(: Saint Seiya no me pertenece, todos los derechos son de sus respectivos PROPIETARIOS, SOLO ES CON EL FIN DE ENTRETENIMIENTO :)
CUENTA UNA ANTIGUA HISTORIA, DE LAS MUCHAS QUE RODEAN AL SANTUARIO…
Que hace mucho tiempo; (quizá desde la época del mito) sobre una doncella que velaba día y noche el bienestar de la Diosa Atena. Se sabe que dicha mujer se presenta ante ella cada que el tiempo límite de los sellos con los que ha encerrado al dios del inframundo pierden su efecto, siendo de vital ayuda para esta. Por lo general es una doncella que fue criada desde pequeña para servir personalmente a la deidad durante tiempos de guerra.
Según algunas versiones de la historia hacen mención a que esta chica es una ofrenda de paz dada por la misma Titanide Selene, vieja deidad de la Luna, quien sufrió el rapto de su pequeña hija a manos de Artemisa cuando la desplazo de su mandato original orillándola casi al olvido. Cuando la pequeña se enteró que Artemisa no era su verdadera madre (pues es claro que ella es una de las diosas que juro celibato y por ende no puede concebir), y que esta la había apartado de la verdadera, ocultándola en el mundo mortal y dejándola a la deriva en sus años de adolescencia, se revelo ante ella llevándose consigo a un diminuto grupo de los ángeles de la diosa.
Dicen que un día, mientras comenzaba a buscar la verdad sobre su origen, Selene (su verdadera madre) se le apareció en sueños, diciéndole que debería de ir al Santuario de Atena y convertirse en su "heraldo". Comenzando el alba, les explico a sus acompañantes que tenía que ir al santuario de dicha deidad, cuando menciono esto, algunos de los "rebeldes" se preocuparon de más, pero aun así no la dejaron sola.
- Si esos son tus deseos, yo juro que te seguiré hasta el mismo tártaro de ser necesario…
Comento el que fuera el primer ángel en seguirla desde un principio. Su nombre era ouroboros, un joven de cabellos tan rubios que a la tenue luz de la noche parecía que llevaba encima los rayos lunares en vez de sus lacios cabellos, su mirada era perdidamente triste, de un gris tan claro que eran exótico mirarlos y su piel era tan pálida que se creía que estabas enfrente de un espectro del Hades, pero era el poseedor de un corazón tan puro como el agua cristalina de un riachuelo virgen y de igual manera era el afortunado poseedor del corazón de la joven.
Fue entonces que empezaron el largo viaje a Atenas.
Tiempo después de su llegada, la doncella, junto a otras seis personas llegaron hasta las puertas del santuario, pidiendo de forma respetuosa ver a la infanta Atena para hablar. Uno de los guardias reconoció las armaduras con las que vestían y les dijo que tenían que llegar hasta la colina más alta del santuario, pasando por los doce templos principales, pero también le advirtió que no sería sencillo, puesto que estos eran custodiados por sus respectivos guardianes, los cuales le impedirían el paso a menos que demostrara que su visita era en son de paz.
Tomada la decisión, los siete partieron hasta la entrada de Aries, en donde su guardián, los detuvo diciendo que solamente aquel que tuviera una fuerza de voluntad inquebrantable sería el que pasara y seguiría el largo recorrido hasta lograr llegar al templo principal donde se encuentra la infanta Atena.
Ese comentario saco a más de uno, pero como la doncella era una mujer de paz, les dijo a sus compañeros que ella iría a ver a la infanta, y que pese a ninguna circunstancia actuaran sin motivo. Dicho esto, el primer guardián le dio el paso libre y ella comenzó el ascenso hasta el templo principal. Advirtiendo de que solo contaba con doce horas para lograr su objetivo, si el fuego del enorme reloj que estaba frente a los doce templos llegaba hasta piscis, habría fracasado en su misión.
La joven doncella tomando esto en cuenta, comenzó con su ascenso lo más rápido que pudo llegando hasta tauro, donde su guardián la dejo pasar después de anteponerle una prueba, la cual paso con éxito. Mientras subía por su camino, la doncella era puesta a prueba con un sinfín de desafíos que la hacían defender su misión y el por qué había ido tan lejos. Muchas de sus pruebas fueron difíciles y soporto de todo, desde burlas hasta recibir fuertes lecciones por parte de los guardianes de oro que custodiaban los templos.
Cuentan que la doncella llego hasta las escalinatas entre libra y escorpio y que simplemente se dejo caer al ver que el reloj había llegado a su fin. Derrotada no solo por el mandato que le concibieron, sino porque quería hallar las respuestas a muchas interrogantes dejo que un par de lágrimas surcaran por su refinada mejilla, mirando al cielo la luna que sobresalía de las nubes.
Derrotada y agotada, simplemente se quedó ahí en el suelo, llorando para sus adentros, pero exteriormente mostraba una sonrisa. Tenía oculto su rostro entre sus rodillas y fue cuando sintió un cálido cosmos que inundo todo el lugar, haciendo que levantara la cabeza. Frente a ella, apareció la misma señorita atena, quien en su mano derecha sostenía a Nike, y con la mano izquierda le ofreció ayudarla a levantarse.
Fue tanto el esfuerzo de la doncella, que la misma señorita atena decidió bajar hasta las escalinatas y verla ella misma. Cuando la doncella le conto el motivo por el cual había hecho tan largo viaje y las circunstancias en las que se encontraban sus otros seis compañeros y ella, la diosa decidió darles asilo, con la condición que sus ángeles custodiaran otro de sus templos, pero que ella se quedara a su lado, pues se sentía muy sola, aparte de que ella tenía buenos argumentos para debatir tranquilamente mientras observan la puesta de sol…
Y así fue como se quedó al lado de la diosa, acompañándola día y noche, velando por su bienestar.
Lo último que se sabe es que un día, una terrible guerra se desato entre el dios del inframundo, el cual quería el control sobre la tierra y la DIOSA, quien había jurado protegerla desde un principio. En un ataque sorpresivo, la doncella se interpuso en medio recibiendo de lleno un corte profundo de la lanza del heraldo de hades.
"Fue cuando por primera vez el santo de Pegaso logro vencer al dios del averno. Dicen que antes de morir, la doncella le pidió a la princesa Atena que no llorara, pues después de todo estaba para servirle y protegerle aun a costa de su propia vida; y juro que a partir de ese momento ella trataría de llegar al mundo primero para cuando la diosa de la sabiduría decidiera regresar, ella la estaría esperando gustosa para que no se sintiera sola nunca más…"
MUCHAS GRACIAS POR LLEGAR HASTA EL FINAL...
Bueno pues aquí estoy de regreso, después de casi dos meses sin publicar nada he regresado con esta nueva historia. Aun no estoy segura si hacer una serie de drables o dejarlo como capitulo único.
Con forme vaya escribiendo, los iré subiendo...
también tratare de ir re subiendo algunas historias que ya he publicado con anterioridad, espero que sea de su agrado y duces deseos a todos ;)
