YOOO! Damn, otro Oneshot más. Soy imparable (?)

Hora de Aventura no me pertenece, es de sus respectivos y bellos autores

Here we go!

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Caminó hasta la entrada y el frío le invadió.

Sintió su entorno. Como era de esperarse, frío y con olor a medicinas

Caminó hacia el recepcionista y empezó a dialogar-Disculpe, vengo por una cita médica a las dos y treinta-le mostró un papelito del comprobante con anotaciones.

El hombre tomó el papel, lo leyó y preguntó-¿Cómo se llama?-

-Finn Murtons-

-Espere a ser atendido-

-Gracias-le respondió y Finn se fue a sentar en un frío asiento de la clínica

Se aburría, no estaba de muchos ánimos para esperar a que lo atendiesen.

Bostezó, y vio como salía un paciente con un brazo enyesado. Su doctora lo llamó y caminó hacia ella. Fue hasta la habitación y se sentó en una camilla.

-Y bien…-comenzó su doctora, acomodando unos papeles-¿Cómo ha estado?-

-Muy bien, desde que me dio esas pastillas-le respondió el rubio, Finn.

-¿Le ha dolido el corazón?-preguntó la doctora castaña, Bonnibel

-No-

-¿Ha tenido alguna arritmia?-

-¿Ha consumido las pastillas sin falta?-la doctora anotaba todo en un papel

-Sí-

-¿Cómo ha sido su dieta?-

-Solo de verduras, frutas y, de vez en cuando, poca carne y nada de sal ni pimienta-

-Le haré un pequeño chequeo para ver que todo esté bien-sacó un estetoscopio y lo puso en el pecho del rubio, para verificar que todo esté en orden-Su ritmo cardiaco está muy bien-se quitó el estetoscopio y sacó un tensiómetro. Al notar que la presión arterial no era fuera de lo estable y común, le quitó el tensiómetro al rubio y lo puso en otro lugar.

-Su presión arterial se ve normal y saludable. Calculo que dentro de dos semanas ya no tendrá ninguno de esos problemas-

-Gracias…-

Bonnibel terminó de anotar todo-Ya puede retirarse-

Finn bajó la mirada, y se sonrojó un poco-Doc… Doctora ¿Le puedo preguntar algo?-

-¿Uh? Por supuesto-

-¿Yo…? ¿Le parezco atractivo?-

-¿A qué viene la pregunta?-

-So… Solo es una pregunta, nada más-

-Bueno… Sí, un poco, creo. Aunque no le veo caso preguntarme eso-

-Doctora, después de que usted ya no me tenga que atender y todo eso… Cuando ya esté bien del corazón… ¿Le gustaría ir por…?… Un… No sé… ¿Un café?-

-… Me siento un poco incómoda con esto. Creo que debería irse a casa, a descansar un poco ¿No cree?-

Finn sintió una presión en el corazón, mentalmente, por tal rechazo-Sí, lo lamento… Hasta la próxima semana-

-Hasta pronto, cuídese bien-

-Adiós-dicho eso, se levantó de la camilla y salió de ahí, hasta su casa. Tomó una siesta, para alejar la tristeza. Esperó ansioso el miércoles de la próxima semana para volver a ver a esa doctora, la cual le gustaba. Al tener su turno, pasó de inmediato a la habitación y la vio, con su bello cabello atado en un gancho color verde brillante

-Buenas tardes, doctora-

-Buenas tardes, Finn. Siéntate en la camilla- La obedeció y ella le volvió hacer las mismas preguntas y los mismos chequeos de la vez pasada.

-Todo va de mejor a mejor. Falta poco para que estés totalmente bien-

-Gracias, doc…-

Bonnibel bajó la mirada levemente, un poco seria-Finn… Esa propuesta que me diste de salir contigo… ¿Sigue hábil?-

-¿Hábil?-

-Me refiero a que… ¿Sigue disponible?-

El rubio sonrió-Por supuesto-

La castaña le devolvió la sonrisa-Me gustaría aceptarla… Luego de que dejes de ser mi paciente y ya estés mucho mejor-le habló con dulzura.

-Me parece muy bien-

Bonnibel le recomendó ya no usar las pastillas por ya no ser muy necesarias, le hizo otro chequeo y se despidieron.

Para ambos su día se había alegrado un poco más.

F I N.