Disclaimers: Ni Code Lyoko ni Los Secretos del Inmortal Nicolas Flamel me pertenecen, uso los personajes del primero y los términos del segundo para hacer este fic, el cual hago por diversión y no por una paga.

Aventura Inmemorial

Capitulo 1: El Secreto de Odd

París, Francia. En el colegio Kadic las, ya pasados dos meses desde la derrota de X.A.N.A., las cosas parecían mejorar para la Pandilla, salvo para Ulrich, que tras descubrir que tenía sentimientos por Odd, trataba de confesárselo al rubio. El problema es que desde poco antes de derrotar a X.A.N.A., el italiano se comportaba distante con el, al grado de solicitar cambiar habitación con Jeremie, cosa que para pesar del alemán este había aceptado. Y lo peor, es que cuando intentaba hablar con Odd, el chico felino siempre lo evadía … era como si no quisiera saber nada de el.

-No se que hacer con Odd, chicos-le dijo Ulrich a sus amigos, que ya hace mucho sabían de los sentimientos del castaño por Odd.

-Solo dale más tiempo, Ulrich-dijo Aelita con comprensión, mientras ponía una mano en el hombro de Ulrich.

-¿Más tiempo? Aelita, Odd lleva evadiendo a Ulrich por dos meses-dijo Jeremie intentando sonar tranquilo-incluso cambió de cuarto conmigo-agregó.

-Tal vez solo no corresponde tus sentimientos-sugirió William, ganándose un codazo en las costillas por parte de Yumi, con quien ya llevaba mes y medio de ser novios. Antes de la batalla contra X.A.N.A., Yumi le había confesado sus sentimientos a Ulrich, llegando incluso a besarlo, pero este le confesó sus sentimientos por Odd, y Yumi en vez de enojarse por no ser correspondida, lo aceptó como amigo, y empezó a salir con William para darle una oportunidad.

-Pero, ¿Para evadirme como si …?-Ulrich no quiso terminar la oración. Sencillamente, era demasiado dolorosa la idea. Aelita simplemente rodeo afectivamente sus hombros con su brazo.

-Oigan, chicos, miren-dijo Hiroki, a quien recién habían aceptado en el grupo, llamando la atención de todos hacia la ventana. En el patio, vieron a Odd caminando hacia la entrada del colegio, al parecer iba a la calle.

-¿A dónde irá Odd?-preguntó William curioso.

-Vamos a averiguarlo-dijo Yumi mientras se levantaba-Hiroki, quiero que te quedes aquí-le dijo a su hermanito.

-¿Quedarme?¡Cuernos! Voy con ustedes-dijo el niño con decisión, a lo que su hermana solo suspiró fastidiada.

Mientras, Odd recorría las calles de París. Le dolía ignorar a Ulrich, pero lo necesitaba para olvidarlo. Antes de la batalla final contra la Supercomputadora, Odd había decidido confesarle sus sentimientos a Ulrich … cuando lo vio besando a Yumi. Eso le bastó al italiano para saber que había perdido sin siquiera haber entrado a la pelea. Había salido con varios chicos de Kadic, tanto gays como bisexuales, incluso con los que solo eran heteroflexibles(N/a: Heteros dispuestos a probar otras cosas), pero el dolor de que el chico que amaba ni siquiera lo había considerado como opción seguía presente … Fue cuando lo percibió, ese asqueroso aroma que por desgracia ya conocía … olor a serpiente.

-Maquiavelo-susurró asqueado el rubio, antes de entrar a un callejón, caminando a través de este hasta llegar a una casona grande y vieja, a la cual entró, ya dentro oyó la puerta cerrarse y, al voltearse, se topó con un hombre mayor, vestido con un elegante traje negro con camisa blanca, zapatos italianos, y corbata negra, tenía la piel bronceada y el pelo blanco rapado. Aparentaba aproximadamente los 50 o 60 años … aunque Odd sabía de sobra que tenía muchos, muchísimos más años que eso.

-È un grande piacere lo vede, signor Della Robbia (N/a: Traducción: Es un gran placer verlo, señor Della Robbia)-dijo el hombre, Maquiavelo, en un impecable y perfecto italiano.

