Disclaimer: Las Cronicas de Narnia y sus personajes pertenecen a C. S. Lewis
Prologo
Caspian X estaba recorriendo aquel enorme castillo debido a que hoy su padre no podría jugar con él. Caspian IX se encontraba en una junta con algunos hombres que él no conocía (y no le interesaba conocer).
Su amado padre siempre se encontraba dispuesto a jugar con él (tal vez esto se debía a que quería darle todo el tiempo y el amor que su madre al morir no pudo darle) a pesar de sus tantas obligaciones para con su pueblo. Debido a esto Caspian entendía que su padre no pudiera estar con él tanto como quisiera, sino tanto y un poco más de lo que su posición le permitía.
Dado que su padre se encontraba ocupado para estar con él, Caspian tendría que estar en ese momento en sus clases de etiqueta, por aquella razón se encontraba recorriendo el castillo escondiéndose de las criadas y la Sra. Kohler. Aquella mujer era tan pesada, seria y estricta que causaba por lo menos la mitad de sus motivos para esconderse de su clase. Él prefería mil veces más sus clases de esgrima, geografía o historia, esta última era su favorita, adoraba escuchar de su profesor Cornelius aquellas historias y leyendas de una antigua Narnia donde criaturas y ninfas existían y convivían, donde eran gobernados en una era de paz por cuatro reyes y reinas. Recordaba perfectamente la descripción de cada uno: Lucy la Valiente, Reina de Narnia, Señora de Cair Paravel y Emperatriz de las Islas Solitarias, la menor de los cuatro reyes era descrita con una personalidad chispeante, directa y luchadora, poseedora de Una daga, y el licor de fuego que cura todo tipo de heridas obsequiado por Santa Claus; Edmund el Justo, Rey de Narnia, Señor de Cair Paravel, Duque del Páramo del Farol, Conde de la Marcha Occidental y Caballero de la Noble Orden de la Mesa, era un excelente espadachín y además apreciado por sus sabios consejos y justas decisiones, poseía a Balmung y Palmunc, dos espada gemelas obsequiadas por Aslan. Después se encontraba Susan la Benévola, Reina de Narnia, Señora de Cair Paravel y Emperatriz de las Islas Solitarias, mayor que Lucy y Edmund, sus hermanos menores, se caracteriza por ser una magnífica arquera, la mejor de Narnia, era considerada la voz de la lógica y la precaución, poseedora de un arco y flechas, y un cuerno mágico obsequiado por Santa Claus. Por último estaba Peter, el Magnífico, Sumo Monarca de Narnia, Emperador de las Islas Solitarias, Señor de Cair Paravel, Jefe de la Más Noble Orden del León, poseedor de la espada Rhindon y un escudo con el símbolo del gran león obsequiado por Santa Claus. Caspian deseaba ser algún día tan buen gobernante como su padre y el rey Peter.
Sin embargo la historia que más le gustaba escuchar de Narnia era de como la reina Susan había caído dormida en un sueño eterno del que no podía despertar. Comienza con el ejército calormeno bajo el mando del Príncipe Rabadash intentando invadir Narnia y raptar a la reina Susan para tomarla como esposa. Sus intenciones fueron frustradas, pero logra envenenar a la reina, desembocando en una guerra contra Narnia, guerra que terminaron perdiendo.
Los hermanos entraron en pánico al no poder encontrar cura para aquel veneno. Susan moría, por lo que desesperados pidieron ayuda a Aslan. El gran león pudo evitar su inminente muerte, sin embargo ella no despertaba. Aquel veneno poseía magia negra, veneno que poseía la magia de Jadis la bruja blanca, Aslan no podía despertarla, pero calmo a los hermanos diciendo que ella despertaría cuando fuera el momento. Sin embargo los reyes y reinas desaparecieron, quedando solo Susan aún dormida. No se sabe después que paso con ella.
Caspian se sobresalto al escuchar pasos en su dirección y la lejanía de la voz de la Sra. Kohler que aumentaba cada segundo. Él estaba consternado, se suponía que no tendrían que haberlo buscado en la parte oeste del castillo. Aquel lugar era poco transitado a excepción de algún que otro guardia.
