Peridot
Ahí me encontraba yo, acompañado por la chica (aclaro que me refiero a una humana) con una singularidad estupenda y, aunque por su tonalidad de piel antes hubiese sido la presa de sin fin de burlas se ha vuelto mi mejor amiga desde la segunda ocasión en la que nuestras vidas chocaron, aunque…hubiese preferido que la parte en la que casi morimos se olvidara, sin embargo, yo no soy el dueño del tiempo…todavía.
-Steven. ¿Cómo es que este programa te atrae tanto?-no había otra, Connie claramente era esa chica. Hablaba de los amigos llorones del desayuno
-No lo sé, simplemente lo hace-le respondo, con toda la sinceridad del mundo-Es como cuando te encanta el helado pero eres intolerante a la lactosa, al final el deseo siempre gana
-Bueno Steven-dice Connie, soltando una pequeña risilla-En eso tienes razón-y se pone a jugar con mi cabello desde mi cama aprovechando que yo estaba a menor altura por estar sentado en el suelo con una almohada amortiguando mi posterior
Han pasado ya…casi año y medio desde que conocí a Connie, y todavía seguimos conociéndonos. ¿Una locura no creen? Apenas hace unos días "descubrí" que tenía un talento nato con la espada al verla practicar con Perla en ese extraño coliseo flotante. Hoy en día lucho con ella cada vez que puedo.
Hay algo interesante en todo esto, Connie es la única persona a la que le confié la última presencia física de mi madre (no cuento sus recuerdos de la tierra ya que, bueno, no son más que regalos de mi papá), su mandoble, el cual, hasta donde yo sé, le sirvió como arma para ganar la guerra, en otras palabras Connie tiene en su posesión el filo que salvó a la tierra. Ahora, yo puedo levantarlo sin problemas gracias a que mi parte gema me da algo de fuerza extra (más de la que un adulto mayor de la tierra pueda tener) y otra gama de habilidades pasivas, sin embargo, Connie, no tiene esta capacidad, y como Perla dice Ella es una simple humana. Ahora, ¿cómo fue que levantó el arma de mi mamá cuando estábamos en ese hospital de pesadilla y ahora no puede?, Garnet tiene una teoría sencilla, la espada de Rose es una arma forjada por magia y solo puede ser usada la gema que la engendró. Yo tengo la gema de Rose, pero Connie, ella no tiene más que un par de ampollas y rodillas raspadas por tanto entrenamiento de esgrima y demás artes.
Entonces, un resplandor se hizo ver desde la cocina, y a menos que una luciérnaga gigante haya entrado a mi casa (lo cual, aunque no lo crean no sería la primera vez) alguien había entrado desde el portal incrustado un poco al frente de la puerta de los cuartos de las chicas. Poco después, gracias al sonido de sus pisadas, pude identificar que eran Perla y Amatista, bueno, eso y que llegaron discutiendo.
-No me interesa lo que digas, no está ahí-dice Amatista en tono pesado. La potencia de su voz aumentaba con forme se acercaba
-¿Tienes idea de lo importante que es para mí?-dice Perla, igual.
Perla y Amatista, entre su disputa, subían las escaleras, y yo y Connie solo las veíamos.
-¿Por qué te importa tanto un vestido?, nunca te he visto cambiarte de ropa-Amatista se tira a mi cama, revotando y quedando con la cabeza encima de la espalda de Connie, la cual, parecía un poco más animada por su cercanía
Perla se sienta en mi cama, relajada.
-No lo entenderías, no has vivido tanto como yo-dice ella, levemente engreída
-Vamos Perla-dice Connie mientras levantaba con cuidado la cabeza de la morada gema-Cuéntanos de que se trata, incluso Steven-me señala, yo solo estaba dando saltitos en mi lugar-Y yo estamos interesados en saberlo ya que…bueno, nunca te pones algo diferente a…eso-dice, señalando con un alargado ademán a su conjunto color verde azulado y blanco
Entonces, Perla se queda pensando, como si dentro de ella estuviesen luchando dos individuos que por medio de la violencia elegirán que será lo que ella dirá: la verdad, la cual, puede ser sorprendente o algo sin importancia; o también podría mentirnos. Sea cual sea que utilice sería imposible que alguien como yo lo predijera, solo me queda confiar en su palabra, esa que solo he tenido la desdicha de mentirme una vez cuando estuvimos en ese lio de Sardonyx. Increíblemente la pelea duró casi una semana.
Mi "madre adoptiva" comienza a cantar en sus adentros con satisfacción, lleva su dedo índice a su barbilla y comienza a tararear una canción muy tranquila en un idioma que intuyo era el que usaban en el planeta madre debido a su complejidad, juntando sus piernas y finalmente abriendo sus ojos sobremanera con una sonrisa que llegaba hasta la sala y de regreso.
