hola- sonrió él coquetamente al verme de pies a cabeza, eso si deteniéndose bastante rato en mis partes menos cubiertas.
-¡Lily!- escuche que me gritaban.
-nos vemos luego- le dije al chico mientras jugaba con la bombilla de mi trago.
Volteé justo a tiempo para encontrarme con la cara furiosa de James, iba disfrazado de…de…
-te demoraste bastante en llegar… ¿Qué traes puesto?- pregunté al ver que no reconocía su disfraz.
Él pareció suspirar hondamente antes de pronunciar palabra -…Sirius me ganó una puesta- masculló -…Jojojo-
No entendí lo que me dijo pero luego al ver que se ponía un gorro rojo con un pompón en la punta entendí que James Potter era el mismísimo Viejo Pascuero, Papá Noel, San Nicolás o Santa Claus como prefieran.
-lindo…traje- reí al ver su pinta. Venía con un pantalón rojo algo ancho y un abrigo del mismo color pero desabrochado donde dejaba ver el torso del chico con una musculosa negra.
-gracias- susurró avergonzado.
-de nada- sonreí mordazmente mirando de reojo al Ravenclaw que no dejaba de mirarme.
-tú, ¿Por qué no me esperaste arriba?- preguntó de pronto James algo molesto.
-porque no vi la necesidad de llegar juntos a la fiesta- respondí sin mirarlo viendo como el chico disfrazado de pirata de Ravenclaw me lanzaba besos con la mano.
-Lily- James había sujetado mi mentón para hacer que lo mirara -…se puede saber que clase de disfraz traes puesto- exclamó mirándome por primera vez en la noche.
-soy una mariposita- sonreí con descaró mientras me acercaba a su oído para besarle el lóbulo de la oreja -…vamos a bailar- exigí tomándolo de la mano y llevándolo a la pista de baile donde vi a Alice bailando muy cariñosita con un diablillo.
Me moví sensualmente como me había enseñado Alice y James parecía reaccionar positivamente a mis encantos.
-¿te sucede algo?- pregunté cuando por sexta vez lo sentí tomar una gran cantidad de aire como si se estuviese ahogando.
-no- dijo casi en un hilo de voz
-sólo necesita una ducha fría- interrumpió Sirius que bailaba o se besaba con una chica vestida de Cleopatra.
Sonreí al ver el sonrojo de James y seguí bailando a su alrededor mientras de vez en cuando lanzaba una mirada a cierto pirata que andaba por ahí.
Cuando la música había cambiado para bailar un lento le dije a James que fuéramos a tomar un poco de aire, y él acepto gustoso.
-irías por unos tragos antes- le dije en un susurró en su oído sintiendo como su cuerpo se tensaba -…te espero- sonreí
James caminaba hasta la barra y yo mire al Ravenclaw y le señale la salida, salí rápidamente sintiendo la mirada de él fija en mi parte trasera y alcancé a recorrer un par de pasillos cuando la mano de él sujetaba mi brazo y me detenía para acorralarme en la pared.
-te libraste de tu…Papá Noel- rió el chico apretándome contra él.
-sólo unos minutos- susurre en sus labios produciendo un efecto inmediato en él. Intentó besarme pero yo corrí la cara dejándole mi cuello a su disposición.
-hay que aprovecharlos entonces- soltó en un grito ahogado al sentir mi pierna entre su entrepierna.
Sus manos bajaron rápidamente hasta mi muslo descubierto y lo subió hasta su cadera para poder acariciarme con ansias, buscó mi boca pero yo lo esquivaba constantemente y cuando ya veía que no soportaría más manoseo un estruendo de vidrio roto nos separo.
-¡que mierda!- exclamó James mirándonos sucesivamente mientras atrás de él aparecía Black y Lupin.
-¿Lily?- dijo Remus en su traje de momia.
-valla pelirroja- sentí el murmullo de Black mientras miraba a su amigo avecinando lo que ocurriría luego.
James se abalanzó contra el chico de Ravenclaw, del cual nunca supe su nombre, y lo golpeó hasta cansarse, no es que el otro no opusiera resistencia pero James parecía tan ido que nadie lo hubiese detenido en ese momento.
-basta- grité sujetándole la mano con la cual goleaba al pobre chico, pero él se soltó de mí rápidamente como si el simple contacto quemara.
Se levantó bruscamente y dándome una mirada de desprecio desapareció por donde llego.
-no sé a que juegas pelirroja- me dijo Sirius antes de seguir a su amigo -...porque James hace mucho que dejo de jugar-
Remus sólo me miró son una mirada de desconcierto y luego negando con la cabeza en forma reprobatoria siguió a sus amigos.
-¿Qué ocurrió?- llegó Alice corriendo con Elliane.
Y al momento que mis amigas llegaron a mi lado me largue a llorar, con mucha pena, mientras lágrimas y lágrimas brotaban de mis ojos, caminamos hasta la habitación dejando al chico tirado en el suelo casi inconsciente sin importar nada, Alice había dejado a Frank en el baile y Elliane había dejado a Pool sólo para acompañarme.
No sé que fue lo que me causo tanto dolor esa noche, si la cara de desprecio de Potter o el descubrir que me había enamorado de él…
Continuara…
by: Mainy
