¡Hola! Es mi primer fic en esta cuenta ¡estoy emocionada! :D
Quiero aclarar que apenas ayer vi el capitulo final del manga de Naruto. ¡Este fic surgió como protesta a ese final! ¡No puedo aceptarlo! xD
Espero les guste la idea... Y continúen leyendo.
Disclaimer: Naruto no me pertenece, es propiedad de Kishimoto-sama. Escribo esta historia con el único propósito de entretener.
¡Disfrutenlo!
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Capítulo 1 : "Es cuestión de Negocios"
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Las empresas Uchiha han construido un imperio en el mundo de la electrónica. Ninguna otra empresa ha podido alcanzar su éxito, estando en los puestos más altos en encuestas, riqueza y prestigio en Japón, quizás en Asia.
Uchiha Sasuke, caminaba por los pasillos de la Universidad de Konoha, una ciudad élite de las cuales las empresas Uchiha habían tenido participación en su fundación hace muchos años, cuando aún su ancestro Madara seguía con vida.
Estaba acostumbrado a caminar con múltiples mujeres siguiéndole unos pasos atrás; odiaba que invadieran su espacio personal, toda la universidad estaba consciente de ello, algunas chicas ya habían tenido un par de incidentes humillantes por acercársele demasiado. Todo esto sólo hacía que su popularidad con las mujeres creciera. Por su parte, él nunca entendería la lógica femenina.
Una vez dentro del salón de clase las cosas se calmaban un poco, ya que luego de cerrar la puerta a su espalda, la ola de mujeres se disipaba, ahora las chicas dentro del salón eran las que le acosaban en multitud con la mirada.
- Buenos días, Sasuke.- la chica que acababa de saludarle se sentó a su lado tranquilamente.
Sasuke se limitó a verle en silencio. La joven tenía tez blanca, ojos grandes y brillantes de color verde, poseía un cabello sedoso rosado. Era realmente hermosa.
Haruno Sakura era de las pocas mujeres que toleraba un poco más, ya que desde la primaria habían sido compañeros de clase; siempre le seguía, lo que le resultaba indiferente. Luego de un forzoso trabajo en equipo cuando comenzaban a penas la secundaria, comenzaron a ser algo más cercanos, casi amigos.
- Llegué a tiempo.- suspiraba otro chico sentándose junto a Sakura, quedando la pelirrosa en medio de ambos hombres.
- Buenos días, Naruto.- sonrió la chica.
- ¡Sakura-chan! ¿Cómo estás?- el rubio sonrió de oreja a oreja con un leve sonrojo en sus mejillas.
Era un poco problemático, Uzumaki Naruto tenía una personalidad fuerte y escandalosa. Era normal ver en aquel chico rubio una enorme sonrisa; no dejaba que nadie le deprimiera, siquiera pensar en que la chica de sus sueños estaba enamorada del otro chico junto a ella, el cual consideraba su mejor amigo. Naruto fue el otro integrante de aquel grupo que formaron en la secundaria.
Tres personas completamente diferentes afianzaron sus lazos debido a aquel trabajo grupal que duró todo el año escolar.
Al finalizar las clases ambos muchachos se encontraban sentados en una de las mesas de la cafetería. Naruto comía ansiosamente ramen instantáneo, mientras el Uchiha bebía en silencio, té.
- En serio, necesito tu ayuda para llegar a Sakura-chan.- pedía el rubio con la boca llena.- Es la última clase que cursaremos juntos, necesito darme prisa.
Sasuke enarcó una ceja.
- No tengo nada que ver con eso, Naruto. No quiero que me involucres en tus cosas personales.
El rubio frunció el ceño, ciertamente su amigo no era muy colaborador o caritativo pero ¿qué le costaría darle una ayudita si realmente no estaba interesado en la Haruno?
Las oportunidades comenzaban a acabársele. La clase de "Inglés Avanzado" sería la última que compartiría con la chica antes de que ella fuera a la facultad de Medicina. Era frustrante que sus caminos y sueños fueran tan distintos, él estudiaba Ciencias Políticas, no sería fácil dar con ella una vez haya acabado el semestre.
- Te daré… entradas para el siguiente juego de baseball.- ofreció levantando sus cejas expectante.
- ¿Por qué me interesaría? Aunque así fuera, puedo comprarlas yo mismo.- debía buscar algo que el dinero no le daría.
- Ya sé. Te presentaré una chica.
El Uchicha sonrió de medio lado levantándose del asiento, se alejó de la mesa. Naruto no podía hacerle propuesta más estúpida. Lo que menos deseaba en ese momento era una chica que estuviera pegada como chicle a él; y si fuera el caso de que realmente buscaba novia, podría escoger en medio del mar de mujeres que le seguían todo el tiempo.
El rubio suspiró lanzando el envase del ramen a la basura, tal parecía que no tendría la ayuda de Sasuke.
