Digimon y sus personajes NO ME PERTENECEN. Solo hago esto por diversión y para su entretenimiento.


Mimato


Ella debió saber que, el dejar entrar a Yamato a su habitación, estando sus padres aún despiertos, no era una buena idea. Desde que comenzaron a salir, el rubio la visitaba varias veces a la semana en su habitación, entrando por su balcón, a través de la escalera de emergencia. Casi siempre, le enviaba un mensaje diciéndole que iría, llegaba a eso de la medianoche, pero ese día, decidió llegar más temprano.

Yamato Ishida

Abre la puerta.

Mimi Tachikawa

¡¿Estás aquí?! Mis padres aun no duermen.

Yamato Ishida

No me importa, te necesito. Abres o rompo el pestillo

Ella sabía muy bien que lo haría; fue muy difícil explicarles a sus padres como se había roto la última vez. Pasó pestillo a su puerta para que sus padres no entraran y dejó pasar al rubio.

No le dio tiempo a hablar…En el preciso momento en que puso un pie en la habitación, el rubio reclamó sus labios y ella, como siempre hacía cuando eso pasaba, sucumbió ante la tentación. Hace un mes, Yamato se había ido en una pequeña gira con su banda y, al parecer, la había extrañado como nunca.

No supo en que momento él la recostó en su cama, o cuando metió su mano debajo de su vestido y retiró su ropa interior. Solo fue consciente de lo que ocurría cuando una traviesa lengua comenzó a recorrer su parte más íntima…

Y así, había llegado a la situación en la que se encontraba. Con sus padres a metros de ella, recibiendo el suculento placer que solo su novio podría brindarle.

─Ya…mato, por favor, detente. ─él la observó sonriente mientras seguía con su trabajo. Él sabía que le encantaba; su miedo consistía en que sus padres lo descubrieran. A él, esa idea le parecía por demás excitante. Intensificó los movimientos con su boca, haciendo que la chica desesperadamente tomara uno de los cojines de su cama y lo utilizaba para ahogar el salvaje gemido que dejó su boca al llegar al tan ansiado climax.

Yamato observó sonriente como los ojos color miel, lo observaban con lujuria. A la castaña parecía habérsele olvidado el hecho de que sus padres estaban en casa. El rubio no perdió la oportunidad; se abalanzó sobre ella rápidamente. Las ropas desaparecieron, las caricias se intensificaron y antes de que pudiesen darse cuenta, se encontraban unidos, compartiendo un exquisito y placentero vaivén. Mimi se aferraba a la espalda de su novio. Yamato era un hombre atractivo en todo el sentido de la palabra y cada día la enamoraba más.

─ ¿Mimi? ─llamaron desde la puerta. La castaña observó hacia allá, pero Yamato pareció no inmutarse. ─ ¿Estás bien?

─Sí…pa-papá. ─ respondió como pudo; el placer que sentía era intenso. ─Yama…detente. ─le susurró al oído al rubio, pero él la ignoró. Es más, aceleró los movimientos de sus caderas. ─ ¡Ah! ─gimió sin poder evitarlo.

─ ¡¿Estás bien, hija?! ─escuchó a su padre preguntar preocupado del otro lado de la puerta, pero Mimi tenía problemas para responderle.

─Yo…solo…─se mordió el labio para evitar un nuevo gemido. Yamato se lo pagaría pronto. ─ me golpeé el dedo pequeño del pie con la cama. ─terminó de decir.

─¿Y ese chirrido? ¿Qué estás haciendo en la cama?

¿Quién en su sano juicio contestaría esa pregunta estando en aquella?

Nada, papá; solo es Yamato haciéndome ver estrellas. ─pensó─ Estoy…─volvió a morderse el labio con tanta fuerza que pronto se lo cortaría. ─Estoy revisándola porque…creo que está…coja. ─ ya no podía más; los ojos se le pusieron en blanco. ─ Pero ya, papá; debo seguir leyendo mi libro. ─respondió desesperada.

─ ¿Qué libro?

─ ¡Adiós! ─exclamó de manera ruda. De segura, su padre se sintió herido, pero no podía tenerlo allí mientras su hijita llegaba al climax y menos si no sabía si iba a ser capaz de contenerse. Casi llora de alegría cuando escuchó los pasos de su padre alejarse. Ya podía volver su atención a su amado-odiado novio, quien la miraba sonriente sin detener sus movimientos. ─Ni se te ocurra…detenerte…─amenazó ella.

Y él volvió a sonreírle. Él sabía lo que le gustaba a su chica y en cuestión de minutos, la llevó al mismísimo cielo. La castaña se olvidó del mundo y dejó que su voz retumbara en las paredes de su habitación.


Mimi se levantó totalmente exhausta de su cama y se dirigió al baño. Yamato se había ido hace tiempo y ella necesitaba utilizar el baño.

─ ¿Estás seguro? ─Mimi frunció el ceño. Eran las tres de la mañana, ¿qué hacían sus padres conversando a esa hora?

─Sí, Satoe; ¿es que no lo entiendes? ─exclamó escandalizado. ─ ¡Estoy segura de que nuestra Mimi se estaba tocando! ─ exclamó. ─ ¡Nuestra pequeña niña estaba haciendo perversidades en su habitación!─ Mimi chilló por lo bajo, escandalizada. ─¡¿Y si se está exponiendo en las redes?!─exclamó el padre al borde del colapso.

─ ¡Es suficiente!¡Mañana mismo la llevamos a terapia! ¡Tenemos que salvar a nuestra niña!─ ambos comenzaron a sollozar dramáticamente.

La castaña suspiró.

Yamato era hombre muerto.


Este fic nació por la sencilla razón de que, a veces, se me ocurren ideas con diversas parejas, en diferente líneas de tiempo, con diferentes escenarios… que se me hacen imposibles compaginar. Así que este fic, está dedicado a todas esas ideas aleatorias que se me ocurran. Pueden ser parejas románticas, parejas que guarden amistad o hasta relatos familiares; en el presente, en el futuro, en el pasado; …cualquier cosa que se me pase por la mente, vendrá a parar aquí, con ratings desde K hasta M.

La mayoría serán de Taiora, Mimato, Takari y Kenyako , pero también existirán los llamados capítulos "bonos", que involucrara otras parejas como el sorato, michiro, kenkari, etc...

En otras noticias, como conmemoración al 1ro de agosto, (que ya sé que pasó, pero se me hizo imposible actualizar en ese día como quería), he actualizado todas las historias de Digimon y publicado dos nuevas. Estas historias son:

Pequeño Angel (Taiora. Rated T)

No importa qué (Taiora, Rated T)

Broken (Taiora. Rated M (por temática fuerte))

Indeleble (Mimato. Rated T, próximamente M)

¡Como odio el amor! (Rated T. Taiora, Mimato, Takari, Kenyako)

Historias en el tiempo (rated M, pero con historias de diferentes ratings Fic (casi todos sin relación entre ellos) de parejas de Digimon 01 y 02.).

Sin más nada que decir, y recordando al heroico Wizardmon, me despido por ahora.

Cuídense,

Bye!