Disclaimer los personajes de Naruto no me pertenecen. Se desarrolla en un universo alternativo.

Pov Shikamaru

El reloj marcaba las 3 a.m. Alterné la mirada entre ella y el techo de su habitación, una última vez.

Le mantuve la mirada.

Ella, mantenía su mirada expectante a pesar de que su cuerpo en ovillo cubriéndose con la sábana, inspiraba picardía con un poco de inocencia.

No decía palabra alguna, sus ojos parpadeaban de vez en cuando y su respiración era serena.

-Yo...- murmuró

Solo sonreí, la besé tiernamente.

*-*-*-*-*-*-*-*-*--*Mas temprano ese dia

-Oe Shikamaru!- llamó Choji

-Ah? - pregunté al ser sacado de mis pensamientos

-Vas esta noche a la fiesta de la compañía?-preguntó muy emocionado

-No... No sé- dije rascando mi nuca

-Shikamaru! Debes ir hombre!, Hoy te darán el reconocimiento- dijo entre sorprendido y serio

-Sé que es importante... Pero no tengo ganas, además hay que ir acompañado- dije restándole importancia

-Debes ir. El premio lo entregará Ino. Sabes que para ella es importante, por favor!- dijo rogando- además si quieres ve solo y te largas en lo Ino te dé el premio- sugirió

-Bien... Iré- resolví encogiéndome de hombros.

-Nos vemos entonces, Ino estará feliz!- agregó, marchandose del lugar.

Volví a casa. Tomé una ducha, busque un traje para la fiesta, fumé un par de cigarrillos, y terminé de arreglarme.

Al llegar al lugar de la fiesta, fui recibido con halagos y felicitaciones de mis compañeros de trabajo. Unos los conocía y otros no tanto. Acepte y saludé a muchos. Hasta que la ví.

Rubia, con un vestido elegante, violeta oscuro, zapatillas altas, ojos almendrados, color verde-azul, tez blanca y cabello suelto.

Me detuve en seco. La observé, detallando sus movimientos, la forma en la que hablaba, sus manos y cómo mantenía a sus oyentes atentos a sus palabras. De nuevo fui sacado de mis propios pensamientos, pero está vez fue por Ino.

-Shikamaru!- había llamado en voz alta

-Hey!- logré responder.

-Gracias a Kami!, Al fin vienes!- dijo casi en un reproche.

-Gracias por esto Ino...- logré decirle

-Te lo has ganado, tú y todas las personas que serán premiadas- dijo con orgullo.

-Bien... - sonreí, escuchando un poco de lo que decía con respecto a la organización y decoracion del evento.

El evento se iba desarrollando sin mayores contratiempos, entre hablar con alguno que otro de temas de la empresa, me fijé que Ino había subido a la tarima principal anunciando que empezaría la entrega de premios, por mejor desempeño, por altas ventas, elegido por sus compañeros...

-El siguiente premio, a mejor campaña publicitaria es para... La señorita Sabaku No, Temari.- dijo Ino emocionada.

La rubia, se levantó de su asiento, y con paso decidido fue por su premio. Los presentes aplaudieron de pie.

-Felicidades a la señorita, Sabaku No. Ahora, el último premio, quizás uno de los más importantes de la noche. El premio a nuestro estratega estrella, y en lo personal a mi mejor amigo y hermano: Nara, Shikamaru. - dijo Ino, con una lágrima rodando por su mejilla. Sonreí al verla tan emocionada. Subí a la tarima, le di un beso en la mejilla y recibí mi premio.

Baje de la tarima, caminé hasta donde se encontraba Choji con su novia. Recibí sus felicitaciones, hablamos un par de minutos y me dirigí a la barra de licores, la rubia estaba allí.

-Felicidades- susurré

-Gracias, felicidades por la mejor estrategia- respondió sonriendo

- Estás acompañada?- pregunté

-No, hoy no- respondió serena. Sonreí, tomamos un par de tragos nuevos y entablamos una conversación amena.