-Creo que no importará si se los digo-dice Perla, saliendo finalmente de su elaborado juicio
Súbitamente, la puerta que evitaba que los mosquitos entraran a la casa se abre de manera violenta y espontánea, hasta que segundos después todos pudimos darnos cuenta de que Garnet era la que había ingresado por ahí, lo cual, significaba que sea donde sea que se haya metido hoy (posiblemente al Arcade) no tuvo nada que ver con cosas mágicas que como ellas dicen pueden lastimarme o sacarme los ojos para usarlos como bolas de billar
-¿Vas a contarles "esa" historia ahora Perla?-dice Garnet sin voltear a vernos debido a que se fue directamente al refrigerador, en donde saca el cartón de leche ya abierto. Después sacó un vaso de vidrio de los gabinetes con facilidad que su altura le proporcionaba y sirvió el líquido blanco en este, para finalmente subir por las escaleras con el vaso, caminar hacia mí lugar y sentarse al lado mío, dejando el vaso frente a mí-Necesitas tomar leche Steven, vi tu futuro y seguirás siendo un pequeño cupkaque hasta los dieciocho si no tomas más leche
Perla se aclara la garganta en busca de que las miradas regresaran hacia ella.
-Creo que será mejor que les muestre esto gráficamente ya que solo Garnet y yo recordamos lo que pasó en el planeta hogar antes de que llegáramos a la tierra-dijo la alta gema color blanco y de frente amplia, tomando una sillita de madera para dejarlo delante nuestra en donde se sentó con elegancia-Esto será una larga historia así que les recomiendo estar lo más cómodos posibles-instantáneamente una imagen de mi abrazando a Connie en el puff de mi cuarto se clavó en mi cabeza, haciéndome sonrojar y fantasear mínimamente
Por mi parte Garnet me tenía sostenido con un abrazo entrelazando sus dedos en mi abdomen. Connie estaba boca abajo y con medio cuerpo sostenido por el puff color lavanda. Y Amatista estaba en la cama con sus manos sosteniendo su barbilla.
-Esto será emocionante-dijo. Y entonces, la primera imagen se proyectó
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La iluminación, perfecta, la decoración del salón, más que magnifica, sin dudar a duda era un gran trabajo de las obreras hacia el evento que apremiaba en esta fecha. El salón derrochaba elegancia y belleza que, en un periodo de tiempo muy largo, no se había podido presenciar, curioso debido a que este es el más importante de Reyigas (en nuestro idioma, Reyigas significa "piedra origen", o "piedra del rey"), nuestro Planeta Madre por así decirlo si no contamos los dos sistemas solares (y otros tres en proceso) que tenemos en nuestro control absoluto hasta ahora, sin duda es algo extraño, pero no podía hacerle un feo a una situación como esta, siempre he creído que las cosas que menos destacan en un principio solo necesitan un poco de paciencia y esperanzas para volverse algo magnifico. Tal fue el caso de Pirita, una gema de clase baja denominada como unas de las más perfectas en cuanto a estructura ósea, sin embargo, en valores físicos o habilidades se queda demasiada corta lo cual hizo que la denominaran como inútil. Unos años más tarde alcanzó el rango de Diamante Opaco (debido a su color amarillo lima u opaco) por su extraña habilidad basada en la corrosividad, la cual, aun siendo un modo muy bélico de llegar a la cima para mi gusto, es una gran prueba de que si se quiere se puede, o en este caso, si se quiere arreglar, bonito se verá.
-¡Perla!-escucho como alguien grita mi nombre desde una distancia moderada, y no aguanto las ganas de sonreír, no obstante era algo que podía disfrazar
-Era verdad que lo tuyo no es llegar a tiempo-le digo, rebosando en confianza y dándole un rápido chequeo a todo su cuerpo sin que se enterara
-Es verdad que lo tuyo no es dejar a tu gema sin vigilancia-touché. "Mi gema" estaba detrás de mí, charlando con unos guardias Corindón sobre quien sabe qué
-Me alegro que te hayan dejado tomarte el día libre para venir a verme-le digo en un súbito cambio de conversación, poniendo las palmas de mis manos sobre su pecho y acercándomele un poco más
El, como prueba de nuestra relación (la cual ya era complicada), me toma de las manos y aprovecha para poder besarme en la frente, o justo en mi gema por así decirlo. Justamente veo como hace un gesto forzado con su rostro, demostrando incomodidad. Me mentía.
