Nota del Autor: Para una mejor comprensión, imaginen a los personajes humanizados y estilo anime… ¿listo?... ¿lo hicieron?... ¡genial!... ahora pueden seguir leyendo.

Capitulo Uno: El reencuentro.

Los acordes dejaban de sonar, el público se levantaba de sus asientos y aplaudía efusivamente al grupo de músicos, todos vestidos formalmente, Agradecen la ovación de su público y se retiran tranquilos detrás de bambalinas. Era un show más, aunque cada vez los apreciadores de la música clásica decaían con día. Una de las concertistas se retira del lugar, vestía un sobrio vestido gris, con cabellera de color negro de difícil descripción, Cargaba consigo su gran cello… algo inusual cargar tremendo instrumento por las calles de la ciudad capital de Canterlot a altas horas de la noche… pero conocía el camino como la palma de su mano, por lo que no sería difícil llegar a su hogar.

Unas cuantas cuadras y Octavia (que dicho a este momento, así se llamaba la concertista) llegaba a su hogar: un departamento ni muy grande, ni muy pequeño, de dos habitaciones, cocina, baño y living-comedor. Octavia sacó las llaves de su departamento y abrió la puerta. Su primera impresión no es la que uno desearía tener al volver de su hogar cansado. El living estaba todo desordenado, con envoltorios de comida chatarra, latas de bebida energética y en sí, un gran desorden. Sobre un sofá de color crema, estaba su amiga de toda la vida y compañera de departamento. Vestía una polera sin mangas de color blanco, unos pantalones negros ajustados, unos lentes de sol de color violeta, su cabello era azul y celeste, alborotado pero acorde a su estilo. Estaba absorta escuchando música con sus audífonos puestos. Octavia suspiro y entró, estaba molesta e iba a tener que hablar de nuevo con su amiga. Calmadamente cierra la puerta, deja su Cello a un lado, toma un vaso con agua y se acerca donde su amiga… para voltearle todo el vaso en la cara. Ella despierta abruptamente, se había quedado dormida sobre el sofá, se quita los audífonos y se puede escuchar música techno proveniente de ellos, a un gran volumen.

- ¡¿Oye y a ti qué te pasa? – pregunto molesta y mojada la peli azul.

- ¡Y tú deberías ser un poco más considerada, ¿qué no ves que llego cansada y ni siquiera tienes la decencia de limpiar el chiquero que has dejado?

Estas discusiones eran recurrentes, nadie podía comprender como alguien tan sofisticada y educada como Octavia tuviera de mejor amiga a Vinyl Scratch, una DJ muy famosa y que gustaba de pasarla bien. Después de cerca de 15 minutos discutiendo a viva voz (o sino pregúntenle a sus vecinos), las dos amigas lograron arreglar sus diferencias y se pusieron a ordenar todo el desastre que había en casa. Después de cerca de una hora limpiando y ordenando, todo quedó limpio.

- ¡Vaya!... estoy exhausta…

- ¿Y me lo dices a mí que vengo llegando?

- Creí que ya he había disculpado por eso.

Ambas amigas se rieron, aunque para muchos resultara extraño, tratarse mal era una forma de demostrar el cariño que se tenían, pues muy en el fondo, se sentían casi como hermanas. De repente, Vinyl pone cara de recordar algo, por lo que afanosamente comienza a buscar algo en sus bolsillos.

- ¿Eh?... ¿qué ocurre Vinyl?

- Estoy buscando algo… ¡ha, acá están!

Vinyl saca de su bolsillo derecho, dos entradas arrugadas, Octavia toma una de ellas, y logra leer un nombre.

- ¿Bloodestria?

- ¡Sí!

- ¿Quieres ir a verlos?

- ¡Y quiero que me acompañes!

- ¡¿Qué?

- ¡Oh vamos Tavi, tú me dijiste que nunca es malo escuchar otros estilos de música!

- Claro que no es malo.

- ¿Entonces?

- Es que ellos no son música… son ruido.

- ¿Los has escuchado siquiera une vez?

- No, pero…

- ¡Entonces no hagas drama y ve a cambiarte, que son para dentro de una hora más!

- ¡¿Qué?... ¡espera, yo…!