-Vorrei potere dire lo stessi, signor Machiavelli (Traducción: Me gustaría poder decir lo mismo, señor Maquiavelo)-contestó Odd groseramente en el mismo idioma, cuando notó que Maquiavelo iba acompañado-hola, Dagon-dijo con una sonrisa prepotente y despectiva. El aludido también usaba traje, zapatos formales y gafas de sol, aunque Odd sabía de sobra que no las usaba precisamente para protegerse de los rayos del sol. Dagon solo gruñó, mostrando unos dientes parecidos a los de un tiburón.

-Odd, muchacho, no se porque nos tratas tan mal-dijo Maquiavelo, haciéndose el herido-después de todo, somos paisanos-agregó.

-En lo de paisanos no podríamos agregar a Dagon, cabe decir-dijo mientras veía con frialdad al tercer hombre-pero respecto a como los trato, ambos sabemos la razón, Maquiavelo-agregó poniendo cara seria.

-Ah, que mal-dijo el mayor, mientras un humo que podría transitar entre el gris y un blanco muy sucio empezaba a envolverlo-tenía planeado llegar a un acuerdo, solo tendrías que venir con nosotros voluntariamente y de paso entregarnos al otro chico que vive aquí-agregó, mientras la peste a almizcle de serpiente te hacía más notoria-ahora, tendrá que ser por las malas-concluyó.

-Pues veamos si logras obligarme-dijo Odd, mientras un humo morado empezaba a manar de su piel, un aroma mentolado muy intenso empezó a confundirse con la peste a serpiente. Odd aspiró profundamente y sonrió: a el siempre le pareció realmente irónico que su traje en Lyoko lo hiciera parecerse a un chico-gato, mientras que su aura olía a hierba gatera ...

Ulrich, seguido del resto del grupo, buscaba a Odd como loco. Habían peinado varios de los lugares en la ciudad a donde el rubio solía ir sin encontrarlo, y francamente empezaban a preocuparse, más a la idea de que Odd fuese a cometer una locura … cuando lo olieron. Menta mezclada con una peste como a casa de reptiles.

-¿Qué es esa peste?-preguntó William asqueado.

-Huele como a cloacas-dijo Hiroki mientras se pellizcaba la nariz.

-También huele muy fuerte a menta-agregó Jeremie-con razón apesta tanto-mencionó.

-Creo que viene de ese callejón-dijo a Yumi, antes de que los demás la siguieran al mismo callejón por el que Odd había pasado, hasta llegar a la antigua casona. Al entrar, apenas dieron crédito a lo que sus ojos vieron: Odd usaba una armadura de metal morado y empuñaba una espada, y combatía contra un hombre que fácilmente tendría 60 años, el cual también usaba espada. Pero lo que más desconcertó a los seis chicos fue que de un momento a otro, la espada de Odd se convirtió en un arco, y de la nada en su mano apareció unas tres flechas, las cuales disparó hacia el desconocido, que a su vez transformó su espada en un escudo, con el cual se defendió de las flechas del rubio. El anciano rió por lo bajo.

-Vaya, no desaprovechas el vivir cerca de Mademoiselle d'Arc-señaló el mayor, extrañando a los demás por que mencionara a Juana de Arco como si siguiera viva, cosa que era imposible.

-Y no fue mi única maestra, te recuerdo-dijo Odd. Entonces, el aroma mentolado se intensificó, la armadura de Odd se deshizo en una neblina morada que cubría el cuerpo del rubio, el cual extendió la mano derecha hacía el desconocido, a lo cual siguió que de la nada se formara un enorme vendaval, cuyo propósito parecía ser derribar al mayor. Inmediatamente, Yumi se dispuso a proteger a Hiroki del viento, y Jeremie hizo lo mismo con Aelita, mientras Ulrich se le quedo mirando a William con cara de "ni siquiera lo pienses". Pero de pronto el viento se detuvo, y al alzar la vista, vieron algo que les heló la sangre: un tercer tipo, en el cual no habían reparado, había atrapado a Odd. Acto seguido, los seis se escabulleron hacia en interior de la casa, mientras el hombre se acerco y le dio unas suaves palmaditas en la mejilla derecha al italiano.

-Tranquilo, no les pasara nada ni a ti ni a los otros tres-le dijo con amabilidad-aun por separado, son demasiado valiosos para los Inmemoriales como para destruirlos-agregó, llamando la atención de Ulrich y compañía, más por la parte de "los Inmemoriales", ya que no entendieron lo que aquel hombre había querido decir con esa palabra.

