CONDENA
● Disclaimer: BNHA no me pertenece, aún…
● Advertencias: OOC a morir porque esto es una crack pairing, de esas que dan ñañarás pero eh, hay malas influencias que le llevan a uno a escribir.
En fin, disfruten del debraye…
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En ocasiones, Mineta se pregunta si acaso no nació en la peor era posible, a causa del cruento conflicto entre héroes y villanos, superando a la confrontación original de cuando los quirk apenas surgían en el mundo.
Y, lamentablemente, el enjuto varón no se encuentra en el bando a la delantera.
El mal ha ido ganando demasiado terreno en los últimos meses, pese a los considerables esfuerzos de todos aquellos que buscan la paz. ¡Peor aún! Las féminas, debido al clima de inseguridad, han dejado atrás las bellas faldas, los tacones que inhiestan sus redondeces, los bralettes de eróticos diseños... todo en pos de buscar cómodos atuendos que les permitan escapar si es necesario.
¡Maldición!
A Minoru también le fascina adivinar las suaves curvas o líneas femeninas por lo que se observa insinuado en la amplia gama de vestimentas y tejidos que las chicas utilizan, mas, claramente es preferible contemplar un poco de piel, siquiera un poco.
Tiembla de exasperación e intenta tranquilizarse, después de todo aquél día los colocarán en parejas para un ejercicio escolar que durará semanas y seguro que su poder es bastante útil para Yaoyorozu, cuyo traje ha sido modificado para ser más revelador para agrado de sus fans —en realidad, es por practicidad— o con alguna de la clase 2B que tampoco están nada mal.
Empero, despotrica contra el destino cuando escucha quién será su compañero: Katsuki Bakugo. Sí, definitivamente nació en la peor época posible.
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—Y tú, ¿qué sabes hacer?— profiere desprolijamente el rubio con una de sus acostumbradas poses de impaciencia, enviando con ello un siniestro escalofrío por la columna del más bajo.
Minoru procura mantener la calma y a sus calzoncillos limpios, así que se apega al sabio consejo de Tsuyu —copa C en crecimiento— y reúne todo su valor para ser igual de descarado que el rubiete ese de poca monta.
—¿¡Acaso no conoces las habilidades de tus compañeros!? — alza su índice para señalar a Bakugo como si hubiese descubierto a éste en alguna escena del crimen. —¿Qué clase de líder pretendes ser con esas bajas habilidades de observación? ¡Es por eso que Midoriya y Todoroki van siempre delante de ti! — exclama airadamente para después guardar silencio en automático.
Ha cometido un fatal error.
E iba a morir virgen, muy virgen.
Cae de rodillas, cubriéndose el rostro con los brazos con el fin de que las futuras explosiones sólo causen las mínimas quemaduras en su cuerpo. Empero, en lugar de furia ciega escucha una estruendosa carcajada y, acto seguido, el rubio lo aprehende con suma fuerza de la cabeza, alzándolo hasta poder hablar cara a cara.
—Así que tienes bolas— afirma el blondo muchacho, dotando de un poco más de presión a su fiero agarre. —Estoy al tanto de tu inútil quirk, sólo quiero saber… ¿ cómo me puede beneficiar? — sonríe y, aunque tal gesto sería reconfortante en cualquier otra persona, en el Rey Explosivo sólo lleva a Mineta al borde del síncope.
Al menos, no iba a morir virgen, sino violado por la vida.
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—Si Katsuki se pasa contigo, sólo dímelo— declara Red Riot tras proporcionarse a sí mismo una fuerte palmada en el pecho.
—No es por eso que está decaído— rebate Mina con algarabía al tiempo que se cuelga del brazo de su compañero de clases. —Es que ninguna de las chicas de Ketsubutsu quiso salir con él, por más que algunas se lo pensaron con tal de conocer a Bakugo— suelta de corrido el cotilleo que ha presenciado de primera mano.
—Vaya— el pelirrojo coloca su mano debajo del mentón, en reflexiva pose, —entonces es imposible ayudarle— declara con una sonrisa que Ashido corresponde sin dudarlo.
Minoru los observa asqueado, desearía tener una novia aún si fuese una excéntrica cuya idea de diversión rozaba bastante con el peligro. En cambio, está atrapado con un rubio gilipollas que lo obliga a entrenar día tras día al descubrir que sus quirks no hacían tan mal par, dado que las esferas de Grape Juice podían tanto paralizar oponentes como transportar bombas.
Alza dramáticamente los brazos hacia el cielo, si tan sólo Katsuki fuese una chica, una de prominente delantera y un trasero como el de su contraparte masculina.
Sí, definitivamente necesitaba una novia.
Y, pronto.