Pero la cellista no tuvo oportunidad de queja alguna, Vinyl la empujaba hacia su habitación. Donde después de unos minutos ambas salen, pero Octavia ahora vestía unos jeans negros no muy ajustados y un polera del mismo color.

- ¿Debo ir así?

- ¿Tienes alguna otra opción?

Octavia no pudo rebatir, así qué asegurándose de dejar todo bien cerrado, salieron de su departamento hacia donde sería el concierto: el Canterlot Arena. Se tardaron muy poco en llegar al gran domo blanco que recibía a un gran número de público, en su mayoría hombres con barba, pelo largo, botas militares, chaquetas de mezclilla y poleras negras. Bebían cerveza, vodka y whisky a vista y paciencia de todos, esperando a que abrieran las puertas. Cuando ambas amigas llegaron, todos comienzan a entrar al Canterlot Arena, para poder tener lo mejores puestos.

- Mejor vamos.

- No, espera, que ellos entren primero.

- ¿Por qué?

- Ellos se van hasta adelante, para poder hacer un mosh pit.

- ¿Un qué?

- Ya lo verás.

Después de esperar a que entraran los demás, Vinyl y Octavia entraron, subieron por una escalera y buscaron unos asientos.

- ¿Por qué ellos no tienen asientos?

- Normalmente estos conciertos los escuchan de pie… además de que de seguro harán un mosh pit o un Wall of death.

- ¿Unos qué?

- Ya lo vas a ver… mira, que ya comienza el concierto.

Lentamente las luces bajaron su intensidad hasta estar todo envuelto en absoluta oscuridad, apenas se escuchaban los murmullos de los asistentes. Cuando de repente, lentamente una figura es iluminada, sin prestarle mucha atención al público se acerca a un gran amplificador que había en el escenario. La guitarra comienza a escucharse distorsionada, sosteniendo una nota. De la nada se le une el sonido grave de un bombo, siempre repitiendo al mismo tiempo un golpe. Después se escuchan cuatro golpes de platillos, marcando el compás, de repente se ilumina todo el escenario, dejando ver a los cuatro músicos. En primera línea había un guitarrista con un micrófono frente a él, que tocaba una Explorer de color negro; cerca de él, el segundo guitarrista que tocaba una Warlock con diseño metalizado; junto a ellos, el bajista que tocaba un bajo modelo Zombie Revenge; y atrás de todos ellos, el baterista, con su batería de dos bombos, seis toms, dos toms de piso, seis platillos distintos, una caja y un sillín. Todos comenzaron a tocar, era una canción lenta pero pesada, que hacía a todos sacudir sus cabezas. Vinyl acompaño el compás de la canción, también cabeceando, mientras Octavia aún seguía un poco resistente a estar en el concierto.

- Take a look, to the Sky, just before you die… It's the last time you will!

El baterista hace un corte en esta parte, que saca de su abstracción a Octavia, la que de repente comienza mostrar más interés.

- ¡¿Qué ocurre Tavi?

- ¡Nada… es sólo qué… olvídalo!

El concierto siguió por casi dos horas, hasta que termino con una canción llamada "Raining Blood", donde literalmente llovió sangre. Mientras todos se iban, Vinyl se masajeaba un poco el cuello, pues había cabeceado todas las canciones.

- ¿Y qué te ha parecido?

- Pues… interesante…

- Pues que bueno, porque vamos a ir a ver a la banda.

- Espera, ¿qué?

Vinyl toma del brazo a Octavia y se la lleva por las entrañas del Canterlot Arena, hasta llegar a un camarín con un cartel que decía "Bloodestria". Allí tocó la puerta, y el que era el guitarrista y vocalista de la banda abre la puerta.

- ¡Vinyl!

- ¡Hola Thunder!... ¿cuánto tiempo, no?

- ¡Y que lo digas, hey chicos, miren quién ha venido a visitarnos!

Los demás miembros se voltean a mirar, mientras se secaban la sangre falsa del cuerpo. Todos se alegraron de ver a la DJ y la hicieron pasar, lo mismo que con Octavia.

- ¿Y quién es tu amiga?