El tiempo transcurrió y los tragos hicieron su efecto, ambos nos relajamos. Sin darnos cuenta el tiempo había pasado y era momento de retirarse a casa. "Todo fue tan fluido, tan espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que de pronto mi mano estuviera en su mano que nos miráramos a los ojos como dos adolescentes o dos tontos."(1)

-Creo que ya es la hora de irnos- dije con decepción

-Si, ya casi todos se han ido- aceptó con resignación.

-Pue... Puedo llevarte a tu casa si quieres- sugerí

-Yo... Sí, en un principio pensé que me iría en un servicio de taxi-comentó

-Bien, ya está dicho. Vamos- dije tomándola de la mano. Fuimos al estacionamiento del edificio y emprendimos la marcha. Me dijo la dirección y a los minutos estábamos en el frente de su casa.

-Bien, ya llegamos- mencioné al estacionar el auto al frente de la casa.

-Quieres ?-murmuró ella, negando con la cabeza

-Querer?- pregunté, no muy seguro de lo que insinuaba

-Pasar- completó la oración. Sonreí. Estacione en un mejor lugar el auto, y caminamos a la casa.

Temari, abrió la puerta y me indicó que pasara. Así lo hice y cerró la puerta tras de sí, se recostó sobre ella y mordió su labio por el nerviosismo; mientras la observaba de abajo hacia arriba, me acerqué con cautela.

-Si... Si no quieres me voy- murmuré en su oído. A lo que ella respondió, colocando sus manos en mi cuello, mi cuerpo se tensó, ella hizo que me girará para quedar ambos de frente, me miró a los ojos un par de segundos, y me besó.

Debo admitir que me impresionó. Su forma de besar explotaba en la sensualidad de los movimientos de su lengua, insitandome a seguir, me había atrapado, seguía su ritmo. Me declaro de hoy en adelante su adulador personal. Y apesar de no querer detenerme, mis pulmones, exigieron su parte de oxígeno.

Ambos sonreímos al separarnos, respire profundo, y esta vez fui yo quien la besó, con un poco más de brusquedad, al parecer le encantó la iniciativa ya que mordió mi labio, desencadenando el movimiento de mis manos sobre el vestido. Mis manos trazaron su silueta. Buscando quitar aquella prenda que me limitaba a sentir su piel. Ella, sonriendo sin separase de mis labios, abrió mi saco y continuó con mi camisa. Sus manos acariciaron mi pecho, eran suaves y a la vez transmitían determinación. Luego de un par de intentos al fin encontre el cierre del vestido. Lo bajé lentamente, solté el botón que lo sostenía a su cuello. El vestido cedió, bajando por su cuerpo.

Su piel se había erizado al sentir la corriente de aire frío, sus senos desnudos y su diminuta ropa interior, es una imagen que quedará grabada en mi memoria. Ella volvió a sonreir. Quitándome el saco y la camisa. Acaricie su suave piel.

-Va... Vamos a mi... Habitación-murmuró. Cumplí su deseo, la cargué en mi cintura, me indico entre risas la dirección. Por el pasillo primera puerta a la derecha. Entramos.

La coloque sobre la cama, mientras le quitaba las zapatillas, me observaba, mordió su labio de nuevo, tomo mi rostro con sus manos y volvió a besarme. Baje por su cuello, clavícula, el valle entre sus senos, ambos jadeamos. Sus manos jugaban con mi cabello. Lo estaba disfrutando. Retiré la diminuta ropa interior, acaricié sus torneadas piernas. Besé su vientre y seguí bajando a su centro.

Al tocar con mi lengua, gimió. Continúe en mi tarea, mientras su cuerpo se tensaba, sus manos apretaban mi cabello, introduje un primer dedo, gimió más alto, espere un par de minutos para el segundo. Su cuerpo volvió a arquearse, combiné el movimiento de mi boca con los dedos. No pasó mucho tiempo antes de recibir mi recompensa. Sonreí con autosuficiencia.

