Hola a todos este es un Fanfic que se me ha ocurrido hace tiempo.
Espero que les guste y que comenten!
Nota: Inazuma Eleven no me pertenece sino a Leven 5
"Estoy segura que abrirás tus ojos de nuevo…nos contaras lo que paso y lo que sentiste, viviendo juntos la vida en un futuro…pero hasta que eso pase solo podemos ver como el tiempo pasa entre el viento viviendo las memorias del pasado aquí en el presente que nos rodea recuerda amigo mío.
Esperamos que despiertes- Haruna"
|||Varios Meses Atrás|||
Por las calles de Inazuma dos chicos caminaban después de una gran jornada escolar y un fuerte entrenamiento. Un chico peli azul de ojos rojizos paro su paso al pasar por una tienda, pocas que abiertas a esa hora del día. Su acompañante, un chico de pelo marrón con banda en la cabeza y ojos marrones al ver que paro se acercó viendo el objeto que le había quitado la atención de su amigo. Un bello capullo en medio de una mesa al frente de la vitrina fue ese objeto.
-Endou ¿podemos parar aquí un minuto? –pregunto sin quitarle la atención a dicho objeto.
-Claro… pero… ¿Qué tiene de especial eso? –pregunto mirando como la dueña le sonreía a su amigo al verle parado al otro lado de la vitrina, se acerco a la mesa donde estaba dichoso objeto y con una pequeña llave al parecer el empezó a dar vuelta mientras la fuerte campanada anunciando las 6:00 de la tarde sonaba.
El capullo se fue abriendo con cuidado mientras los pétalos se convertían en un traje para una muñeca de una bailarina, la muñeca se movía con cuidado mientras entonaba una hermosa melodía. Los dos chicos al estar detrás del vidrio no la escuchaban pero el peli azul la tatareaba con cuidado y con una sonrisa, al parecer ya la había visto bailar y se sabia la letra. Poco a poco la muñeca fue alentando su paso mientras volvía a su posición inicial como capullo sin antes después el baile hacer una reverencia.
La vendedora sonrió al ver como el peli azul le agradecía y esta solo rio un poco para llevarse la pequeña muñeca en brazos y empezar a cerrar su local.
-Al parecer te conoce -dijo al ver que el chico solo despegaba su mirada de la vitrina y enfocaba nuevamente su vista en el.
-Si, ella cierra a las 6 y un día venia pasado y me dio curiosidad entre y vi como la muñeca bailaba –dijo mientras empezaba a caminar cerca de Endou –se me hizo costumbre verla todos los días, sino es ahora por la mañana… esa canción es preciosa.
-Yo no la oí –dijo sonriendo lo mas grande que pudo mirando a su amigo –pero me gusto como sonó como la cantabas –la cara del peli azul se puso roja hasta las orejas, Endou podía jurar que vio una pequeña sonrisa en los labios del corredor pero recibió tremendo golpe ¿Qué lo provocó? El bulto de Kazemaru.
-E-eres u-un IDIOTA -le dijo para seguir caminado mientras el peli marrón se quedaba sorprendido sobando su cabeza.
-Vaya eso no me lo esperaba – decía alguien detrás del peli marrón –hola Endou ku.
-Ah hola Aki –saludo a la chica con una sonrisa parándose del suelo – esta vez si que esta molesto.
-Creo que se calmara, son amigos ¿no? Los amigos en algún momento tendrán peleas-decía la chica sonriendo mientras miraba hacia delante donde caminaba el peli azul –ya se! Cómprale algo, un regalo como obsequio de tus disculpas.
-¿Un regalo? –se pregunto pensando mientras veía hacia tras y una sonrisa aparecía en sus labios –ya se que será.
-Uhn debe de ser bueno para que des esa sonrisa Endou ku –dijo la chica para pararse en el cruce –aquí nos separamos.
-Gracias Aki –dijo con una gran sonrisa para luego despedirse de la mano de la chica, siguió caminando, vaya que el peli azul se les había adelantado mucho, pero al alcanzarlo pudo notar que no lo alcanzo sino que el peli azul se había quedado esperándolo, su cuerpo era alumbrado por la luz del poste de donde estaba recostado, en sus manos habían dos botellas y entre sus piernas en el piso su bulto –kaze….
-Ah –la cabeza del peli azul se subió de momento mirando al chico con una sonrisa extendiéndole la botella cuando estuvo cerca –te tardaste ¿ayudaste a una tortuga a cruzar o algo así?
-Me encontré con alguien –dijo sonriendo un poco para coger la botella –gracias.
-No ahí de que –susurro con una sonrisa cogiendo su bulto del suelo y nuevamente colgárselo del hombro – vamos ya es de noche y tu madre se preocupara mucho –la risa de los dos no se iso esperar mientras llegaban al lugar donde se separaban siempre –adiós Endou.
-Hasta mañana Kazemaru -dijo con energía, Kazemaru cogió para la izquierda, su calle subía como una loma y la Endou bajaba, siempre se encontraban todas las mañanas y por las tardes aquí se despedían. Hoy no era excepción, ya se despedían acabando el día.