-Onyx…-digo su nombre con tono de impaciencia. Siempre funciona con el
-P-muy pocas veces me llaman de esa manera, y las únicas personas que suelen hacerlo es Rose y el, lo cual lo volvía un poco más especial-Sabes que no tengo días libres, menos ahora que estamos conquistando nuevos planetas y esas gemas Peridot están siendo fabricadas, son mucho más inteligentes que los antiguos Circones, dicen que ahora emergen sin armas debido a que su gema no tiene la suficiente energía como para crear una
-Lo dice el que tiene que ingerir quince kilos de mineral para que su gema no colapse-le digo, un tanto enojada al recordar todo el trabajo extra que tengo ahora que una nueva gema con mayor rango que yo emergió
-Auch, ¿desde cuándo me odias tanto cariño?- me dice, burlado, doblando un poco sus rodillas para estar a la misma altura que yo mientras me sonreía con sus blancos dientes
-Desde que llegaste a mi vida-le respondo, enternecida por sus ojos grisáceos, los cuales, eran levemente tapados por su melena color negro la cual normalmente estaba desalineada, reflejando su personalidad. Retiro ese poco cabello suave y puntiagudo desde el principio, dejándome ver su alma a través de sus ojos llenos de vida y cariño. Le tomo de las mejillas y, finalmente, nos besamos hasta que Rose gritó de alegría al vernos así, no era la primera vez que pasaba así que no le tomé mucha importancia, así era "mi gema".
La luz poco a poco fue perdiendo brillo y claridad hasta el punto de que el sol me pareció fastidioso como todas las mañanas a las 6:00 am.
-Vaya, eso fue bastante lindo pero… ¿qué pasó con él y el vestido?-pregunta Connie luego de tallarse los ojos debido al brusco cambio de iluminación-Además, creí que todas las gemas eran-se voltea con una leve incomodidad hacia ellas, incluso a mí-Femeninas, no sabía que había más gemas hombres además de Steven
-Yo puedo responderte a eso-exclamó Garnet de manera inmediata a la pregunta de Connie, la cual, yo también tenía. Garnet se aclara la garganta, y un silencia incomodo rebosaba de su firme compostura-Los matamos a todos ahora es hora de desayunar, Steven-dijo e inmediatamente se paró con un camino marcado hacia la cocina, dejándome en un jaque increíble. Amatista la siguió
-Perla, ¿eso no es cierto verdad?-digo, esperanzado y con los ojos a punto de salírseme de su lugar natural. Siempre supe que las gemas tenían un grado de crueldad pero, esto ya era de otro mundo.
Su expresión tensa no fue muy convincente.
-Mejor acompáñenme niños, esto es algo un poco más delicado que creo que sería mejor si se los digo junto a las demás-dijo y se levantó para seguir el mismo rumbo que la gema fusión y la gema color purpura. Acabando en la cocina, en donde, casi al momento, abre la manecilla del lavabo la cual expelió agua fría en un contenedor metálico para luego finalmente ser calentado en la estufa
-Oye Steven, ¿qué crees que les haya pasado a esas gemas?-me pregunta Connie entre susurros por debajo de la mesa
-No lo sé, igual me sorprende que no me lo hayan dicho hasta ahora que había más de un tipo de gema-le respondo, algo aturdido
El plato suena agudamente al momento de que este es golpeado por la taza constituida por el mismo material pero de otro diseño, la cual estaba llena de un líquido café que odiaba conforme a sabor o así era hasta que, Garnet, puso algo de leche y azúcar en este. Perla es la única que lo toma así sin más, es de lo poco que ella llega a consumir.
-Como ustedes ya saben la Tierra y el Planeta Madre estuvieron en guerra hace más de un milenio, sin embargo Reyigas estuvo durante mucho más tiempo luchando contra un planeta lleno de seres salvajes y poderosos-Perla le da un sorbo a su humeante bebida oscura para aclararse la garganta, y finalmente vuelve a hablar-Y ese planeta que penosamente no recuerdo su nombre-dice con estrés, demostrando que no le gustaba la idea de olvidar un dato como ese-Mantuvo una resistencia increíble, y no tuvimos más opción que mandar a más y más a una guerra, y por los problemas del nuevo régimen y demás hubieron tantas disputas en nuestros dominios que simplemente terminaron desapareciendo de la faz del planeta, incluyéndole-dice, depresiva ante lo último-Es por eso que este harapo es tan importante para mí, el me lo regaló antes de que…se marchara a luchar
-¡¿Él era un Crystal Gem también?!-digo, tan alucinado que ya sentía como mis ojos cambiaron de forma…y vaya que duele
-No Steven, Onyx era un guardia real, puesto de avance primario, de los mejores puestos en cuanto a una gema de tercera clase pueda esperar-dice Garnet. Eso último me deja en duda, tantos nombres y puestos me confunden
-No sabía que nosotras las gemas teníamos un rango-dice Amatista desde la meseta en donde siempre suelo desayunar en cuanto se trata de la cocina, igual de desconcertada o incluso más que yo
-Era la mejor manera en la que el poder de Reyigas decidió identificarnos, primero está Amatista en rango cuatro por ser una gema guerrera, un Cuarz-dice, señalando a la gema purpura la cual comía manzanas de un bocado-Luego está Ruby, rango seis por ser una gema obrera, Zafiro rango dos, gema de raza pura-Garnet no se inmutaba, creo que no le importa que la llamen "inferior", aunque no estoy seguro de en cuanto puede llegar a repercutir ese puesto en el momento de que esta sea una fusión-Y por último estoy yo-dice, con un ligero rubor color celeste en sus mejillas mientras se aclaraba la garganta y, de manera incomoda, voltea a ver hacia otro lado-Perla, rango diez, esclava
Gracias a toda esta plática había podido llegar a varias conclusiones (en realidad Connie fue la que hizo todo el trabajo):
· Reyigas es el verdadero nombre del Planeta Hogar.