-Al menos aún, ¿verdad?-preguntó con desprecio el rubio, cuando ya era obvio que por más que se sacudiera el hombre de traje no lo soltaría-pero ambos sabemos que al final no sobreviviremos-agregó con veneno en la voz. Maquiavello solo lo miró con una mezcla de tristeza y lástima.

-No-dijo finalmente, acariciando la mejilla del menor-mucho me temo que no-repitió. Justo en ese momento se oyeron gritos de furia, y los amigos de Odd, cada uno cargando sillas y escobas, se abalanzaron contra el anciano y su acompañante, y los empezaron a golpear, haciendo que el más grande soltara al rubio.

-Rápido, corran-les alcanzó a susurrar el rubio, antes de volver a extender el brazo hacia los oponentes, creando un nuevo vendaval que proyectó a los dos hombres contra la pared. Los guió fuera de la casona, a través de las calles de París, hasta una casucha en los Campos Eliseos, y tocó la puerta (una desconchada puerta de madera) tres veces.

-¿Santo y seña?-preguntó juguetona una voz al otro lado de la puerta. Parecía ser la voz de un chico joven.

-Farid, pedazo de tonto-dijo Odd empezando a impacientarse-abre la puerta o te juro que te patearé hasta el cumpleaños de Juana-agregó.

-¿Hasta hace unos seis meses? No es mucho-canturreó el chico al otro lado.

-Su cumpleaños, del día en que nació-aclaró Odd, a lo que siguieron unos segundos de silencio. Ulrich y los demás simplemente veían en silencio, sin entender lo que sucedía.

-Si, eso si es mucho tiempo-acordó la voz, antes de abrir la puerta, mostrando a un chico muy guapo, de piel morena, ojos negros y cabello negro, el cual traía rapado. Vestía pantalones de casuales color caqui, playera roja con mangas y cuello negros e iba descalzo. Al ver a Odd sonrió enormemente antes de abrazarlo, cosa que enojo mucho a Ulrich, quien llamó la atención de los dos chicos aclarándose la garganta.

-Disculpen pero, ¿Nos explicarían que pasa aquí?-preguntó, intentado sonar calmado.

-Empezando por que Odd nos explique que pasó en la casona, quienes son esos hombres, y quienes son esos Inmemoriales de los que hablaba-secundó Yumi. Farid de inmediato dirigió su mirada sorprendida a Odd.

-¿Te vieron usando tus poderes?-preguntó a Odd.

-Mucho me temo que si-dijo Odd apenado-por eso necesito que me ayuden a que estén a salvo-agregó.

-¿A salvo?-preguntó William, tragando saliva, mientras Odd y el otro chico los conducían a el y a los otros al interior de la casa. Por dentro la casa lucía mucho mejor que por fuera: un gran patio trasero, aunque algo descuidado, que conducía a una cocina decorada con buen gusto.

-Pues si seguridad es lo que necesitan, seguridad les daremos-dijo el moreno, mientras la Pandilla entraba a la elegante cocina-pero tu y yo tenemos que hablar, aunque tendremos que esperar a que Juana y el Maestro Francis regresen-le dijo a Odd-oh, a propósito, me llamo Farid-dijo sonriendo, con una sonrisa que abrumó a Yumi y a Aelita, encelando a William y Jeremie.

-Si, oímos que Odd lo dijo allá afuera-dijo Ulrich, aguantándose las ganas de golpearlo.

-Perdona pero, ¿Quiénes son las personas de las que hablabas, Juana y … tu maestro, Francis?-preguntó Aelita.

-Ya verán-dijo simplemente el moreno-ahora, ¿Quién quiere comer?-preguntó mientras tomaba una sartén, y Hiroki, Jeremie y Aelita alzaron la mano casi de golpe-Odd, ¿me ayudas?-le preguntó al rubio. Este asintió pero, antes de que pudiera ayudar al moreno, Ulrich lo tomó del brazo y lo obligó a salir de la casa, hacia el jardín.

-Odd, tenemos que hablar-le declaró el alemán.

-Ya les explicaré todo más al rato-dijo antes de darse la vuelta, pero Ulrich lo obligó a volverse.

-Hablo de ti y de mi-dijo en tono molesto-¿Por qué carajo me evitas?-preguntó molesto.

-Creo que tu lo sabes, Ulrich-dijo molesto Odd, antes de soltarse con brusquedad del agarre del castaño y volver al interior de la casa, dejando al castaño pensativo y desolado …

Continuara …

El primer capitulo de este nuevo fic. Xfa diganme si les gusta. Y no, no descuidare los otros.