CAPITULO 1 :

Hermione se despertó sobresaltada. Otra vez esa maldita pesadilla. Esa pesadilla que hacía que se despertara sudando y a las veces con lágrimas en los ojos. Suspiró. Hacía tiempo que soñaba lo mismo. También hace tiempo que sabe que no está bien. que las cosas no van bien. si no porque estaría ahora mismo en Madrid? En casa de sus tíos? Siendo ella de Galicia, de un pequeño pueblo de Galicia… Todo esto se debe a que le pasa algo, ella lo sabe, no es tonta, lleva semanas pasándolo mal, sufriendo porque no sabe lo que le pasa, no sabe y no entiende porque está tan cansada, porque no quiere comer, si ella siempre había tenido un buen apetito, porque no sentía fuerza… Fue al médico, no una vez si no que 10 veces hasta que el médico decidió enviarla a un hospital de Madrid pues en el pueblo en el que vivía no había los materiales suficientes como para detectar lo que le pasaba. Pero no podía evitar pensar que le podrían haber mandado más cerca de casa no a Madrid! Decidió dejar de pensar, o al menos intentarlo, se levantó de cama, se puso una bata de andar por casa y unas zapatillas. Se dirigió a la cocina, entró y vio a su madre que le sonrió. Hermione le devolvió la sonrisa algo forzada y se sentó en una silla.

Qué tal has dormido cielo? –preguntó Jean dándole un beso en la frente a su niña … que no era tan niña ya que su "pequeñita" tenía nada más y nada menos que 17 años.

Pues… bien… dentro de lo que cabe. –dijo suspirando.

Otra vez esas pesadillas? –preguntó echándole leche en una taza en la que ponía I LONDON. Hermione siempre había deseado viajar a Londres… pero era un sueño un tanto difícil de conseguir.

Si –susurró.

Estás nerviosa mi amor? –preguntó Jean pues esa misma tarde tendrían una cita con el doctor, para saber de una maldita vez que es lo que tenía.

Debería estarlo? –dijo Hermione.

No claro que no mi cielo, verás como todo va a salir bien y al final no vas a tener nada. –susurró Jean

Ojalá –respondió la castaña.

El día fue pasando, con los nervios de los tíos de Hermione y los de su madre, también con las insistentes llamadas de su padre que no había podido asistir al viaje por culpa de su trabajo que se lo impedía. También llamadas por causa del hermano mayor de Hermione (si no están de acuerdo con que Hermione tenga un hermano avísenme por favor, pero a mí me parece algo bueno el poder contar con un hermano :D) ya que no había ido porque sus padres le obligaron a quedarse ya que no querían que perdiera clases.

Al fin la hora temida había llegado y con ella la cita al médico, la doctora Ramos. Comenzaron a hacerle pruebas, muchas pruebas cuando finalmente terminaron.

Muy bien lo que les tengo que decir no es nada fácil. –comenzó la doctora, madre e hija se miraron. –Hermione… siento comunicarte que padeces un cáncer… más explícitamente un tumor que va desde detrás de la vejiga hasta tu columna vertebral. –esas palabras cayeron sobre Hermione como una jarra de agua fría. –también e de decirte que estás en un grado de desenvolvimiento 3 cuando el máximo es 4. –continuó la doctora, Hermione no respondía, un gran nudo se había apoderado de su garganta lo único que pudo hacer fue girarse a ver a su madre que se había llevado una mano a la boca y sus ojos rebozaban terror y unas lágrimas. Hermione tragó saliva. Su pesadilla se había hecho realidad.

De verdad que lo siento muchísimo. –susurró la doctora. – es mejor que ingreses mañana Hermione, cuanto antes ingreses antes podrás comenzar con la quimioterapia y antes podrás curarte. "o morirme" pensó Hermione, pues ella gracias a un trabajo había descubierto que la quimioterapia no solo te podía curar si no que tu cuerpo podría reaccionar mal y podrías morirte.

Bien, muchas gracias, mañana estaremos aquí –susurró Jean con la voz triste.

Se despidieron de la doctora y salieron de la habitación. Madre e hija sin poder evitarlo lloraban. Jean abrazó a Hermione.

No te preocupes mi amor, te vas a curar, todo va a salir bien si? –susurró para intentar convencerla y a su vez convencerse a sí misma.

Mamá… -susurró Hermione.

Se fundieron en un nuevo abrazo y al separase comenzaron a andar hacia la salida pero un chico alto y pelirrojo sin querer chocó contra las dos mujeres.

Yo… lo siento muchísimo… no les había visto. –susurró el pelirrojo.

No pasó nada joven, pero valla con más cuidado si? –dijo Jean intentando esbozar una sonrisa amable, cosa que no le salió muy bien.

Hermione por su parte miró hacia el pelirrojo y se topó con los ojos más increíbles que jamás había visto, eran color azul cielo y rebozaban nerviosismo y disculpas.

El pelirrojo por su parte se quedó perdido en los ojos color miel de esa castaña, pero no pudo evitar dejar de sonreír pues esos ojos tan bonitos estaban encharcados en un mar de lágrimas.

Bueno… debemos irnos cielo. –susurró Jean.

Si… vámonos…

Hasta luego –le dijo Jean al pelirrojo.

Hasta luego y lo siento. –e disculpó de nuevo mientras que veía como la castaña y la que parecía ser su madre salían por la puerta.

Lo que no sabían ambos jóvenes es que esos ojos que mutuamente les gustaran se iban a reencontrar dentro de poco tiempo…

Hola! :) Bueno, esta historia la publiqué (un trozo) en potterfics y me animé a escribirla aquí también. Espero que os guste, y, de ser así, un comentario no estaría mal ;) Serían bienvenidos y con su respuesta! Un beso!