Chloé estaba en el camarote de novio Luka con su bolso lleno de esmaltes de uñas de diferentes colores.

Amaba pintarles las uñas y lo que amaba mas es que Luka la dejaba: Dorado, azul, negro, amarillo, turquesa. Patrón de abeja. Patrón de serpiente.

Había probado diferentes tonalidades como distintas técnicas.

-¿Que color quieres hoy?

Los ojos azul oscuro de Chloé, brillaron como si hubiera luz en un profundo abismo.

¡Estaba emocionada! Y Luka amaba esa emoción.

-¿Azul?

-Ya probamos ese color-dijo revisando entre sus cosas-umm-repuso pensativa levantando un esmalte evaluando el purpura brillante , luego miro el carmesí con brillos.

-Bueno, lo que prefieras -cerró los ojos y estirando sus manos, ofreció sus uñas. Esas que estaban libres de esmaltes por petición de Chloé un día antes.

Aunque lamentara que por un cierto tiempo no pudiera tocar la guitarra, escucharla hablar llenaba el silencio que a veces no deseaba tener.

La chica rubia, al decidirse tomo la suave áspera de su novio y comenzó aplicarle el color carmesí brillante en su uña mas pequeña mientras hablaba de un vestido que compro y que alegaba que le hacia ver gorda.

Luka sonrió ante su relato. Divertido lo desmintió.

Ella siguió hablando, ahora de un nuevo lápiz labial que había comprado. Una edición limitada.

Sabor. Brillo. Durabilidad.

Eso ofrecía el lápiz labial, de color rojo y sabor frutilla, que encima en ese mismo momento estaba probando.

-¿Quieres probar? -él abrió los ojos, ella estaba muy cerca y sus labios rojizos brillaban muy tentadores.

-¿Quieres pintarme los labios? -preguntó ladeando la cabeza-¿También trajiste lápiz labial?

-No... -su sonrisa que esbozo sus labios, sugería algo mas. Pero lo dejo. En cambio: ¿Te gustan como van quedando?

Él vio el rojo llameante y brillante en sus uñas, el mismo fulgor que tenia sus labios.

-No quiero que me pintes las uñas de rojo.

Eso la sorprendió. Parpadeó, agitando sus largas pestañas.

-¿No te gustan? ¿Es el color?

-No es eso, mas bien prefiero que me pintes los labios con tu boca.

Sin hacerse esperar, rodeó sus brazos detrás de su cuello y comenzó a pintar sus labios de rojo intenso.

Mañana, Chloé se preguntaría que color de labios a Luka le gustaría probar. Por ahora, debía conformarse con el brillante carmesí.