· Este en ese entonces ya tenía más de dos sistemas solares en su poder así que no podría decir una cifra de cuantos planetas Reyigas controla ahora.
· Reyigas tiene un sistema de razas que definen su poder ante las demás, el cual consta del uno al diez, empezando desde el rango diez con los esclavos hasta el número uno el que seguramente será el puesto de Diamante Amarillo.
· Perla era una esclava, Ruby una obrera, Amatista estaba destinada a ser una temible guerrera, quizá igual o superior a ese tal Onyx o a los soldados Corindón, y Zafiro era una gema de "sangre azul" cómo diríamos nosotros en la tierra. Esto último es extraño debido a que una obrera de rango muy inferior logró congeniar con una de alto rango como ella.
· Existían gemas con forma masculina en el Planeta Hogar, sin embargo, lograron "extinguirse" después de un uso irresponsable de sus habilidades.
-¿Apuntaste todo Steven?-me pregunta Connie, dando tantas vueltas sobre mi alcoba que si fuese posible ya habría un hueco que llegaría hasta el otro lado del planeta, mostrando su gran concentración al apretar su rostro y mantenerlo alzado con su mano
-Si…-digo, alargando tanto la última vocal como mi garganta soportase
-¿Por qué nunca nos habían dicho algo como esto?, en mi parte lo entiendo pero tú Steven, eres como su hijo-ya no sabía si Connie me estaba hablando o solo balbuceaba en un intento de resolver su propio laberinto-¿Por qué habrían de ocultarte algo como eso hasta ahora?
-No lo sé, supongo que no tenían tiempo-respondo, tan agobiado que simplemente preferí ocular mi cara en lo mullido de mi cama
-No lo creo, he estado en tu casa lo suficiente como para saber que los desastres no son diarios, estoy segura de que debe haber algo más-dice, con un rostro que reflejaba que estaba al borde de encontrar la ubicación de la fuente de la vida eterna-Vamos Steven, acompáñame-me toma fuertemente de la mano y tira de esta, haciéndome caer al suelo y, debido a la pereza que traía conmigo en esos momentos, a Connie no le quedó otra más que arrastrarme por el suelo, llevándose consigo mi ahora deformado rostro y un largo camino de saliva
Mi rostro era fuerte contra la madera del piso de mi casa, incluso con el de las escaleras, las cuales, como el tiempo y el mundo están acostumbrados a hacer, estas fueron perdiendo su imagen original a causa de muchos factores, el viento, el agua, y sobre todo, la arena. En otras palabras mi cara se llevó tantas raspaduras como los dedos de mis manos hasta que llegué a la fina y limpia arena de la playa, esa me entró en toda a la boca.
De un respingo me levanto del blanco suelo granulado y con la fuerza de mi cuello me retiro toda la arena que puedo de mi zona facial, luego proseguí con mi ropa.
-¿Qué hacemos, aquí Connie?-le pregunto, algo agotado. No respondía, ni soltaba su agarre-¿Connie?-segundo intento de llamar su atención, y nada
Subo la mirada después de inspeccionar como su mano oscura estaba pegada a la mía, el cielo estaba despejado y un poco anaranjado, como todos los días en los que llegaba el atardecer y el sol finalmente dejaba llegar la noche, más había una aspecto en particular de esta puesta de sol.
Todavía eran las 10:00 am.
La arena por debajo de mis pies comenzaba a hacerse más blanda, de modo que despaciosamente mi cuerpo iba enterrándose en ella a pasos inquietos. Connie y yo tuvimos que correr lo más rápido que nuestras sandalias nos dejaron hasta las escaleras de mi casa, a una altura más o menos considerable que evitara (o por lo menos frenara) el hundimiento de nuestros cuerpos hacia una muerte por asfixia al más estilo de Indiana Jones.
Esto era extraño, que digo, esto era demasiado malo, algo ocasionaba que la tierra se pusiera así de loca, y si no me creen, creo que repentina nevada con una densa neblina que ya casi cubría toda la arena es más que suficiente como para alarmarse, más si estamos a inicios de Junio y que vivo en una zona mayormente tropical.