Juugo ya se encontraba esperándole en la puerta de salida, mantenía la puerta del auto abierta. No era precisamente que Uchiha Sasuke fuera un chico millonario y caprichoso, de hecho odiaba ese tipo de cosas, le gustaba ser mucho más independiente. Su hermano mayor había insistido en aquello, contratando a Juugo por la seguridad de Sasuke, después de todo un Uchiha puede ser un blanco para la sociedad.
- ¿Te comentó Itachi que es lo que quiere decirme? – Juugo mantuvo su mirada en el camino.
- No señor, simplemente dijo que le llevara a la empresa inmediatamente.
No preguntó más nada, y se limitó a observar por la ventana.
Al llegar al enorme edificio principal, se adentró rápidamente mientras el portero y demás empleados frente a los que pasaba, se inclinaban levemente. Luego de unos segundos en el ascensor, llegó a su destino, el último piso, caminó hasta el recibidor donde la secretaria se levantó rápidamente inclinándose.
- Buenas tardes, Uchiha-san.- le sonrió con un leve sonrojo.- En seguida le anuncio con el presidente.
La vio teclear números en el teléfono mientras se colocaba el auricular en la oreja. Ignoró la conversación posando su mirada en los peces en la enorme pecera que había en el salón.
- El presidente le atenderá en un momento, Uchiha-san, en este momento está atendiendo un socio muy importante.
Se cruzó de brazos mientras caminaba a los sillones de cuero negro. Luego de unos minutos, escuchó la puerta abrirse giró la mirada observando un hombre de cabellera larga castaña caminar hasta el ascensor.
- Gracias por su visita, Hyuga-sama.- la secretaria se puso de pie, miró de nuevo a Sasuke y le hizo señas para que pasara.
Aquel tipo era el presidente de las empresas Hyuga. Tenía entendido que los Hyuga eran la competencia más fuerte para ellos. Su padre en el pasado, tenía grandes intenciones de comprar la empresa rival, lo cual hizo una clara ofensa a Hyuga Hiashi, impulsándole a fortalecer su comercio.
- Cierra la puerta, Sasuke.- pidió su hermano al verle entrar.
- Mantén a tus enemigos cerca ¿no es así? – obedeció para luego sentarse frente a Itachi, enarcando una ceja.
- He decidido que eso debe parar, llamé a Hyuga Hiashi por ese motivo.- Sasuke le miró algo confundido.- Es más que seguro que creceremos aún más si nos convertimos en socios de las empresas Hyuga.
- ¿Cómo piensas hacer eso? – estaba seguro que la cabeza de la empresa rival no estaría de acuerdo, al menos no de buenas a primeras, tenía un severo resentimiento hacia los Uchiha.
- Una boda. He pedido la mano de su hija.
Sasuke no pudo evitar mostrar su sorpresa.
- ¿Qué has dicho?
- Lo que oíste, realmente nos conviene esta unión, igualmente Hyuga Hiashi ha accedido por la misma razón.
- ¿Al menos conoces a esa mujer?
Itachi negó con la cabeza.
- Parece que de hecho tiene tu edad, su nombre es Hinata ¿Has oído de ella?
- Claro que no – le miró fijamente a los ojos, suspiró antes de hacer su pregunta.- ¿Qué hay de Konan?
- Lo superaremos, luego hablaré con ella, lo entenderá.- Su hermano era incluso aún más frío que él en ocasiones, sabía que por dentro sufría.- Eso es todo, Sasuke. Sólo no quería que te sorprendieras luego.
- ¿Estás seguro que es necesario todo esto? Sabes que podemos aplastarlos fácilmente.- le sugirió.
- Sin embargo, es mucho más conveniente esta situación, sólo así creceremos aún más.- si es que eso era posible.
Sasuke se puso de pie dando por terminada la conversación. Se dirigió a la puerta, una vez teniendo en sus manos el picaporte se volteó de nuevo al mayor.
- Piensa bien lo que haces Itachi, no tomes a la ligera una boda, mucho peor por conveniencia.- era obvio que Sasuke detestaba esas tonterías, sin embargo, no podía meterse con su hermano, era demasiado terco.
Unos días después, Itachi le había pedido que comprara un traje nuevo de gala, esa noche conocería a su prometida, deseaba ir lo más presentable posible, incluyendo a su acompañante. No podía hacer nada respecto a eso, después de todo estaba metido en el mundo de los negocios.
Se deshizo de Juugo convenciéndole de comprar zapatos. Recibió el traje en bolsa para evitar el polvo luego de pagarlo, caminó hacia la salida de la tienda. Al sólo dar un paso fuera del lugar algo arrebató el traje de sus manos, más bien "alguien".
Observó a la chica que había chocado con él, llevándose consigo el traje que llevaba segundos antes Sasuke en la mano, cayendo sobre él.
- D-Discúlpeme, señor… - recogió el traje luego de levantarse, extendiéndoselo inmediatamente.
Observó el traje, la bolsa se había roto de un lado dejando que el traje se manchara con tierra. Miró a la chica la cual tenía la cabeza abajo, por su tono de voz era obvio que estaba avergonzada; sin embargo eso no bastaba.
