Solo como recordación :p (y gracias a Dark Luar que me acordó de esto): los personajes no son míos, si lo fueran, ya habrían muchos finales felices o tristes, dependiendo de mi estado de ánimo XD... Bueno, los personajes le pertenecen a J.K. Rowling, exceptuando por Mia, Sam, Greta y Nicole, que son absolutamente míos (si, soy un poco celosa con mis creaciones XD)
Una lágrima solitaria se deslizó por su mejilla, las palabras que él le había dicho aún le martilleaban los oídos, hiriéndola profundamente, mientras una vocecita en su mente le gritaba sin cesar que había sido una tonta al haber confiado ciegamente en él, en haber creído en sus palabras sin dudarlo, pero ella replicaba que habían sido sus sentimientos los culpables de haber creído en sus palabras y eran los culpables de haber hecho que se enamorara perdidamente de él; en aquel asiento de primera clase de un avión que se dirigía a una desconocida ciudad, se limpió la única lágrima que había rodado por su mejilla después de haber tomado aquella decisión irrevocable, con las palabras que él le había dicho taladrándole los oídos una y otra vez…
"-Draco, estoy embarazada… – había dicho la joven mirando los fríos ojos grises de Draco, apenas tenía diecinueve años y estaban en plena guerra, no quería que un hijo suyo naciera en un mundo como ese.
-¿Y qué quieres que haga? – la fría respuesta del muchacho la había dejado anonadada - ¿Qué me haga cargo de él? Tengo 20, no estoy dispuesto a dejar mi vida por que estés embarazada.
-¿Cómo puedes decir algo como eso? Es tu hijo… – la joven estaba horrorizada por las palabras del rubio.
-Quiero vivir mi vida, y si tengo un hijo no lo podré hacer.
-¿Y entonces qué sugieres que haga? – preguntó Nicole casi al borde del llanto.
-Deshazte de él – respondió Draco con frialdad.
-¡Es tu hijo, por todos los cielos, ¿y me estás pidiendo que me deshaga de él?! – sollozó la joven.
-Aún no ha nacido, por lo que técnicamente aún no es mi hijo, y si no lo haces, lo nuestro se termina ahora – dijo él con tranquilidad.
-No lo haré, jamás…
-Está bien, entonces… Adiós.
-Eres la persona más despreciable que haya conocido en mi vida – murmuró ella entre dientes mientras veía cómo el muchacho se alejaba sin siquiera mirarla…"
