1. El Comienzo
Al fin iría a ése lugar… ése maldito lugar del cual su abuelo le había dicho tanto… ése lugar por el cual pasaría el resto de sus días… ése lugar donde por fin estaría… solo….
Se ve a un niño de unos siete años, ojos carmín, cabello bicolor, tez blanca, vestía un abrigo café oscuro y unos pantalones negros. Estaba sentado junto a un hombre grande, robusto, cabello plateado a causa de la vejez, ojos también carmín, tez blanca pero opacada también por la edad, él también vestía un abrigo largo y café; iban en una limusina por una calle vacía y nevada, todo a su alrededor tenía toques blancos por la fría nieve característica de ése lugar. El niño veía por la ventanilla con una mirada un tanto vacía pero con un sutil toque a tristeza todo lo contrario a la mirada del anciano que contenía un sentimiento intimidante y quizás hasta algo fúrico.
- … abuelo…- comenzó de repente el niño a la vez que volteaba a ver a su abuelo- por qué me llevan a ése lugar?
- por que es lo mejor- contesta fríamente sin si quiera verlo -.
- … pero por qué?... es decir… no me puedo quedar contigo en Japón?
- Kai- lo mira un tanto fúrico, lo cual intimida al menor y lo obliga a bajar la mirada- he dicho que te quedarás en la abadía, aquí en Rusia, quieras o no aquí te quedarás hasta que yo regrese por ti, entendido?- el niño simplemente asintió -.
La verdad, es que no sabía qué era peor… estarse en ésa dichosa abadía… o quedarse con su abuelo… sabía que su abuelo era el dueño de la tan mencionada abadía rusa así que lo único que podría esperar de ello sería que ése lugar no tendría mucha diferencia a estarse en la mansión de su abuelo. Su nombre era Kai Hiwatari, tenía tres años, su madre era rusa mientras que su padre japonés… ni uno de los dos vivía; habían muerto en un accidente… un accidente que ocurrió hacía tan solo un mes, Kai había estado con su abuelo puesto que sus padres habían tenido que viajar… solamente que ocurrió el desdichado accidente y por consecuente nunca volvieron….
Kai se sintió deprimido, desolado y abandonado cuando se enteró de ello haciéndolo caer en una gran depresión… cosa que empeoró cuando en el funeral se enteró de que se quedaría con su abuelo, un hombre frío, duro y que parecía enfurecer con tal solo verlo. El bicolor se había resguardado con los sirvientes de la mansión de su abuelo, haciéndolo sentir un poco mejor pero poco a poco fue notando que los dichosos sirvientes desaparecían siendo éstos despedidos obviamente por órdenes de su abuelo. Cuando ya no había ningún sirviente, su abuelo le dio la noticia de que lo llevaría a entrenar un juego llamado beyblade en un lugar de Rusia que al parecer le pertenecía, era una clase de colegio; Kai al principio se emocionó un poco, puesto que una luz de esperanza de alejarse por fin de su abuelo comenzó a brillar en sus ojos… hasta que conoció a Boris, un hombre casi tan duro y frío que su abuelo… pero que parecía tenerle miedo al anciano… lo vió una vez en la mansión, en el estudio con su abuelo hablando sobre algo "supremo" no se atrevió a interrumpir y se decidió por irse pero al parecer su abuelo se percató de su presencia y lo hizo pasar así presentándolo al lúgubre Boris que retorció sus labios en una sonrisa llena de hipocresía y sorna.
- un gusto el conocerte, Kai…
Ésa voz… ésa lúgubre voz le acribillaba la mente y le atormentaba los recuerdos, ése hombre lo había mirado de una forma tan desconocida para él, tan ajena a su conocimiento… era como si fuera lástima, crueldad, hipocresía de nuevo y muchas otras cosas más que hacían que el joven de ojos carmín se estremeciera de tan solo recordarlo.
Cuando volvió en sí, la limusina ya se había detenido frente a un gran y tenebroso edificio hecho de bloques de piedra fría y oscura, unas torres que se elevaban muy alto coronaban ése lugar y una muralla alta y escabrosa rodeaba el lugar. Su abuelo le ordenó salir, así que lo hizo para después ver cómo el anciano se bajaba del vehículo, no tuvieron que esperar mucho para que un encapuchado llegara ante sus presencias y les indicara que lo siguieran haciéndolo en el acto… así fue como por fin entraron a la Abadía.