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Tirado sobre la plancha metálica de aquella plataforma petrolera, Mineta agradece que su compañero sea aquél intrépido rubio que se ha interpuesto entre el ataque mortal y su persona.
¡Sí! ¡El destino no lo odiaba tanto!
Además, su entrenamiento infernal junto a su indeseable compañero de clases le ha salvado en múltiples ocasiones durante el encuentro contra la Liga de los Villanos, ya fuese con o sin intervención del aguerrido Katsuki.
Y es que el mal no sólo ha crecido en número, también en pericia y artefactos; es una fortuna que Minoru sea tan pequeño que puede pasar desapercibido durante la mayor parte del tiempo en el que transcurre el fragor de la batalla. De hecho, esa fue su función durante aquél bélico episodio, desaparecer e implantar explosivos en estratégicos lugares.
—Ustedes pierden, bastardos— enuncia con regocijo el blondo adolescente, dado que en cuestión de segundos la estructura se derrumba gracias a las cargas tan oportunamente colocadas.
Si bien, los educandos de la U.A. no caen junto a sus enemigos, gracias a una esfera lo suficientemente pegajosa para mantener a salvo a un satisfecho rubio y a su carga, su aliado en esa misión que jura que ese instante podría ser el más cool de su vida si tan sólo hubiese testigos y Katsuki no estuviese cargándolo como a un saco de patatas.
¡Joder! ¡Hasta él merecía dignidad!
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—Me niego— puntualiza el usualmente temperamental héroe a All Might, su ídolo de infancia. —No veo por qué tenemos que llevar a cabo una estúpida rotación sólo porque algunos son estúpidos hasta cuando están acompañados— sentencia, a lo que el ex-número uno sonríe, escucha y después rebate aquél nulo argumento.
Mineta contempla la escena, le causa bastante gracia que sea Bakugo quién reclama por preservar el sistema del que antes renegara. Especialmente porque éste bien podría emparejarse con alguno de los otros monstruos, que como él son héroes natos con quirks bestiales que atraen a multitudes de chicas.
Incluso Yanagi de la clase B sería una buena opción para Katsuki, y así Minoru podría regresar a su vieja rutina: levantarse a las ocho de la mañana, en vez de a las cuatro; pasar tiempo productivo en internet, en lugar de la rutina de cuatro horas de ejercicio cotidiano y, quizá volver a tener energía para masturbarse cinco veces al día con material que haría ruborizar a Midnight.
Ah, ¡la buena vida!
Sin embargo… sin embargo… gracias al eterno rival de Deku, Grape Juice se ha sentido como un héroe, uno de verdad, con tanto potencial que seguramente de continuar con aquella infernal rutina las mujeres no tardarían en caer rendidas a sus pies cuando por fin la maldita adolescencia le favoreciera con algunos centímetros extras, en donde en verdad importa.
Cavila, lo mejor sería apoyar a su ex-compañero de dupla, porque él también opina que el dúo que conforman es bastante favorable y no tan desequilibrado como otros. Juntos tienen fuerza y sagacidad, explosiones y clandestinidad, presentimiento y estrategia… sólo haría falta sexo, ¡pero no entre ellos, por supuesto!
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—¡Hey, tú! — vocifera el blondo varón mientras patea un bote de basura cercano a su paso. —Allá guardaste silencio como una puta, ¿qué demonios te pasa? — protesta y Minoru se apega a la pared, porque había olvidado lo temible que podía ser su camarada estudiantil cuando tú eres el objetivo de su furia.
Quizá, si follara le cambiaría el carácter.
Pero, ¿quién en su sano juicio se atrevería a?
—Recuerda— el rubio hace descender su cuerpo hasta encajar a la altura ajena, —tú eres mi compañero— asevera tan cerca de Mineta que le coarta la respiración. Y es que la cautivadora masculinidad de Katsuki Bakugo es innegable, incluso si eres un pervertido que derrocha su paga en los más oscuros sitios pornográficos.
Tal vez… tal vez es admiración; sí, admiración sana y viril, es lo que se dice el enjuto varón al respecto de los desbocados latidos de su corazón. Sí, eso debe ser. Así que, el siguiente paso es asentir, aceptar aquella enunciación como verdadera y he ahí su condena.
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No sé cómo inició todo (miento), pero Josita y yo parlábamos y bam que quedó en juego que esta es mi real OTP de BNHA, entonces tenía que escribirles un ficu y salió lo que acaban de leer. Quería escribir más de su relación, cómo llegan a lo físico y cómo Deku arma un borlote en su boda, arguyendo que va a tener un hijo de Ka-chan, peroooo ya era demasiado OOC… demasiado… tal vez lo redacte otro día que quiera reírme, je.
¡Muchas gracias por leer!