-¿Steven, esto no es ninguna broma de Amatista verdad?-me pregunta Connie, con un tono de voz que, aun siendo cambiado por la temblorina del frio, era más que claro que estaba metida en el miedo
-No lo sé-respondo, mi cerebro no daba para mucho. Entonces siento como las escaleras crujen, pero no era un crujido común como cuando yo o Connie bajamos de estas, era pesado, más que cuando mi papá baja de estas
Volteo rápidamente, pero no hay nada, sin embargo sabía que había algo cerca con la suficiente fuerza como para hacer crujir el suelo y hacer llegar la tensión hasta acá.
Solo queda esperar, si daba un paso atrás había probabilidades de que la arena me tragase, sin embargo, quizá lo mejor era subir a pedirle ayuda a las chicas, o por lo menos descubrir en donde se habían metido. Tenía que decidir.
-Connie, tenemos dos opciones-le digo, y siento como una gota de sudor resbala hasta la palma de su mano, la cual, seguía sujeta a la mía-Uno, subir y averiguar qué fue lo que hizo eso con el piso para luego buscar a las chicas, o dos, retroceder y jugar contra la suerte…tú decides
-Steven yo…no lo sé, creo que sería mejor alejarse de aquí lo antes posible, debemos averiguar si esto solo está pasando aquí, me preocupa lo que pueda llegarles a pasar a mis padres ahora-dijo, inquieta
El primer paso fue el más lento. La arena y la nieve mezcladas se metieron entre mi sandalia como de costumbre, hasta que llegó el momento de ejercer presión con mi otra extremidad, y como si fuese un regalo del cielo, la tierra volvía a ser segura, pero no podía relajarme todavía, quien sabe si puede volver a pasar.
A medio camino mi mente solo podía pensar sobre en qué demonios podría estar pasándole a Ciudad Playa esta vez, no veía a ninguna gema, ni a ningún loco suelto, lo que solo me dejaba a pensar que pasaba algo como el fin del mundo predicho por un sinfín de culturas.
Cuando solo faltaba un paso hasta la seguridad del concreto sólido, el suelo volvió a temblar, más no con una naturalidad imparable que la definiera de un terremoto, era más como un pataleo pesado, como el de un animal, parecido al que León hace cuando tiene hambre y no le quedan lagartijas en su zona especial.
Me doy la vuelta en busca de esa bestia, y finalmente, sale.
La fachada de mi casa fue mutilada de una sola carga, saliendo de esta una criatura cuadrúpeda de piel oscura y tersa, sin ningún rastro de pelo que recubriera su cuerpo parecido al de una armadura clásica compuesta de placas de lo que parecer ser piel más gruesa, una capa encima de otra protegiéndole los órganos internos. Su cabeza parecía estar cubierta de una coraza hecha de sus propios huesos perfectamente encajados en forma de un extraño protector con un gran par de cuernos puntiagudos que salían al aire y que seguramente utilizó para destrozar la pared.
Poco después de esto, la criatura se pone de pie de una manera más que peculiar al utilizar sus patas de al frente, ya que estas eran como un par de pistones que se contrajeron y liberaron una gran fuerza que dejó ver de frente a la bestia con una estructura ósea fatal. Su gema estaba al descubierto y a la vez tan cubierta, cualquier persona podía verla ya que estaba dentro de su pecho y era resguardaba por algo que interpreto eran costillas, algo así como un corazón si lo comparamos con el cuerpo de un ser humano.
Desde la apertura del monstruo comenzó a salir un extraño gas color verde que subió hasta su mandíbula al pasar por su gema color turquesa y salir como si fuera su propia exhalación. Entonces, como una maravilla de en cuanto a la naturaleza (si es que podría llamársele a esa cosa natural), el monstruo abrió su mandíbula tres veces de su tamaño original y, después de haber chascado sus afilados colmillos provocando una chispa, lanzó una abrasadora llamarada contra nosotros que, si no hubiese sido por los pocos reflejos que me quedaban, no hubiésemos sobrevivido al poner mi escucho enfrente, más este era tan fuerte que, por primera vez, sentía como si mi escudo fuera a quebrarse o derretirse por el intenso calor que emanaba de su cuerpo y, lamentablemente, no parecía parar.
-Connie-digo su nombre de manera quebrada debido al aprieto-A la cuenta de tres huiras y correrás lo más lejos que puedas, ¿me entendiste?-mi escudo perdía color
-¿Espera qué?, ¿acaso te has vuelto loco?-Connie explota en ira y desesperación, tanta, que incluso sus lágrimas aporreándose contra sus ojos querían participar-¿Cómo te voy a dejar solo aquí contra esa cosa?
-¡No te estoy preguntando!-le grité a Connie por primera vez en mi vida, y no se a quien le haya dolido más. Por la rabia descuido un segundo mi protección y esta se agrieta, quedaba menos tiempo y no podía pensar
-Steven ¿somos un solo guerrero recuerdas?-me dice, más relajada. El recuerdo de todos los entrenamientos que hemos superado juntos bombardea la mente, haciéndome perderme en la misma-Podemos hacerlo, juntos-toma mi mano, entre una mirada tierna y cariñosa. Y mi escudo por alguna razón se hizo más brillante
Mi escudo jamás había tomado una forma como esta, la parte del centro comenzaba a girar y a desembocarse de su centro, a la par de que las marcas de raíces se volvían más espinosas y mi escudo poco a poco se volvía más grande y delgado.
