¡Nos vamos a Londres! La frase inicial de toda una nueva aventura de verano. Las palabras que significarían un gran cambio en mi vida, o eso me gustaba pensar.
Aun no olvidaba esa noche.
-Espero que les vaya bien- Respondí a Hinata y Naruto tras su noticia. Llevaban poco más de dos años saliendo, eran mis mejores amigos, hacíamos casi todo junto pero en ocasiones me sentía como la mosca en una buena sopa, estúpida y latosa.
-No entiendes- Se burlo Naruto- El viaje es para los tres-Esas palabras habían sido lo ultimo hablado referente al viaje, tanto en el restaurante como en los dos últimos días que siguieron.
Me encontraba sentada en la sala de espera del enorme aeropuerto de Nueva York. Era increíble ese lugar, siempre se veía lo mismo pero nunca era igual; personas de todo el mundo, encontrándose y con su siempre tan peculiar estilo.
-Vuelo KL con destino hacia Londres…- Anuncio una voz robotizada. Posiblemente ese no era mi vuelo, mejor dicho, deseaba que ese no fuera. Pues existen miles de aviones y más de uno, seguro, igualmente volaba a Inglaterra esa tarde.
-Es nuestro vuelo- Hinata confirmaba mi temor.
Estaba un poco nerviosa, pues no seria un simple verano, lo sabia. Conocería a su familia y posiblemente a su primo. Aquel joven que había contactado por facebook, con el que poco hablaba; pero pese a eso temía amarlo. Que estúpido, ni lo conocía y ya tenía una carpeta especial para sus fotos en mi celular y en mi computador personal.
Pero este viaje no solo seria por vacaciones, lo sabia, pues al saberme en Londres acepte realizar el artículo de investigación mensual en el York Life; un periódico poco antiguo en el cual solo había comenzado a trabajar para pagar mis estudios, pero ya no estudiaría mas, por fin concluía con esa etapa de mi vida y aun seguía trabajando en aquel lugar; ahora con un nuevo articulo por realizar.
Después de unas horas de vuelo nos encontrábamos en el aeropuerto de Londres.
Recorrimos los pasillos hasta llegar a la sala principal, donde una joven pareja de afro-europeos llamo mi atención. Él llevaba lo que parecía ser el equipaje de su novia, una maleta rosa; llevaban sus manos entrelazadas y las lágrimas corrían por las oscuras mejillas de la chica. Se despidieron sin antes decirse unas cuantas palabras, las cuales era imposible escuchar; el pasaba sus dedos por el rostro de su novia, limpiando aquellas gotas. Se abrazaron por unos segundos para terminar con un beso, tierno pero eterno.
-Triste ¿cierto?- Hablo Hinata a mi lado al ver lo que mis ojos presenciaban.
-Deben de estar pasando por algo terrible- el sabor desabrido de de mis palabras era inevitable.
Como acostumbraba, una triste historia de amor había llegado a mi mente después de presenciar aquella escena, una cualidad adoptada por trabajar como escritora de medio tiempo. Escribir la sección de bodas en el York Life me hacia conocer de que estaba hecho el amor y lo real que este podía ser.
Al verlos solo podía desear que el hombre de mis sueños llegara y cumpliera mis caprichos, me amara y nunca me dejara ir.
-¿Si le hablaste verdad?- Naruto se acercaba a nosotras con una bolsa de golosinas en su mano.
-Claro que si amor- Respondió risueña Hinata- Solo que de seguro tuvo un contratiempo.
-Espero que no tarde, comienzo a fastidiarme- Abrió el colorido paquete de dulces y se metió unos cuantos a la boca antes de ofrecernos.
-¿Vendrán tus padres Hinata?- Pregunte sin titubear. Esperaba que contestara aunque fuera a esa pregunta, pues comenzaba a creer que se trataba de un secuestro y no de un viaje de placer. No sabia por que tanto misterio.
-No…- Fue lo único que pudo decir antes de que un extraño sonido proveniente de su bolso la interrumpiera. Acto seguido, se levanto y camino a unos cuantos metros de ahí contestando su celular.
-Su primo pasara por nosotros- Mi mirada paso fugaz por la sala hasta toparse con los ojos de mi amigo.
-Su primo…- Susurre- ¿Por qué no simplemente tomamos un taxi y llegamos al hotel?
-¿Y quien te hablo de un hotel?
-Bueno pues no se donde mas podríamos quedarnos, si es en casa de Hinata…- No quiero ir respondí en mi mente.
-No, nada de eso. Sus padres salieron de vacaciones y volverán hasta dentro de un mes- Se acomodo a mi lado- Su primo nos ofreció hospedaje en su residencia.
-Su primo- Repetí, intentando convencerme a mi misma de que eso no fuera un sueño, pero no podía ser cierto, el destino siempre juega sucio- Supongo que nunca he oído hablar de el- Respondí con esperanza de escuchar una respuesta, y si saber la verdad necesitaba de un poco de ingenuidad estaba dispuesta hacerlo.
Muy en el fondo quería que Naruto afirmara que el primo que esperábamos no era otro mas que…
-Bueno creo que si lo conoces-Naruto hablaba lento, como si supiera que la respuesta pasaría a ser forma de algo muy importante esa noche - es el de Facebook.Eso me basto para recuperar un poco de de mi alegría y aliento que había evacuado mi cuerpo segundos atrás, estaba nerviosa y mucho, por fin lo conocería y vería mi sueño hecho realidad, al parecer todo marchaba como lo pronosticado. Conocería al primo de Hinata, y lo que era mejor viviríamos uno con el otro los próximos dos meses.