Sus pasillos eran grandes, largos y amplios pero aún así daban miedo puesto que ni una ventana dejaba entrar la poca luz que el cielo nublado podía abastecer, en cambio eran alumbrados por antorchas encendidas que daban algo de calor a ése malditamente frío lugar, sus pasos hacían un tenebroso eco al caminar y no se veía vida alguna en los alrededores ni si quiera algún sonido a que alguien más estaba vivo en ése lugar.
De repente, el encapuchado se detuvo y dijo algo sobre que "él" los estaba esperando ahí y luego señaló una puerta de metal que parecía pesada, la abrió sin mucho esfuerzo y se pudo sentir cómo un calor a fuego provenía desde el interior del cuarto recién descubierto.
- ah… con que ya llegaron- era ésa misma voz, la voz que lo estremecía en las noches de pesadilla- pero pasen, pasen y siéntese, sr. Hiwatari…- el hombre mira a Kai- joven Hiwatari…
Ahí estaba, ése hombre con piel blanca, hasta casi muerta, cabello morado, rostro un tanto demacrado aparentando más edad de la que debía de tener, vistiendo una capucha también café y lo peor de todo… usando ésa escalofriante máscara negra con ojos rojos.
- creí que nos recibirías tú, Boris- oyó decir a su abuelo a la vez que se sentaba y él seguía de pie -.
- bueno, señor, debe comprender que estoy algo ocupado- comenzó a decir un tanto nervioso- así que perdóneme…
- eso ya no importa- cortó el anciano- lo que quiero saber es que si ya lo tienen
- ah, por supuesto, señor!- dijo aún con nerviosismo mientras se apretujaba las manos – un mes, como habíamos acordado… justo para la llegada del joven Kai- el menor estremeció al oír su nombre -.
- de acuerdo- el anciano se levanta- entonces me retiro- y comienza a avanzar hacia la puerta, siendo seguido por Kai, luego lo voltea a ver un tanto indignado- Kai, te quedarás aquí
- p-pero…- masculló el menor pero luego calló y bajó la mirada ante la intimidante de su abuelo -.
Y así el viejo salió del lugar, cerrando la puerta y dejando a Kai con la razón de sus pesadillas. El niño no sabía qué hacer, quería llorar y regresar a Japón… pero sabía que eso era imposible, en primera su abuelo siempre le decía que los hombres de verdad no lloraban y en segunda por más que le rogara a su abuelo no lo dejaría volver con él a la mansión. Fue sacado de sus penas cuando sintió una mano sobre su hombro, miró hacia el dueño y éste lo miró de nuevo con ésa mirada extraña.
- vamos, Kai, te llevaré a tu nuevo cuarto
Y así fue guiado otra vez por aquellos oscuros pasillos, subiendo escaleras, bajando unas otras, pasando puertas, atravesando jardines hasta que por fin llegaron a una puerta de madera, Boris la abrió y medio empujó a Kai para que entrara, luego apretó un botón y con eso se encendió una luz eléctrica dejando ver un cuarto un poco pequeño con una cama individual con una manta un tanto gruesa, un buró, una cómoda con varios cajones y una única ventana, una maleta yacía sobre la cama, Kai la reconoció como suya.
- desde ahora dormirás aquí
- … y-yo solo?- se atrevió a preguntar -.
- por supuesto- contestó cortante y un tanto enfadado el otro- ya estás muy grande como para tener miedo a dormir solo, Kai- da media y sale del cuarto dando un portazo tras de sí -.
El ojos carmín de inmediato se tiró en la cama que tenía un fugaz olor a sombrío y abandono… y por fin lloró. Sus sollozos inundaron el cuarto y lo más seguro es que se oyeran desde afuera pero aún así nadie iba en su ayuda o si quiera a decirle un "no temas".
Él se quería ir de ahí, pero tampoco quería regresar a Japón por que ahí estaría su abuelo y le diría que es un débil bueno para nada… él quería estar con sus queridos papás, quería sentir un abrazo de su mamá y quería sentir la mano de su papá sobre su cabeza, ésos pequeños detalles que eran cosa de todos los días habían desaparecido por completo convirtiéndose en un lejano recuerdo y en un imposible deseo… de haber sabido que todo eso pasaría… se hubiera ido con sus papás en ése viaje….
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Héme aquí!
Heyyyyyy... hacía tiempo que no venía... bueno, para quienes me leyeron la 1ra vez aquella LEJANA vez, habrán notado que éste fic NO tiene NADA que ver con aquel... decidí empezar de new XDU... bien, dejen review pufavu!