- Está sucio, y lo acabo de comprar.- por su tono de voz dejaba notar que estaba enfadado, la chica no pudo más que tragar saliva y acercar el traje a su pecho, observando así la mancha en la ropa.
- Me d-disculpo nuevamente… p-puedo pagar… la t-tintorería.- en ningún momento levantó el rostro, el fleco de su frente no dejaba ver sus ojos, pero pudo notar la forma en que mordía su labio inferior.
- No hay tiempo, lo necesito para hoy en la noche.- le arrebató el traje, devolviéndose a la tienda.
- ¡P-por favor...! – intentó llamarle en un tono de voz más alto, a lo cual el Uchiha se detuvo volteándose.- Déjeme… comprarle uno nuevo.
Realmente eso era lo que tenía pensado hacer por su propia cuenta,pero pensándolo bien esta niña necesitaba tener su merecido ¿sabrá ella el precio de la ropa en esa tienda de categoría? Era eso o de alguna forma tendría que pagar por meterse con sus cosas.
- Está bien, entra.- dijo haciéndose a un lado.
La chica recogió la maleta que había caído con ella al suelo y comenzó a arrastrarla dentro del lugar, Sasuke no se había dado cuenta de aquel objeto hasta ahora, probablemente esta persona venía del aeropuerto, el cual estaba a un par de calles del lugar actual.
- ¿Q-Qué traje desea, señor? – por fin pudo ver su rostro, no era lo que esperaba.
Según el color de sus ojos esa chica podía ser una Hyuga, lo que frustraba un poco su deseo de hacerle pagar por dañar el traje; tenía una leve esperanza de estar equivocado y que el color de sus ojos sólo fuera una coincidencia o que quizá no perteneciera a la rama principal, eran dos teorías a su favor de una en su contra.
Pensó en buscar la ropa más cara de la tienda, pero no era tan cruel para el caso de que fuera una simple chica con mala suerte, se limitó a buscar el segundo conjunto que le había llamado la atención.
- Este estará bien.- dijo extendiéndole el saco y pantalón de algodón, color gris opaco.
- H-Hai…- tomó la ropa cuidadosamente acercándose al mostrador para pagarlo.
- Gracias por su compra, Hyuga-san.- la dependienta sonrió a la chica frente a él mientras devolvía su tarjeta de crédito color dorado.
Sus sospechas comenzaban a ser confirmadas poco a poco. Sí, era una Hyuga. Ahora que lo pensaba probablemente esta chica hacía sus movimientos para acercase más a los Uchiha ¿una espía? Eso le importaba muy poco.
- Nos vemos.- tomó la bolsa rápidamente del mostrador sin expresión alguna en su rostro, alejándose sin mas, mientras la joven guardaba sus cosas en el monedero.
- ¡Ah…! E-Espere, por favor…- no pudo terminar a tiempo, cuando se volteó el chico ya había salido de la tienda, suspiró para voltearse de nuevo a la dependienta.- disculpe… ¿Puedo usar su teléfono?
Llevaban unos minutos sentados en la mesa de aquel lujoso restaurante, uno junto al otro.
- Vaya puntualidad.- comentó el menor de los hombres, recargando su mentón en su mano.
- Sólo han pasado 20 minutos, no te desesperes.- Itachi le dio un sorbo a la copa de vino tinto frente a él.
- Buenas noches, Uchiha-san.- escucharon a su espalda.
Como si hubiese sido invocado, la cabeza de las empresas Hyuga hizo acto de presencia. Ambos jóvenes se pusieron de pie inclinándose levemente, rogando mentalmente que el hombre no les haya escuchado.
- Buenas noches, Hyuga-san. Él es mi hermano Uchiha Sasuke.- presentó Itachi a lo que ambos estrecharon sus manos.
- Es un placer, Hyuga-san.- dijo con seriedad, el hombre se limitó a verle inexpresivo.
- Por favor, tome asiento.- ofreció Itachi, el hombre rodeó la mesa para sentarse frente al Uchiha mayor.
- Mi hija aparecerá en un momento. Ruego me disculpen, acaba de llegar de América a penas esta tarde.- excusó el hombre.- Mi sobrino la traerá en cuanto esté lista.
Sasuke no pudo evitar recordar a la joven de esa tarde, pensó en la casualidad de que ella probablemente sea la heredera Hyuga, rió en sus adentros, eso era imposible; la chica de la tienda era tan torpe, tímida e incluso inepta para tener tal cargo en su futuro. Se deshizo de esas ideas y prefirió prestar atención a la charla de los mayores.
Luego de unos 15 minutos comenzaba a aburrirse, los hombres mayores hablaban de los negocios pendientes una vez estuviese hecho el matrimonio.
- Aquí está mi hija.- dijo de repente el hombre de ojos perlados, inmediatamente ambos Uchiha se pusieron de pie.
Tan sólo voltear, provocó que el corazón de Sasuke comenzara a latir con fuerza.
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Continuará...
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