~[Fuera de la oscuridad]~
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Sakura
La ciudad era un completo caos debido a los experimentos que el gobierno hacia a unos cuantos kilómetros de aquí. Y aunque la gente ya habia comenzado a hablar de las extrañas cosas que pasaban, nada era certero. Se habia declarado toque de queda y mi madre era demasiado estricta a ello puesto que nuestra zona residencial estaba en los limites de la ciudad.
Sin embargo, para mi, todo aquello eran temas sin importancia.
Abrí la ventana de mi habitación y baje con cuidado para que mis padres, quienes estaban cenando, no me escucharan salir. Hinata me esperaba abajo. Habíamos quedado hace 20 minutos en ir a el supermercado mas cercano a comprar algunas golosinas y tener una pijamada secreta en casa de Hinata.
-Venga Sakura, no tengo toda la noche. - Susurro Hinata ente gritando y hablando bajo. Sonrei al dejarme caer y ponerme de pie rapidamente. Aquello era una costumbre debido a mi habilidad en gimnasia.
-¿Sera cierto todo ese alboroto?.-
-¿Cual?, Porque en esta ciudad siempre pasan cosas extrañas.- Dijo Hinata ironicamente.
Subimos a su auto y aparco en el estacionamiento que estaba en el supermercado a unas cuantas calles mas adelante. Bajamos del coche y entramos, en seguida corri hacia el aparador de chocolates, Hinata habia ido a buscar refrescos y frituras. El sonido de la entrada del supermercado sonó en el momento en que me gire para recoger un chocolate que se habia resbalado de mis manos.
Un golpe sordo se escucho y levante la mirada. Un extraño tipo vestido de conejo había entrado a la tienda.
Hinata llamo mi atención escondida tras los estantes de productos de limpieza y su mirada se encontró aterrada, me señalo un punto en especifico y pude ver al cajero estampado contra la pared, muerto.
Contuve un grito y preste atención al hombre que vestía extraño. Corrió y busco por varias áreas de la tienda, tomando comida y diferentes articulos. Hinata se puso de pie y me señalo la entrada del supermercado, debiamos correr mientras aquel hombre estaba preocupado por todo lo que llevaba en sus manos afelpadas. Ambas nos pusimos de pie lentamente.
Una mirada de horror asomo mis ojos al escuchar el crujido de la bolsa de frituras al resbalar de las manos de Hinata y gire rapidamente para observar que aquel conejo ya la observaba. En un abrir y cerrar los ojos, el cuerpo de Hinata habia salido de manera estrepitosa rompiendo los cristales de la entrada. Aquel conejo ni siquiera la había tocado.
Las sirenas comenzaron a sonar afuera y comenze a correr para ver a mi mejor amiga. Respiraba con dificultad.
-No pensé que hubiese humanas como tu.- Hablo aquel hombre a través de la cabeza de conejo que cubría su rostro con un acento extraño y rasposo.
Voltee de manera violenta hacia atrás y cubrí a Hinata con mi cuerpo, no podía dejarla ahi a manos de aquel extraño, que sin tocar, habia lastimado a mi mejor amiga.
-¿Humanas?... ¡Por favor, no le hagas mas daño, no la lastimes!- La extraña cabeza de conejo se ladeo, como si me observara curioso a través de aquel disfraz. Senti como si el aire escapara de mis pulmones.
Un auto de policía llego de manera violenta y atropello a el tipo vestido de conejo. Trate de recuperar el aliento y cargue a Hinata con dificultad mientras corria al auto. En cuanto entre arranque el auto y huí hacia el hospital. Observe el espejo y vi a aquel hombre ponerse de pie como si nada. Los policías le apuntaron con sus armas y pude ver, a traves del espejo retrovisor, que se despedia de mi.
Un escalofrió me recorrió el cuerpo y regrese mi vista al camino.
¿Que mierda acababa de suceder?
Mi cabeza era un desastre, mis manos sudaban y mi respiración era pesada. Apreté las manos sobre mis rodillas. Habia una horrible inquietud en mi pecho, y habia aparecido al ver a ese conejo despedirse. Levante la mirada al escuchar los gritos de la madre de Hinata en el pasillo, llego corriendo hacia mi y me abrazo.
-Sakura, dime que mi hija esta bien...
-Tranquila, los doctores mencionaron que estará bien, solo debe reposar.
-Mi pobre niña... ¿Que paso?- La voz angustiada de la mama de Hinata me oprimió el pecho.
-No lo se, todo fue tan extraño. Ese enorme conejo ni siquiera nos toco y en un momento Hinata salio disparada atravesando las puertas de la entrada del supermercado. la policía llego y detrás de ellos llegaron mas hombres en carros del gobierno.
-¿Recuerda exactamente que fue lo que sucedió?- Pregunto un hombre vestido formalmente de negro, asentí y trate de ver sus ojos a través de aquellas gafas oscuras.
Después de haber hablado con la mama de Hinata unos hombres de negro habían llegado directamente para hablar conmigo. Y ahora estaba siendo interrogada.
-¿Podría describirnos la situación? -
-Yo y mi amiga habíamos salido a escondidas de casa para comprar golosinas y algo de comida para pasar la noche en una pijamada, entramos y tomamos algunas cosas, luego entro este hombre, vestido de conejo, yo me agache a levantar un dulce que se me habia resbalado y en cuanto volvi la vista el cajero estaba muerto, incrustado en la pared. Nosotras tratamos de huir pero ataco a mi amiga, no podia dejarla sola. -
-¿Por que a usted no la lastimo?
-No lo se con certeza. Dijo algo extraño y me pareció que tenia curiosidad sobre algo, cuando llego el coche de policía y lo arrollo. Pero se levanto. ¡Explíqueme eso! ¿Como es posible algo así?- Puse ambas manos en mi cabeza y me recargue.
Otro hombre vestido de manera pulcramente entro y puso unos archivos sobre la mesa, frente a mi.
-Al parecer la a elegido a usted. Y se encuentra en peligro.- Dijo aquel hombre y abrió la carpeta frente a mi. - Metamorfos. Una raza de otra dimensión, llegaron aquí debido a la perdida de hembras compatibles. Los hemos estado cazando durante meses.
¿Los hemos? ¿Habia mas?
-Metamorfos... ¿Que son? - Pregunte y el hombre me mostró dos archivos mas. Había diferentes fotos y varias de ellas eran demasiado grotescas.
- Son capaces de adaptar la apariencia de cualquier forma de vida. Aunque, no son compatibles con cualquier especie, han tratado de mezclarse con los humanos. Es difícil distinguirlos. Sus órganos, tejidos y cadena molecular pueden adaptarse tan perfectamente, que incluso con pruebas medicas es imposible detectarlos.
Mis ojos se abrieron con asombro. Aquello era increíble.