Me aleje un poco, quite mis zapatos y cinturón, deje caer mi pantalón, quedando en ropa interior. Ella, me observaba. Fijo un momento su vista en mi bulto. Se saboreó. Hizo señas para que me acercara, bajo lentamente la prenda de vestir. Dejando al descubierto mi erección. Me miró un segundo, antes de engullirlo.

Ella inició su tarea, subía y bajaba; el calor de su boca, logro tensar cada músculo, y mi lucha de resistencia para no acabar en su boca. Minutos después la detuve. La besé en el cuello, haciendo que se acostara en la cama, seguí el camino a sus senos, que besé, y mordí suavemente. Mientras mis manos, acariciaban a abría sus piernas.

Mantuve la mirada al entrar en ella.

Ambos gemimos. Al sentirnos acoplados. Y empezamos con él va y ven, suave al principio, aumentando en frenético.

Minutos después, la giré, manteniendo el ritmo desde atrás. Su cuerpo apretaba deliciosamente mi erección.

Me detuve.

Mordí su cuello.

-Por... -sé quejó, volví a arremeter en un movimiento seco y más profundo. -Ahhh- gritó.

-Quiero ver- pedí. Ella, asintió. Se giró de nuevo quedando frente a frente. Volví a ingresar en ella. -Mirame- dije, tras iniciar de nuevo. Ella hacía un esfuerzo en mantener la mirada en la mía.

Seguí en mi faena. Ella intentaba callar, pero ambos sabíamos que lo estaba disfrutando.

Minutos después, su cuerpo colapso. Cerró los ojos un instante, mordió su labio mientras los espasmos recorrían su cuerpo y su respiración trataba de volver a ser relajada. Unas estocadas más y me dejé llevar.

Ella me abrazó. Mientras disfrutaba mi propio éxtasis.

Al poco tiempo, me separé de ella. Hizo su cuerpo en un ovillo cubriéndose con la sábana. Me recosté a su lado, cubriendome un poco.

--Ahora--

El silencio reinó en la habitación. Yo alternaba la mirada entre el techo y ella. Quién iba a pensar, o siquiera imaginar que pasaría esto? Al principio asumí que sería un fastidio, pero al final resulta que me equivoqué y de qué manera!.

-yo...- murmuró

Solo sonreí, la besé tiernamente. Ella se sonrojó.

-Yo... - sonrió.

-Puedo fumar?- pregunté para romper el hielo.

-Si... - respondió. Me levanté, tomé mi ropa interior, me la puse. Caminé hasta la sala y de mi saco saque un cigarrillo y el encendedor. Volví a la habitación, ella, se había puesto un suéter y la parte inferior de su ropa interior. Me quedé en medio de la habitación.

Encendí el cigarrillo, di una calada. Ella se acercó nuevamente, e hizo lo mismo.

-Eres una persona muy interesante- comenté- no me había podido imaginar que fumaras.

-Hoy es una ocasión especial- dijo restándole importancia

-Casada?- pregunté.

-Comprometida- dijo serena- y si, está de viaje hace un par de semanas.

-Debo irme entonces- aseguré

-Por favor, quédate- pidió- solo... Solo duerme conmigo- susurró. La besé, lentamente. Apagué el cigarrillo, me recosté en la cama con ella y dormimos.

No es la típica mujer. Su olor, su forma de besar, su piel, ha Sido un vendaval, que estaría dispuesto a volver a vivir.

Notas:

(1) esta frase es del escritor uruguayo Mario Benedetti

Hola! Espero que les haya gustado, comentarios y sugerencias son bienvenidas recibidos, disculpen los posibles errores ortográficos; no sé si hacer una segunda parte, así que... Lo pensaré.

Un saludo especial a Bebita preciosa, que ha comentado en mis historias y gracias por ello, me sorprendió saber qué tan lejos pueden llegar mis historias.

Nos leemos y escribimos pronto.