- Ella es Octavia… Tavi, ellos son Thunder Wings…

- Hola – le responde el aludido, quien era guitarrista y vocalista, es alto, piel blanca, de contextura media, y cabello largo y liso de color negro

-… Heavy Mind

- Buenas – le responde, era segunda guitarra, de estatura media, piel blanca y cabello corto y rubio.

-… Hell Spirit

- ¡Hola! – le responde animado el bajista, era de estatura media pero un poco más alto que el segundo guitarrista, de piel blanca, con una barba de chivo color rojo y totalmente rapado.

-… y finalmente, Fast Hooves.

- Hola, ¿cómo est-? – era el baterista de la banda, alto, de piel blanca, con mayor desarrollo muscular que los otros, de cabello liso y largo de color rubio, además de una pequeña barba – ¿Octavia?... ¿eres tú?

- Si… ¿por qué lo-?... no… ¡no puedes ser tú! – dijo Octavia, con una gran sonrisa en su rostro.

- ¡A poco aún me recuerdas!... ¡ven acá a saludar tu viejo amigo!

Octavia corre hacia el baterista de la banda, pese a que nadie entiende bien que ocurre acá, ella se lanza y abraza a alguien a quien al parecer, no había visto en años.

- Eh… ¿alguien entiende algo de acá? – preguntó Vinyl.

- Ni idea – le respondió Thunder.

- Lo mismo digo – dijo Heavy Mind.

- Quiero un sándwich – dijo Hell Spirit, quien salió del camerino en busca de su sándwich.

Finalmente, los dos viejos amigos se separan, para que Fast explicara todo.

- Lo que ocurre, es que yo ya conocía a Octavia.

- ¡¿Qué? – dijeron todos.

- Si, nos conocimos en la Academia de Música de Manehattan, cuando teníamos casi 15 años. Fuimos grandes amigos– dijo Octavia.

- Hasta que me expulsaron de la Academia.

- ¿Y por qué?– pregunto Vinyl.

- Pues formalmente, por no estar acorde a lo que la Academia quería formar… la verdad, fue que golpee a un profesor por insultar mi música, que es a lo que me dedico ahora.

- Ya lo veo… bueno, nosotros solo pasábamos a saludar, mañana es otro día y tenemos que ganar nuestras monedas… vamos Octavia, ¡adiós chicos!

- Toma… llámame cuando quieras…– le dijo Fast a Octavia, mientras le pasaba un papel con su número escrito – espero que nos podamos volver a ver… mon chéri

Octavia se sonroja un poco, toma el papel, se despide de todos y se va con Vinyl.

- Dime… ¿ocurrió algo más entre Fast y tú?

- No… ¿por qué lo preguntas?

- Porque te sonrojaste mucho cuando te dio ese papel.

- ¡N-no es cierto! – dijo Octavia, ahora mucho más sonrojada.

- ¡Lo ves, ahí está de nuevo!– dijo Vinyl.

- ¡C-cállate!

- ¡Huy si te gusta!

- ¡¿Y tú crees que no note como mirabas a Thunder Wings?

Ahora era Vinyl la que estaba roja.

- N-no sé de qué me hablas.

- Jejeje… creo que ya te atrapé…

- ¡N-no es cierto!

- ¡Oh vamos, Scratch, llevamos muchos años como amigas como para ocultármelo!

- ¡C-cállate!

Vinyl se echó a correr, siendo perseguida por Octavia, ambas estaban riéndose y molestándose mutuamente, era como volver a ser niñas para ambas. Pero la verdad, es que volver a ver a Fast había causado algo dentro de Octavia, y sobre todo al verlo así, tan cambiado. Había que admitir que era apuesto y tenía mucho talento en la batería. Octavia estaba confundida y debía consultar las cosas fríamente con la almohada, asique apenas ambas llegaron a su hogar, se fueron a dormir, exhaustas, pero Octavia tenía aún revolucionada toda su mente.

- ¿Por qué?... ¿por qué me sentí tan extraña cuando lo vi de nuevo?... mejor voy a descansar y mañana de seguro todo estará resuelto.

Con esas inquietudes en su cabeza, Octavia se fue a dormir, sin saber qué cosas se gestaba poco a poco en su corazón.