AVISO
Antes que nada, quiero aclarar que la historia no me pertenece, es solamente una adaptación a una obra que leí anteriormente. Los personajes tampoco son de mi propiedad.
Las hojas caen. El ciclo de la vida es una perfecta armonía que no debe ser alterada por nada.
Ahora que ella no está aquí, ¿qué podrá hacer? Judy ha muerto. El siempre la amó. Siempre desde ese día en que notó que algo más sucedía entre ellos. Fue justo después de resolver un caso de gran importancia, pasados seis meses desde lo de los aulladores.
Estaba sentado escribiendo el informe que tendría que entregar al jefe. Judy se acercó y tocó su brazo. El sintió un descarga eléctrica recorrer su extremidad y luego todo el cuerpo. Ella lo miraba dulcemente. Esos hermosos ojos violetas que tanto amaba Nick. Ahora lo sabía.
Seis meses pasaron y finalmente Nick se atrevió a confesar todo a Judy. Ella estaba tan feliz que olvidó hacer el reporte del caso del día, y por supuesto que el jefe le llamó la atención. Pero a ella no le importaba nada más que las palabras de su astuto zorro.
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. El año pasó volando y Nick tenía preparada una sorpresa para su novia. Esa noche fue la más significativa en la vida de Judy. Conocer al vulpino supuso un antes y después en su vida y la propuesta de matrimonio era sólo el inicio de una sólida relación.
Se casaron en un bosque, con pocos invitados por parte de Nick y toda la familia de Judy. Estaban felices, las estrellas brillaban, el aire era fresco. Todo era tan perfecto que nada podía arruinar su felicidad.
Así los dos, conocidos por ser la pareja más intrépida del ZPD, se volvieron más unidos. Todo lo compartían y su relación avanzaba. Por supuesto que no era siempre alegría, pero sus dificultades las solucionaban pronto.
En cuanto a los casos que les asignaban, los resolvían rápidamente. En el ZPD estaban asombrados de que una pareja pudiera separar tan bien sus asuntos conyugales de los de trabajo.
Diez años de felicidad se dicen fácil, pero en realidad puede ser toda una vida o un lapso de tiempo muy corto.
Hubo un caso en especial que tardaron más de la cuenta en resolver. Robos, asesinatos, secuestros. Era nuevo esto. Nick y Judy no dormían por buscar la solución a tan grave problema que ponía en peligro la seguridad citadina.
Una tarde, los dos fueron como siempre a hacer la ronda por la ciudad. De repente, se escuchó un disparo y Judy bajó inmediatamente del vehículo.
...
Sentado a la mesa del bar, Nick bebía copa tras copa. Por más alcohol que ingiriera, no podía quitar de su cabeza aquella imagen tan dolorosa. La luz que alumbraba el recinto era más bien pobre y no hacía más que recordarle al zorro su propia pena.
Finnick a su lado trataba de consolarlo, algo raro viniendo de él, lo que sucedía era que tampoco estaba acostumbrado a ver a su amigo tan decaído. Su relación siempre fue más de negocios que de amistad, pero en los últimos minutos se dio cuenta de que en realidad eran buenos amigos. Por eso intentaba hacer sentir mejor a Nick, aunque por más que tratara, sólo salía a relucir el tema de Judy por cada cosa que mencionaba.
Después de veinte años, recordando aquel momento, Nick bajó las orejas y cerró los ojos. Los años ya habían transcurrido en el ZPD y en él mismo, sin embargo, conservaba su vitalidad y fuerza, además su pelaje era igual de sedoso que treinta y dos años atrás. Lo único que había cambiado en él era su mirada. Se la pasaba todo el día serio, sin decir palabra a menos que fuera estrictamente necesario.
Desde Bunnyburrow había llegado un nuevo oficial. La segunda coneja policía de nombre Jules. Era café, de nariz rosada y vivaces ojos negros. En cuanto Nick la vio, frunció el ceño. A pesar de que no se parecía físicamente a Judy más allá del hecho de ser coneja, le recordaba a su amor perdido.
Pronto desechó tal pensamiento, pues ella no era su Judy.
Como era normal, desde que Nick se hizo jefe, tenía que entrevistar a los nuevos reclutas. Llamó a la coneja a su despacho y esperó a su llegada, su presentación formal ante sus compañeros se había realizado minutos antes sin muchos ánimos por parte del jefe.
Ella tocó a la puerta y cuando Nick le dio permiso de entrar, él no pudo evitar ver la figura de Judy en ella.
"Será más difícil de lo que creí" pensó.
Espero que les haya parecido entretenido el capítulo, e igualmente espero que ninguno de los lectores se sienta decepcionado por el inicio de la narración. Como ya mencioné, la historia no es mía. Lo recalco para mantener intactos los derechos de autor.
Muchas gracias por leer, y si lo desean, pueden dejar su review, se los agradeceré aún más.