Viendo para todos lados intento buscar un buen lugar para esconderse, pero aquel lugar no poseía mucho amueblado. Sin más remedio se escondió debajo de una mesa que sostenía un florero con unas escasas flores.
Escuchaba mas y mas cerca las voces, cada vez se pegaba mas a la pared intentando quedar lo menos visible posible. De pronto su mano izquierda, que estaba apoyada al costado de su cuerpo contra la pared se hundió unos centímetros. La pared donde se encontraba apoyado repentinamente ya no estaba y él caía por un agujero poco iluminado cayendo pocos segundos después al suelo polvoriento y sucio, Caspian se levanto tosiendo del piso. Al recuperarse y cuando sus ojos pudieron acostumbrarse a la oscuridad pudo ver mejor a su alrededor. Se encontraba en un largo pasillo, en las paredes se hallaban antorchas cubiertas de telarañas y no se podía ver muy bien el final de aquel corredor.
Se diría que cualquier niño con la escasa edad de diez años estaría temblando de miedo en aquella situación donde no se sabía siquiera si había alguna salida de aquel oscuro lugar, sin embargo Caspian X tenía una naturaleza aventurera y difícilmente se daría vuelta y huiría sin antes explorar aquel desconocido lugar. Por lo que lentamente se adentro por aquel pasillo. Minutos después pudo ver una pared que le impedía seguir adelante. Confundido se pregunto si no se habría pasado algún otro corredor que no pudiera ver por la oscuridad. Pero cuando estaba por darse la vuelta para volver sobre sus pasos pudo ver que en la pared había otra antorcha, eso no hubiera llamado la atención de Caspian si no fuera porque en el candelabro donde se encontraba aquella fuente de iluminación estaba sostenida en la pared por un metal en forma de escudo. Él estaba seguro de no haber visto aquel adorno en la pared en ninguna de las otras. Tal vez, pensó, aquello se debía a algo. Por lo que estirándose todo lo posible intento alcanzar aquella antorcha que estaba un poco alta para él. Después de varios intentos pudo alcanzarla al dar un gran salto. Sin embargo cuando su cuerpo caía aún sosteniendo el candelabro, el objeto cayó en línea vertical junto con su mano. Sorprendido vio como la pared se hacía a un lado para dejarlo pasar a una habitación.
Al pasar entorno los ojos, pues en esta, las antorchas si se encontraban encendidas. Caspian vio sorprendido el gran ataúd de cristal que se encontraba en el centro de la habitación. Se acerco a aquel gran objeto y vio anonadado que ahí dentro había una persona rodeada de flores desconocidas para él, pero que eran tan hermosas como a la mujer que rodeaban. Llevaba un vestido rojo que tenía una franja vertical en dorado con detalles en rojo que empezaba en el escote de este y llegaba al final de él. Las mangas, que eran amplias (esto se podía ver gracias a que las manos, que las tenía sobre su abdomen, dejaban una gran parte de la tela descansando sobre sus costados) tenían igualmente aquel mismo detalle, solo que el decorado ocupaba gran parte de la manga (un poco más abajo de los codos hasta el final).
"¿Está muerta?" pensó un poco asustado el joven, mas sin embargo desecho esa idea al ver que respiraba. De pronto vio que el ataúd tenía una placa de oro. Se acerco al ver que tenía gravado algo. Cayo debido a la sorpresa al leerlo, sin embargo se paro rápidamente para verificar que no había leído mal.
"Reina Susan, la Benévola.
Señora de Cair Paravel y Emperatriz de las Islas Solitarias"
Hola, esta es la primera historia que subo a fanfictions (después de juntar mucho valor :p ) y como veran este es apenas el prologo, no tengo planeado que tenga muchos capitulos, a lo sumo quince, tal vez un poco más, ya vere en el transcurso de la historia.
Espero que les guste, acepto cualquier tipo de critica, ya se amala o buena, después de todo de estas cosas se aprenden y a mi me queda mucho por aprender :)
