Disclaimer: El universo HP pertenece a la autora JKR. Y evidentemente no soy JKR.
Título: "Quiérelo y lo conseguirás"
Pareja: Ginny y Harry.
Rated: K+
Resumen: Gota a gota se llena el vaso. Quizás fue difícil y hubo decepciones de por medio, y muchas lecciones aprendidas, pero al final de la carrera… sí, valió la pena.
"Quiérelo y lo conseguirás"
Exclusivamente dedicado a Yaniita Potter (Yani)por su cumple.
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A tus ocho años ya sabes de memoria la historia del "Niño que vivió"; aquella historia fantástica que tu madre con mucho cariño cuenta para ti cada noche, y que tu corazón encanta. Tu madre, Molly Weasley, ha sembrado en ti, Ginevra Weasley, una semilla perenne que al mundo mágico ha ocasionado esperanza, pero en tu persona, dulce y pelirroja, proporciona una ilusión de ser feliz, completamente feliz. Porque aunque a tus ocho años no conoces la profundidad del significado de "matrimonio" o "hijos", tú Ginny, como te llaman tus padres y hermanos, ya deseas, anhelas, sueñas, ser la esposa de Harry Potter, y madre de sus hijos. Y cosas así no causan gracia a tu padre, pero sí a tu madre.
A tus diez años deseas ir a Hogwarts con toda tu alma, pero ese "aun eres muy pequeña" sigue martirizando tu vida. Tu hermano Ronald dice que él tiene problemas, porque siendo el menor de seis hermanos nunca podrá hacer algo novedoso, sin embargo, él ya puede ir a Hogwarts y tú no ¿la vida es injusta para quien? –te preguntas. No obstante, acompañar a tus hermanos y madre a la estación y ver nuevamente ese hermoso tren escarlata, no ha sido tan malo… ¡viste a Harry Potter! El "niño que vivió" estuvo cerca, muy cerca, y te sienes feliz, porque aun cuando no pudiste ir al mágico y milenario castillo del que miles de historias ha escuchado, hoy estuviste a un paso de tu "esposo y padre de tus hijos", porque tú Ginny, a tus diez años, aun lo quieres, y sabes que lo conseguirás.
A tus once años ya te haces la idea de que para tus hermanos eres una verdadera molestia, y que Harry Potter, el amor de tu vida, no te reconoce como la luz de sus ojos, pero ya lo hará ¿verdad? Tú madre una vez te dijo: –Quiérelo y lo conseguirás– y tú, la pelirroja menor de los Weasley, quieres a Harry Potter y conseguirás a Harry Potter, y aunque ese extraño libro te diga las cosas más horribles y dolorosas, nunca te dejarás vencer, eres una Weasley y ganarás, y por consecuencia, lo conseguirás.
A tus doce años reconoces a Harry Potter como un héroe, y aunque "ser normal" se te dificulte frente a él, eso nunca es impedimento para observarle, idolatrarle, y quererle, desde las sombras. Y ya a esta edad, bien sabes que él no es solo "el niño que vivió", sabes que él tiene su historia, y mantienes la fe de que tú la escucharás de sus labios, y quizás te la susurrará al oído. Si alguien escuchara tus palabras te diría que estas "enamorada", y es verdad, porque si tu quieres ser la esposa de Harry Potter y madre de los hijos de Harry Potter, es gracias a que estas enamorada, y honestamente no quieres hacer nada al respecto.
A tus trece años a esta edad ves que Harry no es un niño, ya es un chico, un chico lleno de sucias y viles hormonas. Y lo sabes porque Harry, quien sigue siendo el héroe de tus más hermosos sueños, no se esfuerza por ocultarlo, ya que ver con cierto anhelo a Chow Chang, los ha llevado a ambos, a ti, a Harry, a un caos existencial. Porque Harry quiere ser Cedric, y tú quieres ser Chow. Es triste, pero así te sientes, muy internamente, desearías tener esa habilidad. Quieres y conseguirás a Harry Potter pero, ¿cuándo? Te preguntas, y de momento no encuentras respuesta.