Jamás había sentido un poder así, sin embargo, la llegada de las chicas me saca de concentración y hace que mi protección desaparezca, menos mal que Garnet logró cerrarle la mandíbula a la fuerza con sus guantes.
En menos de un instante, la bestia había caído gracias a que, de un momento a otro, una flecha de Ópalo le atraviesa su protección de hueso. Ahora solo queda una pequeña gema verde en una burbuja.
-Perdón por tardar tanto Steven-me dice Garnet, viéndome directamente a los ojos ya que no tenía sus lentes (sinceramente nunca sé a cuál de sus ojos ver). Entonces Perla y Amatista se separan
-Esto no hubiese ocurrido si alguien no hubiese tardado en elegir un helado que jamás comió-dice Perla de mala gana. Creo que explicar de quien se trataba su comentario sobra
-No importa-digo, y caigo al suelo por el cansancio, provocando un leve alarme de parte de todas, sin embargo estaba bien, solo me había dejado agotado aquel monstruo-Menos mal que todo ya ha acabado-o más o menos, todavía faltaba averiguar porque ocurría todo esto con el clima
-Yo no diría eso, Steven-dice una voz en alguna parte, tan familiar que me daba rabia el no poder descifrarla entre los bancos de mi memoria
Me levanto con la fuerza de mi pierna derecha y algo de la ayuda de mi mano en mi rodilla. Y la veo.
Estaba ahí al frente, con un rostro cambiado, hambriento de venganza y con una mirada reflejante de confianza por mucho tiempo de planeación.
Era Peridot.
Sin embargo esta no era la que habíamos perdido aquel día en el Kínder Garden, está ya no estaba asustada, más bien tenía una mirada sanguinaria que tomaba seriedad al ver como de alguna forma podía caminar sobre el agua, habilidad que ninguna gema posee a menos que sea por medio de levitación, cosa que Peridot no tiene.
-¿Qué pasa?, ¿por qué esas caras largas?-pregunta la gema color verde, lasciva-¿Acaso el pequeño monstruo que les mandé les dio problemas?-pregunta, con una cara de inocencia fingida para luego pasar a su macabra sonrisa de nuevo
-No nos dio problemas, era solo una sabandija como tu basura-dice Garnet, enfadada y preparada para volver a la acción después de haber enviado a la bestia a su confinamiento
-No me esperaría algo más de la perma-fusión-dice Peridot, y se ríe-¿Entonces, por qué no vienes a por mí?-le apunta con su dedo
Entonces, Garnet salta en su ataque, sin embargo, algo chocante ocurre entre momentos de su caída y el presente.
Peridot es cubierta por un montón de metal y cables que vinieron del cielo mientras que ella solo se quedaba parada con los brazos extendidos, haciendo una impresionante armadura color verde y dorado entre los cortes de esta que a la vez rodeaban una extraña gema redonda color celeste. Ya lista, atacó.
Fue un golpe fulminante. Logró sacarle cada milímetro de aire que Garnet tenía dentro de sí misma y mandarla hacia la arena dejando un cráter en la misma en donde no pudo levantarse por el dolor.
Todos lo miramos sorprendidos ante el gran poder físico que le daba su nueva armadura a Peridot, pero, poco después, Amatista y Perla reaccionaron al momento y se lanzaron una mirada que confirmaba su única opción, fusionarse o morir.
Ópalo tensó su arco como si fuese la última flecha que le quedase antes de ser fulminada por una fuerza superior a ella en condiciones que ni una gema fusión pudiesen resolver. La flecha se llenó de un resplandor parecido a una llama color azul dentro de lo que parecía ser una boca de un dragón en miniatura a nada de ser lanzado, sin embargo, Peridot no se movía de su lugar, seguía en el mismo sitio en donde empezó la batalla, si no se movía la flecha la atravesaría, no hay forma de parar a una flecha de Ópalo, ni mucho menos esquivarla, es tan rápida como la luz misma.
El filo del proyectil jamás toco un cuerpo, Peridot de algún modo no solo había logrado esquivarla, sino que incluso había conseguido ponerse de espaldas de la gran gema, dejándola estupefacta y aterrada de su poder.
Peridot extiende su brazo derecho, sacando de este una espada con dos puntas de izquierda a derecha compuesta de luz verde, pensaba atravesar a Ópalo con ella.
-Buenas noches-dice Peridot, y la atraviesa
Perla y Amatista caen al suelo, envueltas en el pánico y en la respiración agitada, más esta se desvaneció un poco al verme a mí y a Connie, de algún modo esto les dio la valentía de seguir luchando. Sin embargo…cayeron.