Tal vez el destino no me jugaría tan sucio esta ocasión. Posiblemente esto era una recompensa, una por graduarme con honores, o por que ser una hija ejemplar se me daba bien, o tal vez era por que Dios sabia que deseaba con todo el corazón vivir una novela con aquel chico y ahora, después de tantas noches pidiéndole al cielo una oportunidad, me la daría.
Solo esperaba que el pudiera sentir lo mismo que yo sentí al verlo, que se diera cuenta de que los dos juntos seriamos realmente felices.
-Nos vamos- La voz de Naruto, quien ahora estaba de pie frente a mí, fue lo bastante fría como para despertarme del ensueño.
Llevaba la maleta de Hinata sostenida con la mano izquierda y la suya en la otra, ahí donde una bolsa de un brillante color había estado. Giro y me indico que lo siguiera.
Caminamos hasta llegar a la entrada, donde pude ver a Hinata conversando con un chico, el cual cubría su cabeza con un gorro azul marino y notoriamente era más alto que ella.
Conforme nos acercábamos más, pude notar que el acompañante de mi amiga se alejaba, hasta llegar al punto de desaparecer.
-¿A donde fue?- Un poco de desesperación se hacia presente en la voz de Naruto.
-Por el automóvil cariño- Respondió graciosa su novia ante su agobiante pregunta.
Era increíble la buena relación que llevaban. Era común verlos intentando tranquilizarse uno al otro cuando estaban un poco exaltados.
Pasaron unos segundos en silencio, en los cuales presencie una escena un tanto incomoda. Verlos a ellos dos cariñosos no era lo mío, y no creo que fuera de nadie; no fue hasta que un automóvil oscuro como la noche llego que ellos se separaron.
Al parecer el lujoso carro seria nuestro transporte.
La puerta izquierda del automóvil se abrió, dando libertad al chico del gorro azul marino. Se acerco y estrecho la mano con Naruto como si fueran viejos conocidos. El novio de Hinata sonrió, imitando el gesto del chico con el gorro.
El chico se volvió para mí, su sonrisa ya no estaba más, lo cual agradecí pues pude contemplar aquellos rosados y carnosos labios, los labios que solo podían tener un dueño…
-Sasuke te presento a mi mejor amiga Sakura.
-Mucho gusto- Dijo con un tono de voz bastante indiferente, como si no tuviera la mas mínima idea de quien era yo. Se acerco más hasta que rozo mis mejillas.
-Lo mismo digo- Respondí con todo mi orgullo. Debía seguir su juego. Aunque por dentro la felicidad ansiaba desbordarse por todo mi ser.
-Deja te ayudo con tu equipaje- Hablo arrebatándome de las manos mi amarillo neceser. Naruto lo acompaño y juntos llegaron a la parte trasera del automóvil, donde dejaron las maletas.
-Perdónalo no suele ser tan grosero- Se disculpaba Hinata sin apartar la vista de su primo.
Antes de que los chicos terminaran la otra puerta del carro se abrió, dejando salir a una bella y esbelta mujer de teñida cabellera roja.
Cuando logro salir del vehículo se pudo apreciar su gran figura dentro de un ceñido vestido gris. Verla tan perfecta en aquel conjunto me causó un poco de incomodidad, había pasado todo el día en un avión y mi aspecto debía ser todo un desastre.
Al sentir el cuerpo inmutarse de Hinata a mi lado, pude darme cuenta de que pasaba lo mismo por su cabeza.
-Hola- Saludo con mucha elegancia la extraña mientras se acercaba hacia nosotras- Tu debes ser Hinata la prima de Sasuke ¿Cierto?- Se detuvo a escasos pasos de nuestros inmóviles cuerpos.
-Si soy yo- El tono frio de Hinata resulto poco familiar. Solo se le escuchaba cuando tenía que mantener una conversación con Yumme, su tan odiosa compañera en la universidad.
-Y tu debes ser la amiga- Prosiguió como si no hubiera escuchado nada.
-Si- Mire a Hinata que seguía a mi lado inmóvil, solo que ahora se le veía un poco molesta- Mucho gusto- La chica se acerco a mí para darme los usuales besos en las mejillas, señal de un saludo amistoso.
Una vez que me soltó pude notar que Hinata ya no estaba más. Comencé una búsqueda rápida y nerviosa con la mirada.
La encontré de pie justo enfrente de Sasuke en el que debería ser el lugar de Naruto, pero ahora el no estaba.
Mi amiga lucia realmente furiosa, algo extraño en ella pues solía ser una persona alegre, seria cuando la situación lo demandaba y enojada muy pocas veces.
-Sakura…- Me sobre salto una voz que venia de mis espaldas. Me volví para ver de quien se trataba, y me tope con los azules ojos de Naruto.
-Deja adivino- La elegante voz de la chica ahora sonaba juguetona- Eres el novio de Hinata.
-Si- El tan cortante tono de voz en Naruto abrieron el silencio entre nosotros. Ella me veía fijamente a los ojos y no me preocupada lucia divertida y amistosa.
Desvié la mirada para ver los brillantes ojos de mi amigo, el apenas parecía recordar mi presencia pues observaba a la extraña firmemente, pero no como si le gustara si no como si esta fuera un extraño bicho.
-Veo que ya conocieron a Karin- Rompió el silencio Sasuke, quien se acercaba al lugar junto con Hinata. Cuando se encontró frente a mí y cerca de la peliroja la rodeo por la cintura con su brazo- Mi novia.
