¡Hola gente! :3 Bueno hoy les vengo con algo nuevo mío...y digo nuevo porque es un nuevo fandom y si...AMO Shiki..ya quiero cambiar un poquitin el fandom de Naruto aunque me encariñe de verdad con ellos. x.x

Yo no soy muy partidaria del yaoi...pero este par (Tohru y Natsuno) me encantaron y en especial esta parte *W*

Notas de la autora: Este fic se basa en el capítulo 13 del anime...ya saben lo que sucede ahí. Y eso s un drabble xDD


Disclaimer: Shiki no me pertenece, sino a Fuyumi Ono ¡pero esta historia es mía!


La última mordida

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Capítulo único

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El silencio era aterrador, las cigarras cantaban en la noche y era el único sonido. De noche la ciudad de Sotoba era inerte, nada funcionaba y solo la luz de la luna se encargaba de iluminarla.

Hasta que llegaron los Okiagaris.

Ya las noches eran de paranoia y intranquilidad, los niños no dormían y la gente se comenzaban a mudar sin anunciar. Seishin decía que ya la gente deambulaba de forma enfermiza por las calles y estaban al borde del colapso.

Otras decían que eran barbaridades y que solo era una epidemia. Justo lo que pensaba la familia de Natsuno Yuuki.

Justo su sublime talón de aquiles.

Una vez más el padre de Natsuno fue a verlo. Entró a su cuarto y lo vió tan débil, con los ojos semi abiertos, muy pálido y huesudo. Mostraba debilidad y mortalidad.

Dejó unos medicamentos a su hijo y apretó los puños de impotencia.

Natsuno.

...

Al caer la madrugada Natsuno sintió a alguien entrar, visualizó unos ojos rojos y un hermoso rostro pálido. Tohru estaba parado frente a él con algo de inseguridad.

—Natsuno...

—Esta bien, si quieres hazlo una vez más—lo dijo en casi un susurro. De los ojos rojos del rubio lagrimas comenzaron a brotar.

—Natsuno...Tu...No quiero más...

—Tu sabes el porque...ven y llévame contigo. Saldremos juntos de aquí—sonrió de medio lado.— Tohru-chan...quiero estar contigo.—las lágrimas de Tohru no cesaban pero su sentimiento explotaba.

Débilmente Natsuno elevó el brazo y mostró sus venas. Tohru sucumbió a la tentación.

—Ven una vez más—Tohru acarició el rostro de su amigo y beso su mejilla. Luego atrapó sus brazos y mostró sus afilados dientes. Una vez más era mordido.

Tohru jugaba con su lengua succionando la sangre mientras que Natsuno gemía, una vez más sentía su lengua. Dejándolo delirar de placer al toque con su sensible y nívea piel. Era un delicioso pecado.

Una vez más sentía a Tohru llevándose un pedazo suyo. Porque tarde o temprano, ambos estarían nuevamente juntos.