Garnet peleaba con todo lo que podía, utilizando cada habilidad que su cuerpo poseía como lanzarle sus guantes y envolverla en una gran explosión, electrificando el suelo o incluso provocando una gran llamarada al momento de literalmente "estallar" por la ira. Pero nada de esto lograba darle a Peridot, era como si esta supiera en donde caería el siguiente golpe de Garnet.
Finalmente, Peridot, como si se tratase de un simple insecto abofetea a Garnet con la parte trasera de su mano robótica, haciéndola por primera vez gritar por el dolor después de semejante paliza que la dejó en el suelo, tan herida que tuvo que regresar a su gema, significando que Ruby y Zafiro regresaron a sus respectivas piedras, las cuales Peridot aplastó con recelo.
Ahora venía a por mí, con una mirada llena de fragmentos de gema y unas ganas de matar que solo podían ser comparadas con las de un asesino serial.
-Solo quedas tu pequeño fenómeno-me dice mientras me levantaba con una sola mano. Yo intentaba liberarme a base de pataleos, incluso Connie me jalaba desesperadamente, sin embargo no funcionaba-Ahora morirás como tus patéticas amigas-saca su espada, y cierro mis ojos en espera del juicio final
Un rugido me desconcierta, y un llanto de animal me hace abrir los ojos a la par de que volvía al suelo. Era León.
León había intentado protegerme al morder el brazo de Peridot, lamentablemente no hizo más que rasguñarle esa parte de la armadura, provocando su cólera y por consiguiente, su muerte.
-¡Maldito animal!, ¡¿cómo te atreves a tocarme?!-grita, todavía más envuelta en la rabia, solo que ahora estaba manchada de sangre
En la desesperación, miro detenidamente el cadáver de León y veo lo que parece ser nuestra única esperanza.
Corro hacia ella, la tomo en brazos y se la lanzo a Connie, la cual, con valentía e ira toma con facilidad y desenvaina encadenando un gran tajo en la pechera de la gema, logrando hacerla retroceder por el impacto.
Peridot, enfadada, intenta atravesar a Connie con su espada, pero como lo había predicho logro cubrirla con mi escudo antes de que esto pasara.
-¿Lista?-le pregunto, con una sonrisa calmada, seria y envuelta en ligeras lágrimas debido a que sabía perfectamente que no podíamos hacer mucho más que aguantar un poco y que toda mi familia había sido asesinada en mis narices
-Cuando tú quieras-responde con la misma actitud que yo, dejando sus gafas caer
Empujo a Peridot con la fuerza de mis piernas y dejo a Connie atacar una y otra vez. Peridot intenta golpearla pero no dejo que ningún corte le llegara a rozar.
Parecía una batalla pareja, más no era así, cubría cada uno de los tajos de Peridot sin embargo con cada uno que daba, el golpe que yo recibía era demasiado fuerte, y no importaba con que tanto auge golpease Connie su armadura, esta lograba absorber demasiado bien el impacto.
-¡Ya estoy harta!-grita, y encesta el golpe más fuerte que había hecho en todo el tiempo que estábamos luchando, logrando que mis brazos crujieran. No aguantaría más de diez segundos
-¡Steven basta!-me grita Connie, envuelta en lágrimas-¡Vete de aquí no puedes contenerla todo el tiempo!
-¡¿Si puedo, no dejaré que te hagan daño me oíste?!-grito, cubierto de finos hilos de sangre hechos en la batalla los cuales se mesclaban con mis lamentos. Connie agacha la cabeza, no dice nada
-Perdóname-finalmente dice. Y me empuja, provocando que mi defensa fallara y un tajo cubierto de una extraña luz atravesase lo que parecía ser el núcleo de la armadura, dejando caer esa insólita gema azul para luego irse rodando por la arena
Debía de ser importante, así que me arriesgué a tomarla antes de que Peridot supiera que se le cayó.
Peridot se da cuenta a los pocos segundos, y al verme con ella le da un fuerte golpe a Connie que la manda a unos metros lejos de mí. Peridot ahora venía a matarme.
Sin importar que corriera hacia donde estaba Connie y nos envolviera en una burbuja, no duraría mucho debido a que no es era tan resistente, pero era lo último que puedo hacer.
-Connie, Connie despierta por favor, ¡por favor!-grito con desesperación, mientras tanto Peridot buscaba la forma de ingresar
Entonces, cuando todo estaba perdido me llegó una loca idea a la cabeza. Existía una promesa que todavía no le había cumplido.
