Corre, esta por alcanzarte
Esa línea de pensamiento es lo único que me mantiene en movimiento. Por mas que intento huir me ha sido imposible todo este tiempo, sin importar lo que pase ella consigue alcanzarme.
—Tenemos un trato —su voz canta mientras recorre mis pasos, en una sincronía perfecta como si fuera la danza de dos amantes.
No quiero obedecer, el trato no fue ese. Y sé, que por más que grite o corra nunca la convenceré de ese hecho.
—Elizabeth estará retorciéndose en la tumba por tu causa.
Me paro en seco ante sus palabras, el dolor perfora cada uno de mis círculos cansados. Caigo encajándome pequeños pedazos de roca en las palmas. No me importa. No cuando ese nombre causa tanto dolor en mí.
Mi dulce Elizabeth, tan bella y perfecta en su tumba de mármol, alejada por siempre de este mundo frío y cruel. Alejada del ser despreciable y déspota que soy yo.
Alejada de la extraña enfermedad que debilitaba su cuerpo hermoso, de los cálidos rayos del sol bañando su rostro de porcelana cubierto de polvo de oro. Alejada de la mortalidad que desde el momento en que pacte con la bruja me había sido arrancada.
—Ethan... —susurra mi nombre, haciéndome correr de nuevo.
No quiero, soy un cobarde que no sabe cumplir con su palabra.
—Confía en mí.
El escozor en mis ojos me hace tropezar cuando una piedra se cruza en mi camino, permanezco completamente inmóvil a pesar de que mi cuerpo insiste en seguir con movimiento. Ya no puedo, no cuando ella no está a mi lado.
Siento el dolor que me provoca su perdida, como este poco a poco se va apoderando de mi cuerpo como un manto de adormecimiento que me cubre, manteniéndome en su prisión.
—Elizabeth —. Suspiro aun sabiendo lo inútil que es, no me has de escuchar nunca más.
Intento susurrar un perdón, pero sale como un sollozo débil. Ella está aquí, puedo sentirla asechando entre las sombras.
«Padme», incluso pensar el nombre de esa mujer maldita me hace estremecer, muestra indudable del poder que ejerce sobre mí.
Siento sus dedos recorrer mis brazos así como recorrió los de la mujer que amaba. La historia seria igual, ella utilizó cada uno de sus dones para torturarla y después, después de mucho dolor la dejó marcharse de este mundo. Sin dejarme decirle un te quiero, sin permitirme despedirme de ella.
—Es mejor si crees que nunca existió —sus labios besan mi nuca suavemente, recorren mi piel como si se tratara del mejor lienzo de seda que en su existencia podrá tocar.
Quiero que deje de tocarme, me hace sentir sucio y vacío. No lo hará, en el fondo disfruta de la inmundicia que rodea a mi persona, ¿por eso se deshizo de ti, mi bella Elizabeth?
¿Por eso la condena a ser un esclavo fiel a su servicio por mi ilimitada existencia ahora?
—¿Crees que te concederé tal dicha?
Mi cerebro se congela ante sus palabras, todas las piezas empiezan a encajar mientras una afilada hoja de metal lo hace en mi carne. Susurra palabras bajo su aliento mientras empiezo a removerme completamente aterrado, pero su conjuro me mantiene ahí.
Mi nombre sale de sus labios y mis ojos se cierran lentamente, ahora lo sé. Esto no quedara solo conmigo, no cambie mi vida por la de ella, cambie mi alma. Le pertenezco, en esta vida y la próxima.
Estoy condenado, más allá del tiempo.
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Continuara...
*-* Primero, quiero darle las gracias a mi gemela , porque sin ella esta historia no será tan malditamente genial *-* ¡Te amo peque! . Segundo, gracias a ustedes por leer, espero que el fic sea de su agrado y una felicitación especial a Yois que hoy es su cumple :'3 te adoro hermosa .
Atte: May.
Aquí empezamos con una nueva historia que promete, además de que estoy colaborado con una persona que es realmente importante para mi y que admiro como autora.
Y muchas felicidades a Alissa en su cumple! es sin duda una fecha memorable :')
Sin más que decir muchos besos y abrazos aplastantes!
Muchas gracias por leer!
Siempre suya Deka.
