Capítulo 1: La maldad surge y el amor también

En los oscuros bosques de China, un hombre con aspecto maligno hablaba con sus súbditos.

─Queridos amigos en unas semanas llegara el gran día tan esperado, el cual gobernaremos a China y por qué no a todo el mundo, y para ello he ideado un plan el cual derrotara al kung fu y a todos aquellos que se interpongan en mi camino.

─Y díganos su grandeza, ¿En qué consiste su plan?

─Primero mis queridos súbditos, derrotaremos al maestro Rino, después al maestro Cocodrilo, y así hasta llegar a los cinco furiosos y al poderoso Guerrero Dragón.

─Pero su grandeza, recuerde lo que paso con Lord Shen, él tenía un ejército más grande que este, y una arma muy poderosa, que el mismo Guerrero Dragón destruyó como si nada.

─Si señores pero a diferencia de Lord Shen, nosotros tenemos a favor el poder de la magia negra.

Todos comenzaron a reír a carcajadas, como si tuvieran la batalla ganada. En un lugar lejano conocido como el Valle de la Paz en el Palacio de Jade se encontraban los cinco furiosos y el Guerrero Dragón disfrutando de un delicioso plato de fideos.

─Y no estas emocionado porque vas conocer a tus verdaderos padres. Pregunto Víbora con mucho interés.

─Más bien yo diría que nervioso, que tal si no soy lo que ellos esperan, o que no les dé gusto que yo sea el Guerrero Dragón.

─Que estás loco, cualquier padre estaría orgulloso de eso. Dijo Mono mientras saboreaba su sopa.

─Anímate Po, todo estará bien son tus padres y te querrán como eres, y estoy seguro que te esperan con muchas ansias.

─Gracias Mantis, eso espero.

─Recuerda preparar todo y dormir bien ya que el camino es muy largo Po.

─ ¡Cielos es cierto! Gracias Tigresa.

─ Y ¿no necesitas ayuda? Pregunto Grulla mientras terminaba sus fideos.

─Si Po dinos en que te podemos ayudar.

─No en nada chicos gracias.

─Es una pena que no te podamos acompañar

─Lo se Víbora, tratare de no ausentarme por mucho tiempo.

─ ¿A qué hora te iras mañana?

─Bueno Mantis, tengo planeado irme a las 5:30 a.m. ya que el camino es bastante largo.

─Te deseamos mucha suerte Po

Mientras Grulla, Mantis y Mono, salían de la cocina a sus dormitorios, Víbora junto con Tigresa y Po recogían la cocina.

─Enseguida regreso chicas.

─Amiga no crees que ya sea tiempo. Decía Víbora con sigilo.

─Tiempo de que...

─No te hagas dile lo que sientes por él.

─De que hablas.

─Solo díselo sin no te arrepentirás, recuerda que va a un lugar en el cual estará con los de su misma especie, tal vez decida quedarse con ellos.

─ ¡Eso jamás!

─Todo puede pasar, o incluso regresar con alguien más.

Las palabras de Víbora resonaban en la mente de Tigresa, ya que ella tenía razón, en aquél viaje muchas cosas podrían pasar.

─Víbora sabes que para mí hablar de un tema así no es fácil, además quien te asegura que el sienta lo mismo por mí.

─Tigresa le interesas a Po, siempre has sido su favorita, incluso después de conocerte, jeje.

─Que insinúas.

─Nada, ya que fuiste la última en aceptarlo y tratarlo, pero eso si él ha sido el primero a quien le has dado un abrazo, el cual él te correspondió.

Tigresa se sonrojo un poco al escuchar esas palabras.

─Si pero no es lo mismo ser admirada a ser querida, además si mi memoria no me falla, no solo a mí me dio un abrazo.

─Cierto, pero su abrazo fue más emotivo, como el de una pareja, y a nosotros nos abrazó por que le dio gusto vernos de que estuviéramos bien después de la batalla.

─No cambies las cosas.

─No Tigresa es la verdad, tu no quieres ver la realidad, además ayer que Po hablaba con el maestro Shifu , alcance a escuchar que te quería llevar a su viaje, pero el maestro Shifu comento que tu irías demás, incluso cualquiera de nosotros, que este viaje lo tendría que hacer Po solo, y yo creo que si vas con él se sentirá más seguro de sí mismo.

─Tal vez, pero el maestro Shifu tiene razón.

En ese instante Po entro a la cocina con varias mochilas.

─Ya terminaron chicas, les ayudo.

─No Po no hace falta, yo ya me iba, buena suerte en tu viaje. Decía Víbora mientras se iba. Po bajo las cosas que cargaba y los acomodos detrás de él.

─Po, yo también te deseo mucha suerte, y espero que vuelvas pronto, porque este lugar no sería lo mismo sin ti.

─ ¡Lo dices enserio! La mirada de Po cambio con esas palabras.

─Claro, porque para ser sincera, desde que tu llegaste, has cambiado tantas cosas, desde la comida hasta la actitud de algunos nosotros.

─Bueno, ustedes también han cambiado mi vida, el ser el Guerrero Dragón, cambio mi vida, y aunque mi "verdadera familia "este lejos, no cambiaría por nada el estar con ustedes, y especialmente por ti, porque tú formas… tu eres…

Po comenzaba a tartamudear un poco, mientras Tigresa se acercaba poco a poco hacia él.

─ ¿Si Po? Continua.

─Bueno, tu formas parte muy importante de mi vida y… si es posible... quisiera estar siempre a tu lado. Las palabras de Po lograron iluminar la mirada de Tigresa, haciendo que ella se acercara hacia su oreja derecha y le susurrara un simple.

─ Yo igual. Pero el tímido panda se hiso para atrás y no se percató de las cosas que estaban detrás de él, provocando un tropiezo y un jalón del brazo de la maestra Tigresa, acto seguido cayeron al suelo y sus bocas se juntaron. Confundidos y sonrojados se miraron por un momento, hasta que Tigresa reacciono y se separó de Po.

─Lo siento Po, esto fue un accidente. Y salió corriendo en cuatro patas.

─Tigresa espera los accidentes…

─No existen. Termino de decir una voz ronca.

─Maestro Shifu que es lo que hace aquí.

─Mas bien, que hacían ustedes dos.