A tus catorce años Harry sigue en tu radar, pero otros especimenes masculinos también lograron pasar. Que la Orden del Fénix este de regreso, y todos convivan en la casa de Sirius Black, te ha permitido sacar a la luz esa parte de ti que todos ya conocían: tu lado normal, como bien puedes llamarlo. Evidentemente, Harry, aun causa estragos en ti, pero ahora puedes controlar tus reacciones, y eso es bueno. Asimismo, Michael, logró penetrar la frontera de la amistad, pero tú no puedes con los malos perdedores, mejor lo dejas y sigues adelante, porque más adelante está Dean Thomas, eso no tiene nada de malo. Y aunque quieres conseguir a Harry Potter, a tus catorce años, eso no te ha impedido encararlo en su momento.
A tus quince años sientes que has pasado el mejor verano de tu vida, y tu novio Dean Thomas también te saca algunas sonrisas. Sin embargo… hay algo que te perturba, constantemente te sientes observada, y aun no consigues quien es el mirón. En un principio creíste que eran imaginaciones tuyas, pero cuando Hermione te sale con un: "Esta interesado en ti. Harry, esta interesado en ti" no puedes evitar llamarla loca, porque para tu mente es imposible, Harry Potter, no se fijaría en ti, aunque tu corazón lo quiera con tanta fuerza, y es que ya no te aferras esas palabras repetidas por ti en tus primeros años de Hogwarts. No obstante, cuando en presencia de cincuenta personas Harry Potter te besa, no puedes evitar pensar: – Quiérelo y lo conseguirás –.
A tus dieciséis años una enorme batalla se está librando, y tras meses sin verlo, ahí esta Harry Potter luchando con Voldemort. Por un momento tuviste miedo, lo creíste muerto, como todos lo creyeron, pero no todos se verían tan afectados como tú en esos segundos de dolor. No quieres que nada malo le pase. Suena egoísta, y es que lo quieres sano y salvo, aunque pueda costarle caro a la comunidad mágica. Sin embargo… pese al pensamiento mezquino, la batalla ha terminado, y si bien, todos observan la muerte y caída definitiva del "Señor Tenebroso" tú solo tienes ojos para el dueño de esas preciosas esmeraldas, las únicas joyas que robaron tu corazón. Y mientras un nuevo beso se repite entre tu héroe y tú, no puedas olvidar: – Quiérelo y lo conseguirás –.
Y hoy, varios años más tarde, tus pensamientos y recuerdos se mezclan en tu mente. Sonríes. Ahora eres feliz, porque soñaste, luchaste y obtuviste. Ahora tu nombre lleva el apellido "Potter" a su lado, y los hijos de Harry Potter tienen por costumbre llamarte "mamá", porque eso eres. Eres la señora Potter, madre de tres pequeños Potter, y se siente demasiado bien decirlo. En este día reconoces que esas palabras fueron de gran ayuda, que la determinación sirve de mucho. Por eso cuando ves a Lily, tu hija, con la mirada embelezada en Scorpius Malfoy, mejor amigo de tu hijo Albus, no puedes evitar decirle: – Quiérelo y lo conseguirás – y es cuando recibes como respuesta una mirada confundida y risueña, y seguramente, muy igual a la que tú le diste a tu madre cuando te reveló esas palabras, el día que viste a Harry Potter.
FIN
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Quedó horrible, y me da vergüenza publicarlo, pero algo tenía que darle a Yani. ¡¡Feliz cumpleaños, preciosa!!. Sigue cumpliendo años, porque como dice una amiga: así te los seguimos celebramos. Lamento que tengas que estudiar para la UNI justamente hoy, pero bueh… al menos con mi tonto regalo ya tienes de que reírte. Este es una reunión de tres one-shot aislados, pero con Harry y Ginny como centro. ¿Te gusta? De los tres no se cual quedó peor y decidí publicarlos los tres. Disculpa cualquier falla de orto, pero la ida de luz me atrofia la mente (No es excusa, pero es lo que hay)
¡¡Yaniiii te quiero!! Besos. Diana.
P.D. Lamento este regalo basura, pero bueh…
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