Fortaleza Mortal
Holaaaa! Y yo ak con otro nuevo fic, d los tantos que me encantaría publicar, pero no. He decidido que sólo publicaría entre tres o cuatro fics más, además de los 17 q ya tenía, jeje.
Pero bueno, espero que éste les guste. No sabía bien cómo empezarlo, pero prometo que la trama será buena, no desesperen. Éste es otro fic que contendrá misterio a full, y bueno, prometo no hacerlos esperar demasiado con el slash. Porque Siiiiiiiiiiiii!! Será un Harry/ Draco!! Como para no perder la costumbre, jeje. Bueno, ahora si, los dejo, no los entretengo más. Ávisen si les gustó el primer cap, a mi no me convence demasiado, pero la historia si.
Ahora... a leer!!
Enjoy!!
Capítulo 1: "Relegado"
Desde que hubiera entrado a Hogwarts ya hace apenas dos semanas, Draco se la estaba pasando muy mal. Sus compañeros de Casa lo habían relegado por completo. Ya nadie se le acercaba a hablar, a no ser que fuera estrictamente necesario.
Los profesores tampoco hacían diferencia, prácticamente lo corrían con la mirada. Aunque nunca nadie se lo hubiera dicho, se notaba a leguas que allí no era bienvenido.
Y qué decir de Potter y sus amigos. Potter ya no le dirigía siquiera una mirada, y Weasley se burlaba de él a sus espaldas, con el resto de sus amigos leones. Sólo Granger parecía debatirse consigo misma entre tenerle lástima y amainar los insultos, o unírseles a ellos; pues aquella mirada que le profesaba era siempre ceñuda y preocupada. No que a Draco verdaderamente le importara, no la quería más por ello, pero no podía dejar de admitirse a sí mismo, que le estaba agradecido por no ser otra más del montón.
Pero eso no era todo. El primer paso había sido entrar en Hogwarts¿cómo lo hizo? Tuvo que actuar lo mejor que pudo, diciendo que los Mortífagos lo tenían controlado, y que había actuado bajo el maleficio Imperius, pero no era tan sencillo.
Tuvo que hablar con McGonagall, ahora actual Directora de Hogwarts, y con el mismísimo Ministro de la Magia presente allí también. Más tarde se les unieron los Jefes de las Casas para opinar acerca de su posible futuro allí en el colegio. De todos modos, Minerva le había dicho que esperara afuera del despacho, y él así lo hizo. No quería empezar con el pie izquierdo y desacatar una orden tan temprano, cuando aún ni siquiera podían confiar en él.
Después de largos minutos de espera, la Directora lo hizo entrar al despacho mientras todos los Jefes salían, incluyendo el Ministro, y le dictó su veredicto.
Afortunadamente para Draco, podría quedarse en Hogwarts. Podría terminar su último año de estudios allí, pero nada sería lo mismo de antes. Y eso incluso hasta Minerva se lo había dicho.
Ahora cumplía estrictamente todos los sábados clases extras para recuperar las clases del mes de Septiembre a las que no había podido asistir, si bien él había entrado a mediados de Octubre.
Pero eso no era todo, sabía por supuesto que los profesores lo vigilarían todo el tiempo, y que cualquier alumno que viera algo "sospechoso" en su conducta, avisaría de inmediato a la Directora.
Pero Draco no iba a darles el gusto. Él ya no estaba para hacer payasadas, ya no. La primera y la última vez ya había pasado. Así que sólo se dedicaba a estudiar, y a deambular por los terrenos de Hogwarts cuando la situación se lo permitía. Pero nada más.
Ya no tenía amigos, ni tan siquiera compañeros, porque nadie le ayudaba. Recibía aquellas clases con los profesoras siempre en la misma aula, y para mayor seguridad de ellos, el profesor que hubiera estado con él esperaba al siguiente profesor hasta que ambos estuvieran seguros que el otro no corría peligro.
Draco estaba realmente fastidiado con todo aquello, pero si quería sobrevivir, no había mejor lugar para él que no fuera Hogwarts. Sólo allí podría estar en paz. Estaba casi completamente seguro que ningún Mortífago se atrevería a pisar los terrenos del castillo. Pero no sabía cuánto se equivocaba.
No sabía cuanto...
En fin, Draco Malfoy estaba completamente sólo. Ni siquiera podía contar con su madre, puesto que ella sí estaba entre los Mortífagos, cumpliendo órdenes o simplemente guarecida en la guarida de Voldemort, pero ella allí estaba, y corría mucho peligro el que estuviera allí.
Aún así, Draco ya no sabía qué sentir. Su madre también lo había traicionado, o al menos así se había sentido él. Ya no podía confiar ni en ella. Sólo le quedaba aquel extraño y lejano sentimiento de cariño que un hijo puede tener hacia su madre, sólo que ahora estaba embarrado por las manos de la traición y la no confianza.
Ya nada lo llenaba como antes. Ésas semanas eran sólo constantes rutinas.
Se levantaba, tomaba un baño, se vestía, tomaba sus útiles y salía rumbo al gran comedor. Allí comía apartado del resto en una esquina, la más cercana a la mesa de los profesores, y luego se levantaba y se dirigía a sus clases semanales.
No había nada que cambiar, estaba sólo y sólo le quedaba terminar de estudiar, aunque no estaba seguro de cuánto tiempo más duraría así, de ese modo tan lúgubre.
No tenía a nadie ni nada que lo contenga,... hasta ese día.
Corito, lo sé. No me maten!! Pero igual quiero sus opiniones, así q, ya saben. Clickeen el botoncito de abajo, y a dejar Reviews!!!
Besitos!!