-Connie-digo su nombre mientras removía su cabello algo manchado de sangre de su rostro. No me importaba si me escuchaba o no-Hace poco me preguntaste qué quería para mi cumpleaños y, he estado pensado mucho, y creo que ya sé qué quiero por mi treceavo cumpleaños-le digo, acercándome lentamente a sus labios-Quiero que estés conmigo ahora-digo. Y la beso
Como si fuese un milagro entre toda esta pesadilla, Connie, despierta y, casi al momento, saca pesadamente de su sistema respiratorio un montón de sangre a través de un tosco expectoramiento. Había supuesto bien al pensar que regresaría gracias a mi saliva sanadora. Connie no estaba herida exteriormente sino interiormente, así que besándola era la única manera que podía curarla.
-¡Connie estás bien!-grito con alegría, envolviéndola en un abrazo
-Steven tu…me besaste-dice, prácticamente muda y con los ojos muy abiertos
-Connie yo
-No Steven-me interrumpe, sonriendo como nunca-La verdad es que yo-la burbuja sede, y antes de que pudiese terminar su frase, la espada de Peridot la atraviesa por el abdomen, haciendo que escupiera sangre y sus ojos perdieran completamente el color antes de que su cuerpo quedase completamente inmóvil
Peridot lanza el cadáver de Connie al mar como si se tratase de basura, para luego volverse a mí, fastidiada, sabía que no podía hacer más que observar.
Peridot saca lentamente su espada, y la pega en mi garganta.
-Yo que tu cerraría los ojos…porque esto será lento-dice, maniática mientras levantaba su espada para dar el tajo final
Me encierro en mi propia cabeza sin tener alguna intención de volver a salir hasta que mi cuerpo pereciera. Sin más que hacer que decir rogar porque sobreviviese de alguna manera, aunque con qué sentido, todos están muertos ahora.
-¡Desearía que todo esto jamás hubiese ocurrido!-grito
-¡Muere!-grita ella
Entonces, justo cuando iba a dar el golpe certero, un aura azul me rodea como si fuese de mi propia burbuja. Y sucede un milagro.
Desaparezco.
Muy bien, nuevos inicios...esto ya se me hace extraño, hace mucho que no subo nada aquí.
Antes de nada, me gustaría aclarar varios puntos como el hecho de que esta es una sucesora espiritual de otro Fic mio que quizá conozcan y que tuvo bastante existo entre comillas como yo me esperé de una prueba. Si, jamás he sido capaz escribir más de una historia a la primera (a excepción de una de otra serie) y esto no es la excepción por lo que claramente verán ciertos elementos rescatados del Fic anterior, con una mejora considerable, obviamente. Espero haberme explicado bien.
Pero bueno, varias cosas que me gustaría aclarar aprovechando esto y pues, si no lo entendiste totalmente al principio, se los volveré a decir ñ.ñ
1-Opté por ponerle un nombre al Planeta Hogar debido a que ese nombre siempre me a parecido algo cutre conforme a su importancia que en la serie, así que le puse un nombre en condiciones ( la leyenda de que use el truco de golpear al teclado y luego poner vocales entre letra y letra para el nombre:v)
2-Steven aquí tiene trece añotes(o casi), Connie tiene catorce
3-Los sucesos están basados desde el escape de Peridot, entre el capitulo Grito de ayuda (Cry for help) y el Hotel pesadilla (nightmare hospital), cerca de dos años aproximadamente en donde Peridot (alerta de Spoiler) jamás se une a las Crystal Gems y The Cluster tampoco existe, además de que la relación de Steven y Connie es más segura gracias a la "aprobación" de su madre, aunque nunca hemos sabido si su padre también estaba de acuerdo xD
4-Seguramente todo el mundo querrá matarme...ya saben...por matar a todos de una manera tan cruel, incluso maté a un animal y ya saben, si maltratas un animal en Internet es como asesinar a un bebé(?), pero es que sinceramente tenía que hacerlo, soy demasiado cruel y mi especialidad son los capítulos masturba lagrimas, no lo sé, me encanta xD
5-Hice a las gems un poco más humanas debido a que sí, ahora tienen emociones más profundas y eso pero, a veces se me hace aburrido qué ellas sean tan...invulnerables por así decirlo, o para resumir, Perla fue atravesada por una espada en la primera temporada y no sintió nada más que preocupación al haber caído en esa posición frente a Steven,¿ o tengo que recordar la posición de Garnet y Amatista en reformada?. En pocas palabras, no existe gran emoción o preocupación al saber que es casi imposible dañarlas, y pienso que a muchos también o si no quizá ahora haré que muchos encuentren mi punto correcto. "El poder abrumador es simplemente aburrido"-Saitama, 2015 T-T
Creo que esas son todas las aclaraciones, sin embargo si cuando lo publique encuentro algo o tienen una duda, lo más seguro es que lo escriba junto al siguiente capitulo que no estoy seguro de cuando saldrá.
Bueno, me molaría bastante que dejarán sus reviews si les gustó y como siempre me gusta decir, estaría encantado que comentaran sus opiniones o que creen que pasará en el siguiente capitulo:3
Besos!
